Nace una nueva amistad
Los días pasaron rápidamente para Candy, asimilo la
noticia de Terry y se negaba a mirar los diarios, una tarde se encontraba Sara
y Candy revisando una bitácora en la recepción, cerca se encontraba Frank y su
amigo John.
-
Pero
mira que belleza se encuentra con tu hermana – dijo John señalando hacia las
jóvenes
Frank volteo a donde se encontraban ambas jóvenes y con sorpresa dijo – ¡es
Candy!
-
¿Ha
pero es que la conoces? vamos
preséntamela – dice el joven entusiasmado
-
Bueno solo cruce palabras con ella en una
ocasión
-
Entonces
vamos a saludarlas
Frank un poco serio le dijo a John – por favor compórtate ella no será una
más de tus conquistas
A lo que John un tanto retador le contesto – bueno tal vez sea tiempo de
sentar cabeza y si ella está disponible hare el intento
Frank lo siguió un tanto molesto ya que sabía que no tomaba en serio a
mujer alguna, al llegar con las jóvenes John saludo a Sara seguido de Frank.
-
Que
gusto verlos chicos, les presento a
Candy se ha convertido en muy buena amiga mía – dijo Sara
John mirando a la rubia coquetamente deposito un beso en su mano – es un
placer ver una hermosa mujer en este hospital espero llegar a ser un buen amigo
también para usted
Frank mirando la escena se sintió bastante molesto sabía lo que su amigo
estaba haciendo, lo interrumpió en su papel de conquistador
-
Hola
Candy nos volvemos a ver, me da gusto saber que mi hermana es buena amiga tuya.
Candy con gran sorpresa dirigiéndose a Sara – Así que Frank es tu hermano
de quien me habías hablado.
-
Si
¿acaso ya se conocían? – pregunto intrigada Sara
-
Pues si nos conocimos en los jardines – dijo
Frank con una mueca
Sara con gran sorpresa recordó que Candy le había platicado de un chico que
había conocido así que empezó a comprender gratamente la situación que estaba
sucediendo entre los jóvenes.
-
Bueno
¿qué les parece si comemos juntos para conocernos más? – propuso John
-
por mi
está bien ¿tú qué dices Candy? – dijo Sara
-
Si está
bien
-
Entonces damas las veremos en un momento más
en la cafeteria, hasta pronto – se despidió John
-
Nos vemos – se despidió Frank un poco serio
Ambos caballeros se retiraron Frank un poco serio pero con la esperanza de
conocer más a aquella chica que le había llamado tanto la atención. Sara y
Candy también se retiraron a sus labores.
Sara un tanto divertida le dice a Candy – Vaya creo que tienes a dos
caballeros a tus pies ¿quien se robara tu corazón?, dándole un pequeño
empujoncito.
-
Pero que dices Sara, claro que no. – dijo
Candy un poco nerviosa
-
Vamos
Candy además mi hermano es el chico de quien me contaste ¿no? Ya estoy
comprendiendo y me siento muy feliz no es que sea mi hermano pero creeme es una
persona maravillosa.
Candy un poco ruborizada al verse descubierta le dice – Oh no Sara por
favor, es que solo me recordó a alguien y eso es lo que me llamo la atención
pero no es lo que piensas
-
Tranquila
tu secreto está a salvo conmigo, eso si debo advertirte que John también lo vi
muy interesado y aunque Frank se mantuvo sereno se que le desagrado bastante su
actuar contigo.
-
Estas
especulando demasiado además yo no tengo interés en ninguno de los dos
créemelo- indico la rubia
-
Bueno solo quiero que sepas que John aunque lo
quiero mucho porque es casi un hermano para nosotros es bastante mujeriego no
toma muy en serio a nadie, no quisiera
que te lastime así que no tomes muy en serio sus galanterías.
-
Está
bien Sara tendré mis precauciones pero créeme que no tengo interés- lo dijo
enfáticamente.
-
Bueno aquí me quedo revisare a los pacientes
de esta sala, pasa por mi antes de comer para irnos juntas, nos vemos.
