Vistas de página en total

lunes, 26 de julio de 2021

 Capitulo 33


Rencor

La luz del sol iluminaba la habitación, lastimaba sus pupilas cerro nuevamente los ojos tratando de escuchar algo que le indicara donde se encontraba, escuchaba voces y el rechinido de ruedas, sus ojos abrieron mas y su corazón se acelero al recordar lo sucedido, se trato de incorporar pero su cabeza daba vueltas, una enfermera corrió a darle ayuda – Por favor no se levante señorita – dijo acercándose a ella

- Necesito saber de una persona – dijo en voz muy baja

- ¿Cómo se llama señorita? – pregunto 

- Candy, me llamo Candy, pero quiero saber sobre una persona

- Si Candy, pero antes necesito que me diga cuantos dedos ve aquí – pregunto mostrándole su mano

- Son dos – dijo desesperada – necesito localizar a Frank Curtis – dijo

La enfermera trato de tranquilizarla – señorita tratare de encontrar a ¿su?...- se quedo mirándola

- El venia conmigo – dijo la dama

- Bien hagamos algo – dijo la enfermera – antes de buscar a su amigo, necesito que me de algunos datos suyos – explico la enfermera

Candy asentó con la cabeza y se tranquilizo entendiendo que eso era el protocolo, al terminar solo quería saber a cerca de Frank – ¿ahora me puede ayudar a buscarlo? – pregunto

- Claro que sí, pero no debe levantarse recibió un fuerte golpe en la frente tal vez sienta mareos – indico

- El es doctor, estaba a mi lado cuando me dormí, luego un fuerte ruido me despertó y todo era confusión – se lamento – había muchos heridos pero ninguno era el – agrego

- Así que se llama Frank Curtis – se quedo pensativa – ha él es el Doctor Frank Curtis he escuchado sobre el – reflexiona la mujer – si me da una descripción sobre el iré a buscar entre los heridos y las personas que se encuentran en el refugio

Candy asiente y da las características del galeno, la enfermera amablemente se retira en busca del joven, comenzó en la sala contigua ya que habían separado a los hombres de las mujeres, después de buscar detenidamente salió hacia otra sala donde había varios heridos de gravedad, observo detenidamente a todos, pero no tuvo mucho éxito tampoco se encontraba ahí, luego de eso iría al refugio en donde estaban albergados el resto de los pasajeros, antes de eso fue a preguntar por un paciente que se encontraba en una habitación privada, el mismísimo director ordeno que se quedara ahí y era la última esperanza que tenia de que fuera él quien ella buscaba, al llegar varias enfermeras se encontraban platicando en recepción – Sophie quisiera pasar a ver al paciente de esta habitación – le dijo a la enfermera en turno

- Ho tu también quieres pasar a ver al joven – indico con una picara sonrisa – es muy buen mozo eso comentábamos verdad chicas – dijo mirando a otras dos enfermeras que estaban ahí

- Si bastante buen mozo, tiene hermosos ojos – comento otra emocionada

- Chicas cómo es posible que hagan esos comentarios después de la tragedia que se vivió – dijo algo molesta – es solo que busco a un paciente lo quiere ver su… amiga, al parecer viajaban juntos y ella no supo mas de el – explico

- Si claro su amiga – dice una con ironía – seguramente es su novia, si fuera mi novio obviamente correría a buscarlo por todo el hospital 

- Puedes pasar Lucille – indica Sophie acompañando a la enfermera – aun esta sedado, llego en la madrugada con una varilla atravesada en su hombro, lo operaron de inmediato y cuando vino el Doctor Mars y vio sus documentos ordeno que lo pusiéramos en un cuarto privado bajo vigilancia, es un conocido cirujano – explico la joven

- Si él es el Dr. Frank Curtis entonces – dijo con alivio

- Entonces, ¿lo conoces? – inquiere con curiosidad

- Ella me dio su descripción y su nombre – dijo refiriéndose a la rubia – tal vez si sean novios – sonríe con más tranquilidad

- Si es muy buen mozo – dice Sophie contemplándolo – no es de extrañar que su novia quiera saber de el

- Si estaba desesperada, trato de levantarse a buscarlo pero la detuve, ahora le avisare que está en recuperación – dice la enfermera

- Afortunadamente salvaron su vida – murmura Sophie – muchos mas no corrieron con la misma suerte – dice lamentándose

- Es mejor que me retire, iré a avisarle a Candy sobre el Dr. Curtis – dice Lucille saliendo del cuarto y despidiéndose de su compañera.

En la sala  Candy esperaba pacientemente tocaba su frente tratando de evaluar la magnitud del daño, sentía dolor y un ardor constante, pero la gasa en su cabeza le impedían tocarse, instintivamente llevo su mano al pecho tratando de buscar su dije pero no lo encontró, pensó que se lo habían quitado cuando llego ahí, se alarmo un poco ya que era un vinculo muy especial entre ella y el ingles, Lucille llegaba con una sonrisa tranquilizadora e inmediatamente Candy la interrogo

- Tiene noticias sobre Frank – pregunto de inmediato

- Si señorita – contesta – quédese tranquila él se encuentra en una habitación recuperándose – indica

- Esta grave – pregunta exaltada 

- No, el está bien – repone – solo que esta herido en su hombro fue operado y aun sigue dormido – explica

- Gracias a Dios – murmura con tranquilidad – puedo ir a verlo – pregunta inquieta

- Primero lo primero – indica – hay que revisar su herida y hacer la curación, tomar todos sus signos – explica – bueno usted es enfermera ya debe saber todo lo que implica esto

Candy asiente con la cabeza – hay otra cosa – dice la rubia – cuando llegue traía conmigo un dije me supongo que lo retiraron cuando pusieron la bata – supone la dama

La enfermera se queda pensativa – todas sus pertenencias las pusimos en una bolsa, deben están en este taburete – indica la enfermera

- Quisiera revisarlas – dice la joven

- Claro – dice la enfermera que después de hacer algunas anotaciones en su bitácora y cambiar el parche de su cabeza le da una bolsa con su ropa y algunas otras cosas – su herida está muy bien, podrá ser dada de alta por la tarde

- Ho gracias – dice con alivio y comienza a buscar en la bolsa, sacando su ropa su bolso, por su parte la enfermera prefiera dejarla sola

- Cuando termine me avisa para llevarla con su novio – dice la mujer sorprendiendo a la rubia quien no dijo nada sobre el comentario

- Si claro – dice y continua buscando, algunos minutos pasaron y seguía sin encontrar la preciada prenda, hurgo en su bolso y entre las ropas pero fue inútil aquel dije no estaba ahí, se lamento tal vez alguien lo habría tomado, finalmente llamo a Lucille para que la llevara a ver a Frank no sin antes hacer mención de su dije – no encontré lo que buscaba, me pregunto si alguien habrá tomado un dije que traía conmigo, era un rubí en forma de corazón – explica

Lucille recordó cuando llego la dama ella misma la recibió el día anterior y se encargo de retirar sus ropas – yo misma me encargue de desvestirla y solo retire los aretes, el broche que sujetaba su cabello y un libro que estaba entre sus ropas – indico la enfermera

- Pero era muy visible, un dije en una cadena – dijo algo preocupada

- Lamento no poder ayudarle, pero siendo una gema valiosa tal vez alguien la tomo, sin embargo los aretes que usted traía son igualmente valiosos y ahí están – explico la enfermera mientras caminaban por el pasillo

- No quise ofenderla, le pido una disculpa – dice la rubia excusándose

- No me ofende, descuide pero es que entenderá que hubo mucha confusión – agrega 

Por fin llegan y ante la mirada de Sophie la enfermera encargada y algunas mas saludan a la enfermera y a su acompañante – viene a ver al Dr. Curtis – indica

- Adelante pueden pasar – dice la joven 

Candy entro y miro al rubio aun dormido, sonrió inevitablemente y corrió a su lado tomando su mano – Frank gracias a Dios – murmuro con lagrimas en los ojos, Lucille entendió que era mejor dejarlos solos así que salió del cuarto encontrándose con los comentarios de las enfermeras

- Es muy bonita, tenía que ser es tan buen mozo no podría ser de otra manera – dice una