-
Si nos vemos al rato – se despidió Candy
Candy continuo sus labores, sonreía al recordar las palabras de Sara,
pensando que la vida tenía otros planes con ella, al llegar la hora de comer se dirige a la
sala donde se encontraría con Sara sin embargo le dicen que el Dr. Lewis le mando
llamar y que se adelantara a la cafetería, en el camino se encontró con Frank.
-
Hola
Candy que bueno que nos encontramos así nos vamos juntos-dijo gratamente
-
Pase
por Sara pero al parecer se retrasara un poco-indico la rubia
-
John
también se ocupo está en una cirugía y no creo que nos acompañe
-
Entonces
nos dejaron solos-dijo algo nerviosa
-
Bueno
pues nos darán la oportunidad de platicar, y ¿cómo te has sentido estas semanas
en el Hospital?
-
Muy
contenta me gusta mucho esta profesión y he aprendido muchísimo en tan poco
tiempo, además ya me acostumbre nuevamente al ritmo de trabajo.
-
¿Ya
tenias tiempo sin trabajar?-pregunto con curiosidad
-
Si
alrededor de 7 meses
-
Y
podría preguntar ¿por qué? Lo que pasa
es que se me hace raro ya que en esta profesión es imposible tomarse descansos
tan largos-indago
-
Bueno
pues.. ( titubeo un poco ) sucedieron cosas muy personales antes de decidir
volver a trabajar
-
Perdón
si te incomode con la pregunta y en donde estuviste en ese tiempo si se puede
saber.
-
Estuve
en el Hogar de Pony es un Orfanato donde crecí,
estuve ayudando con los niños y en las clases
-
Así que
creciste en un Orfanato que sorpresa y ¿está cerca de aquí?
-
Pues
relativamente si , cerca de Lakewood
Llegaron a la cafetería y tomaron el platillo sentándose
en una mesa cerca de un ventanal que daba hacia los jardines. Frank continuo
con el interrogatorio a Candy, quería saber todo sobre la rubia.
-
No
conozco mucho por aquí – indico la rubia- únicamente los alrededores del
hospital al departamento
-
Bueno
pues si no te molesta yo podría invitarte a conocer algunos lugares, ¿qué te
parece?
-
Por
supuesto, claro si el trabajo lo permite – lo dijo con gran entusiasmo
-
¿Y en
donde estudiaste enfermería?
-
Bueno
estudie en la escuela de Mary Jane de ahí me trasladaron al Hospital Santa
Juana donde me titule en enfermería, un día debido a problemas con una persona
influyente me hicieron echar de todos los hospitales, pero el Dr. Martin me dio
trabajo en su Clínica y ahí trabaje hasta que …. Bueno hasta que decidí irme al
orfanato a ayudar.
-
Pues
espero que te quedes mucho tiempo con nosotros aquí aprenderás más de lo que
imaginas y si lo deseas puedes apoyarte en mis conocimientos.
-
Muchas
gracias, tú te ves muy joven para ser doctor como es que te decidiste por esta
profesión
-
Pues mi
padre es doctor también pero él vive en Nueva York, y al ver todo lo que hacía
por los pacientes y sobre todo el darles otra oportunidad de vida quise hacer
lo mismo salvar vidas sobre todas las cosas
-
Si Sara
me conto sobre tus padres y la decisión de venir a Chicago a empezar desde
abajo
-
Así es
Candy, hubiera sido muy fácil y cómodo usar el nombre de mi padre para ser
tomado en serio, además me gusta más Chicago que Nueva York hay demasiada gente
allá.
-
Si
tienes razón, a mí también me gusta más aquí.
-
Entonces
¿conoces Nueva York?-pregunto con curiosidad
-
Um
yo..-dijo un tanto nerviosa- bueno si visite alguna vez pero fue algo rápido
-
Qué
bien y a donde fuiste
Candy se sintió descubierta por un momento pero trato de
salir del aprieto – Pues fui a una obra de teatro a apoyar a unos amigos.
-
Ah te
gusta el teatro – lo dijo con gran entusiasmo- entonces si aceptarías una
invitación al teatro.
-
Bueno
si me gusta y claro si aceptaría-dijo rapidamente
-
Sabes
entre más te conozco siento como si ya supiera todo sobre ti es solo ir
confirmando lo que pienso sobre ti.