- Siguen con el mismo tema de que es su novia – dice Lucille

- Entonces no lo son – dice Sofhie sonriendo – ella te dijo que no

- No me dijo nada cuando se lo mencione – repone – pero no deben hacer suposiciones, además por lo que veo ambos se marcharan pronto sus heridas no son de cuidado

- Es verdad, pero ha sido muy bueno tener a alguien como el aquí y mas siendo yo la encargada – dice sonriendo Sophie

Varios minutos pasaron, Candy quería estar a lado de Frank cuando despertara no importaba cuantas horas permaneciera en el lugar, algunas horas pasaron y Frank comenzaba a despertar, trato de moverse desorientado pero el dolor en su hombro lo hizo quejarse, inmediatamente Candy lo tranquilizo

- Frank no debes moverte estas herido – indica la rubia

- Candy – dice con alivio – Candy que te sucedió – dijo al mirar la frente de la rubia

- Yo estoy bien, fue solo un raspón, pero tú debes descansar 

- Que me sucedió – pregunto

- Al parecer una varilla atravesó tu hombro, no daño nervios pero perdiste mucha sangre, así que debes alimentarte muy bien para que te recuperes y obedecer en todo las indicaciones de los doctores – dice la dama

Frank no pudo evitar sonreír – Entendido doctora – dice sorprendiendo gratamente a la rubia – pero mírate eres una paciente y estás hablando como Doctora

- Ho lo siento – dice sonrojada – pero es que no quisiera que te lastimaras tardarías mas en recuperarte

- Si entiendo – dice el joven más tranquilo – me duele muy poco realmente – la mira  con cariño – me  preocupe mucho por ti – dice tomando su mano – después de que te quedaste dormida fui a ver a un amigo, cuando regresaba escuche la detonación y luego todo fue destrucción – así continuaron platicando sobre lo sucedido.

 En otra parte de Calais un Buque desembarcaba, un joven se abría camino entre los pasajeros, quería bajar de inmediato y ante el disgusto de varios pasajeros que fueron empujados, por fin logro bajar primero que todos, corrió hacia el exterior buscando un coche que lo llevara al único hospital que había en la pequeña ciudad, al llegar bajo de inmediato, para estas horas Candy  ya había regresado a su habitación para cambiarse de ropas y esperar a ser dada de alta. Terry entro y se dirigió rápidamente a recepción donde había algunas enfermeras; entre ellas platicaban pero el ingles se dirigió con voz firme a una de ellas distrayéndolas de su plática – Disculpe señorita busco a una persona – indica

Absortas ante la hermosura del caballero todas lo miraban con especial atención – Busco a una persona que seguramente esta aquí – repitió nuevamente

- Oh si – dice una volviendo a la realidad – cuál es el nombre de la persona – pregunta mientras las demás volvían a su plática y entre susurros algo alcanzo a escuchar “ entonces es la novia del Dr. Curtis “ expreso una con asombro “ incluso podría ser su prometida, Lucille me comento que buscaba desesperadamente una joya entre sus pertenencias” la curiosidad del ingles era mucha y no dudo interrumpir la plática – El Dr. Curtis se encuentra aquí – pregunto con curiosidad

- Si joven, acaso usted lo conoce, es él a quien busca– inquiere la recepcionista

- Si le conozco, es un reconocido cirujano y además hijo de un reconocido Duque de Escocia – dijo despertando la curiosidad de las enfermeras

- Entonces es un Duque – expreso una asombrada

- Con razón el director ordeno que se le llevara a un cuarto privado– dijo una mas

- Bueno si viene a verlo el está en el cuarto 113 hay una enfermera al inicio del corredor – indica

- Muchísimas gracias – dice regalando una encantadora sonrisa, camina por los pasillos y mil pensamientos venían a su mente, acaso la novia de quien hablaban era Candy, quien más si no, pero como pudieron suponer que eran novios, que paso durante el tiempo que estuvieron en Francia, su cabeza daba vueltas. A esas horas Candy ya estaba de regreso en la habitación de Frank y ambos comentabas sobre los rumores respecto a ellos, sin embargo gracias a esos rumores Candy podía permanecer junto al galeno y estar al cuidado de su recuperación.

- Así que novios – expresa sonriente

- Puedes creer toda la historia que han inventado – dice sorprendida Candy

- Eso es mejor a que estén haciendo comentarios sobre la guerra – agrega el rubio

- Tienes razón – dice pensativa – no lo había reflexionado de esa manera

- Además estas aquí por ese motivo de otra manera estarías en la sala de espera – indica el rubio

- Tienes razón entonces no es tan malo que piensen que somos pareja – dice más tranquila

Terry llegaba a la puerta que se encontraba entreabierta los murmullos advirtieron que no estaba solo, mientras se acercaba esos murmullos eran más conocidos, no cabía duda que Candy estaba con él, se acerco lo suficiente y escucho con atención

- Es bueno ser tu prometido – dice sonriendo 

- Frank – repone con cariño – bajo estas circunstancias si es bueno – contesta con dulzura

Terry sorprendido se quedo paralizado, no daba crédito a lo que está escuchando, no solo que era la novia de Frank sino que ahora eran prometidos, apretó sus puños con coraje – maldición – pensó – que imbécil he sido yo preocupado por Candy y ella simplemente no piensa más en mi – pensaba lleno de dolor, su corazón se encontraba dolorido ante esas palabras – acaso todo comenzó el día que regrese a Londres, los encontré tan cariñosos, si claro no dudo en conquistarla – pensaba y su mente comenzó a tejer una absurda historia – esto no puede quedarse así, Candy deberá darme una explicación – dijo determinante mente, se giro en sus tobillos y salió del lugar hecho una fiera, deseaba no haber ido jamás a ese lugar, mientras Frank y Candy continuaban con su amena conversación, el ingles caminaba de un lado al otro aun dudaba si retirarse o regresar, pero algo entre los arbustos llamo su atención, era algo brillante y comenzó a reconocerlo conforme se acercaba, se hinco y tomo la prenda, era aquel regalo que le había dado a Candy como muestra de su amor, se encontraba tirado eso lo desilusiono aun mas, la tomo y la guardo en su bolcillo luego decidió retirarse.


Al día siguiente Terry ya estaba de regreso, inquieto, molesto y más decidido a continuar con sus planes, ahora encima de todo tendría que lidiar con el día en que llegaran Candy y Frank a Escocia porque seguramente ese era el propósito de Frank llegar con su familia, no tendría paz hasta saber todo lo sucedido, mientras se enfocaría en volver a tener un encuentro con Fanny. Eso no sería nada difícil aquella joven regreso al siguiente día al lago en busca del ingles, estaba confundida ante la repentina desaparición de Terry, se encontró sola ese día no tuvo mucho éxito y tras esperar algún par de horas decidió regresar.


Otro día mas transcurrió, Frank ya estaba mucho mejor un leve dolor que no le impedirían regresar a Escocia, así pues los dos jóvenes emprendieron nuevamente su camino esta vez el destino no los desviaría mas. También Fanny regreso al lago al siguiente día, no había nadie pateo el césped enfadada, tomo una piedra y la lanzo con fuerza al lago, el ruido ahuyento algunos pájaros de entre los arbustos, en lo alto de un árbol el ingles observaba toda la escena, ahí estaba en espera de la joven y de un brinco bajo diciendo - Que sorpresa, no esperaba verte por este rumbo 

La joven se sorprendió gratamente – creí que no había nadie – dijo mirándolo fijamente – vine porque te fuiste tan repentinamente que…. – el ingles la interrumpió

- Te pido disculpas por mi inapropiada conducta, fue un error y no volverá a pasar

- Está bien – repuso con tranquilidad – supuse que tenias que atender un asunto importante por la forma en que te fuiste

- Nuevamente te pido disculpas, no era mi intención hacerte sentir mal – dijo regalándole la mas encantadora sonrisa – porque mejor no caminamos un poco y me platicas un poco sobre ti 

- Claro – dijo nerviosa la dama – que podría decirte sobre mi mejor haz las preguntas y yo respondo