-
Pero
como dices eso tengo letreros en la frente- dijo un tanto divertida
-
No lo
sé Candy pero siento que te conozco me das mucha confianza, creo que eres una
mujer muy sensible, divertida, de buenos sentimientos y muy noble.
Candy un poco sonrojada por las palabras de aquel
caballero le dijo – Pues gracias Frank, sabes ahora que lo dices también siento
que te conozco, conocí a alguien hace algunos años y es por eso que te confundí
y ahora puedo decirte que son muy similares.
Frank recordó cuando conoció a Candy en los jardines y le
dijo – Anthony se llama verdad
-Se llamaba, hace 7 años falleció y al verte sentí que lo
estaba mirando por eso reaccione así
espero que no hayas pensado que era una tonta por haberte confundido
-Calro que no, y lo siento mucho por tu amigo lo has de
extrañar mucho
- Si fue muy difícil sobreponerse al dolor pero lo logre
y el vive en mi corazón y sabes también amaba las rosas las cultivaba y
cuidaba, en la mansión donde vivía hay un hermoso rosadal y cada año florece y
su aroma invade el aire de los alrededores.
- De verdad me gustaría conocerlo un día si se puede, a
mí también me gustan las rosas sin embargo este año ya terminaron de florecer
tal vez el año que entra.
-Claro que si seguramente Albert no tendrá inconveniente
-Albert, ¿quién es él?
-Bueno Albert es mi mejor amigo, mi protector y mi padre
adoptivo
-Ah bueno pues entonces consúltalo con Albert me gustaría
conocerlo también
- Oh seria grandioso.
Así continuaron platicando finalmente termino la hora de
comida y Frank acompaño a Candy hasta su lugar de trabajo, por su parte Candy
se sentía muy contenta al lado del joven doctor, sentía que había algo en él
que llamaba su atención pero quería conocerlo, se sentía rara de mirarlo y ver
reflejado a Anthony no podía evitar compararlo cada vez que lo miraba, pero
trataría de conocerlo y verlo como Frank Curtis. Frank se despidió y quedo de
ir por ella a la hora de salida para acompañarla a su departamento, no quería
que una dama tan hermosa anduviera sola por las calles de aquella gran ciudad.
Antes de ir por Candy, Frank se detuvo en la recepción
donde le entregaron una carta de su padre el Dr. Curtis donde le pedía su apoyo
en la operación de una paciente, puso la carta en su bolso y fue a buscar a la
chica que empezaba a ocupar sus pensamientos.
-
Hola
Candy, ¿nos vamos? – dijo el joven rubio ofreciendo su brazo
-
Hola,
si vamos – dijo con una gran sonrisa la chica
-
Está un
poco helado el aire, creo que pronto tendremos nieve en esta cd.
-
Si es
cierto, además ya va a ser Navidad- dijo con un poco de nostalgia
-
Y si te
dan descanso ese día ¿donde la vas a pasar?
-
En el
Hogar de Pony, haremos una fiesta es lo que planeamos Albert Paty y yo antes de
ir a la India.
-
¿Así es
que visitaste India? – pregunto con
asombro Frank
-
Bueno
si, Albert me invito a viajar antes de empezar a trabajar
-
Vaya
pues que hombre tan generoso te felicito.
-
Siempre
ha sido así no solo conmigo con todo el mundo
-
¿Y
porque no vives con tu familia adoptiva? si es que se puede saber
-
Pues
porque no me gusta mucho abusar de su generosidad además siempre me he valido
por mí misma.
-
Eso
habla bien de ti, pudiendo vivir cómodamente has elegido una vida más sencilla
– dijo Frank con admiración hacia la chica
-
Aquí es
– indico la chica después de un par de calles- este es el edificio donde vivo y
aquel es mi departamento- señalo hacia la ventana frente al gran árbol.
-
Pues
está muy cerca del Hospital, de cualquier manera las veces que pueda y si tu lo
quieres te acompañare.
-
Gracias
por mí no hay inconveniente.
-
Entonces
hasta mañana, que descanses y cúbrete hace mucho frio.
-
Hasta
mañana Frank y muchas gracias por la compañía.
-
Es un
placer- se despidió depositando un beso en la suave mano de la dama
Candy subió las escaleras y entro en su departamento,
lanzo un suspiro al aire – que te pasa Candy que te pasa, no no es posible que
sientas estas cosas, pero es que es tan parecido a Anthony que no puedo evitar
imaginar que así sería si no hubiera muerto – camino hacia la ventana y ahí se
quedo hasta que el sol se oculto envuelta en sus pensamientos, se sentía
contenta de haber conocido a Frank, no
podía entender lo que pasaba, tal vez era tiempo de olvidar y empezar de nuevo.
Se retiro y tomo un poco de té y entro en su pequeña habitación donde se dispuso
a descansar.
Los dias pasaron rápido para Candy, quien en repetidas
ocasiones se hizo acompañar por Frank quien poco a poco se fue convirtiendo en
buen amigo de ella.
-
Candy,
sabes la semana pasada recibí carta de mi padre- dijo pensativo
-
De
veras que gusto – dijo la chica emocionada
-
Bueno
lo que pasa es que me pidió apoyo para operar a la prometida de un buen amigo
mío y acepte, pero ….- dijo un poco dudando
-
Que
pasa … -insistió la chica
-
Yo
quería pedirte si tú quisieras claro, que me puedas acompañar como apoyo para
asistir también a la operación será una muy buena oportunidad para ti.
-
Ho.. –
un poco titubeante - pues ir a Nueva York tendría que consultarlo con Albert
-
Bueno
pero dices que él te apoya en lo que decides además seria un viaje de trabajo
te lo aseguro.
-
He.. si
sería una buena oportunidad, ¿te parece si te confirmo en unos días?
-
Claro
por supuesto
-
Hay
otro asunto que quiero ver contigo- dijo el rubio
-
Dime
¿pasa algo?
-
Ho no
es nada delicado - sonrió- habrá una campaña de vacunación, me gustaría
comenzar en el Orfanato donde creciste iremos Sara, John, tu y yo, ¿qué te
parece?
-
Grandioso-
dijo emocionada
-
Entonces
el viernes iremos, todo lo tengo previsto
-
Que
sorpresa- Candy sonreía
Ambos continuaron caminando y platicando sobre la
campaña, Candy le contaba todo sobre el Hogar de Pony, al parecer Frank
acertaba gratamente con los gustos de la rubia y sin saberlo poco a poco ella
fue abriéndole su corazón.
Mientras en Nueva York Susana, la Sra. Marlow y Terry llegaban a su cita
con el Dr. Curtis para fijar la fecha de la operación de Susana. Entraron al
consultorio del Doctor donde ya los esperaba.
-
Buenos
días Srita. Marlow, dígame ¿cómo se ha sentido durante esta semana?
-
Buenos
días Doctor, pues mucho mejor poco a poco van desapareciendo los hormigueos.
-
Eso
indica que las cosas van muy bien. Ya tengo la confirmación del doctor que
vendrá a operar, pero no será hasta después de año nuevo, la primer semana de
Febrero comenzaremos con los análisis preoperatorios, el estará aquí en esas
fechas.
-
Esas
son buenas noticias- dijo la Sra. Marlow un tanto aliviada
-
Entonces
esperaremos casi dos meses para entonces – indico Terry
-
Así es
durante esos meses espero que las piernas de la Srita Marlow estén bien.
El Dr. Curtis termino de revisar a Susana y les indico que los vería en 15
días para ir reuniendo la documentación necesaria para la operación, al
terminar se despidieron y como de costumbre Terry dejo a ambas mujeres en su
casa, después de unos minutos se retiro a casa de su mama.
El viernes muy temprano el grupo de doctores se traslado hacia el Hogar de
Pony donde ya los esperaban, al llegar algunos niños seguían dormidos, la Srita
Pony y la Hermana María salieron al encuentro de los doctores saludando
afectuosamente a Candy
-
Buenos
días hija que gusto que estén aquí- saluda la Srita. Pony
-
Srita.
Pony, Hermana María buenos días, les presento a mis amigos y compañeros de
trabajo, Sara y Frank Curtis y John Matheus
-
Mucho
gusto- saludaron amablemente- pero adelante hace frio, que les parece si los
invitamos a desayunar antes de que comiencen
-
Grandioso-dijo
la rubia entusiasmada- que les parece chicos
-
Excelente
idea-contesto Frank
-
Si me
parece muy bien- asintieron Sara y John
Al entrar aspiraron ese agradable aroma que salía de la
cocina, donde se estaba horneando un delicioso pan, los alimentos estaban
preparados listos para ser servidos, poco a poco los niños fueron saliendo y
saludando a los invitados, algunos sentían miedo ya que sabían a lo que iban,
Paty fue la última en salir ya que se estaba encargando de arreglar a cada uno
para que estuvieran presentables, Candy le presento a sus amigos, todos se
sentaron a la mesa, hicieron una oración y desayunaron amenamente, al termino
los jóvenes prepararon las jeringas y los medicamentos para comenzar a vacunar,
los niños esperaban afuera, algunos husmeaban por la ventana y al ver las
agujas corrían despavoridamente lo más lejos que podían, Paty con toda la
paciencia calmo a los más grandes y les pidió ayudar a los pequeños, cuando por
fin estuvo todo listo, fueron pasando uno a uno, poco a poco todos fueron vacunados, Paty
observaba entretenida la labor de los doctores, tras algunas horas terminaron.
-
Realmente
es muy admirable su trabajo- dijo Paty sonriendo- si yo fuera enfermera me
hubiese desmayado de inmediato
-
Es por
eso que no eres- dijo Candy- pero en cambio eres una excelente maestra
-
¿Así
que eres maestra?- pregunto Frank- ¿donde se conocieron Candy y tú?
-
En
Londres, estudiamos en el mismo colegio- recordó Paty
-
Si fue
una suerte conocer a alguien como Paty-dijo Candy
-
De
verdad estudiaron en Londres- dijo Sara pensativa
-
Si fue
una época muy bonita- dijo Candy
John venia entrando en la habitación después de dejar a una
pequeña que se había resistido a la vacuna y amablemente comenzó a jugar con
ella - Bien chicos ya terminamos, debemos volver- dijo interrumpiendo la
platica
-
Es
cierto tenemos que regresar, estábamos tan a gusto platicando que perdí la
noción del tiempo - dijo Frank
-
Los
pacientes no esperan- dijo John
-
Que
lastima se paso muy rápido el tiempo - se lamento Candy
-
Bien
llevare los maletines al coche indico Frank
-
Paty-
dijo Candy- en unos días vendrá una feria que te parece si nos acompañas
-
Ho seria
grandioso- dijo la joven
-
Bueno
si es que no empeora el clima- indico John- no debemos exponernos demasiado
-
De
cualquier manera será la fiesta Navideña igual y nos pueden acompañar- agrego
Paty
-
Es una
excelente idea - dijo Candy
Todos se prepararon para regresar al Hospital, la Srita
Pony y la Hermana María los acompañaron hasta el coche, Paty reunió a los niños
para despedir al pequeño grupo, todos alzaban su mano en señal de despedida,
aquel día había hecho sentir a Candy mas contenta, su corazón latía con fuerza
y deseaba más que nunca seguir ayudando a la gente. Al llegar al hospital cada
uno se reincorporo al trabajo, Frank y John caminaban hacia la sala de
urgencias.
-
Que
agradable es Paty ¿no lo crees John?- pregunto Frank
-
Me
parece de lo más normal ¿a ti te pareció especial?
-
Bueno
yo pensé que tal vez cabria la posibilidad de que te llegara a interesar
-
Es
mucho más bonita Candy-indico el joven- además me parece demasiado tímida
-
Pues a
mí no me lo pareció, por el contrario es muy sociable
-
Es una
chica muy común-concluyo
Frank se dirigió a otro parte de la sala, pensando para
si en que no será mala idea que Paty y John comenzaran a tener algún tipo de
amistad, sin embargo al parecer John no tenía ninguna intención con la chica, a
John le hacía falta toparse con una mujer sencilla y no como las que había
venido conociendo, deslumbrantes y dispuestas solo a pasar el tiempo, además
podría también ayudarle a sentar cabeza y sensibilizar su corazón.
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