- Bien – dijo pensativo – ¿en donde vives? ¿Cuántos años llevas viviendo en Escocia?, ¿estás comprometida?, ¿tus gustos y pasa tiempos? – continua el joven ante la mirada sorprendida de la joven

- Son muchas preguntas – dijo de inmediato

- Soy muy curioso – repone sonriendo

- Está bien, vivo con mi abuelo el Conde Giraldi en su castillo desde hace algunas semanas, llevo más de 15 años viviendo aquí, anteriormente viví con mi tío Lissandro y mi primo Jean Paul – respondió la joven

La suerte estaba de parte del ingles – así que el Conde Giraldi es tu abuelo – dijo con aparente sorpresa

- Sí, me supongo que algo abras escuchado sobre él, pero te aseguro que solo son calumnias de la gente – dijo de inmediato 

- Entiendo – repuso con sequedad – ya me iras platicando sobre el – sonrió 

- Tu vives aquí o solo estas de visita Terruce – pregunto con curiosidad

- Hem… solo estoy de visita, a causa de la Guerra no pude volver a América, pero cuéntame más sobre ti, supongo que tendrás novio o algún pretendiente – dijo tratando de distraerla del tema

La joven se sonrojo un poco – es algo atrevido preguntar sobre esas cosas – repone 

- Es la única manera de saberlo preguntándotelo a ti directamente – dijo con tranquilidad – si no entonces como sabré si seguirte viendo

- Ho bueno siendo así, no tengo novio de hecho no he tenido novio nunca – repone 

- No puede ser, eres una chica tan bonita, elegante y de buena familia, no simplemente no puedo creerlo – repuso siguiendo con su juego

La joven aun más sonrojada – que cosas dices, eres demasiado atrevido. 

Así continuaron por el resto de la tarde platicando acompañados del hermoso paisaje que el verano les brindaba en sus últimos días, Terry más interesado por indagar mas sobre la vida de Giraldi que de Fanny, hacia ver su atracción hacia la joven si dejar de lado su verdadera intención.


En otra parte del mundo en Boston John caminaba por entre la gente tratando de dar con la casa de Paty, por fin pudo ver aquella enorme casa, era tan lujosa jamás imaginó que la joven vivera en un lugar así, siempre tan sencilla en su apariencia, un largo barandal se alzaba protegiendo la propiedad, en el fondo un mozo cuidaba las plantas tarareando una canción, John agito la campana captando la atención del hombre que de inmediato camino hacia el portón.

- A sus ordenes joven – dijo el hombre

- Disculpe es esta la casa de Patricia O’Brien - pregunta

- Si aquí es – repone con tranquilidad

- El joven respiro con alivio – Puede  decirle que la busca John Matheus – dijo con una enorme sonrisa

- Ella no se encuentra – dijo el mozo – esta mañana salió muy temprano con maletas 

- ¿Cómo? – pregunto desconcertado – regreso a Chicago

- Lo ignoro pero no lo creo ya que dejo una carta para la Señora Martha

John no lograba entender que pudo pasar con Paty, estaba confundido, triste y se podía ver con facilidad – quiere pasar, puedo ofrecerle un vaso de agua joven – dijo el hombre al verlo

- No descuide estoy bien, solo que pensé que la iba a encontrar – dijo con desilusión

- Sinceramente la vi muy cambiada, no solamente en su forma de vestir y sin lentes, mucho más seria de lo normal, casi no probo bocado y cuando se despidió esta mañana parecería que no fuera a volver nunca – concedió el mozo

El joven sentía más que tristeza, respiro hondo y se despidió – Gracias es usted muy amable – volvió a la estación, no había mucho que hacer tenía que volver a Chicago y solo esperar a que se comunicara con su abuela, sentía que la había perdido para siempre, pero tenía la esperanza de que recapacitara y solo fuera un arranque de la joven maestra.


En Chicago también estaban ocurriendo algunos sucesos, ese día Albert recibiría una visita inesperada, en su oficina revisaba algunos negocios junto a Archie – solo faltaría recibir la contrapropuesta de los inversionistas de la India tío – repone con satisfacción

- Este negocio es muy importante Archie, hay demasiado dinero en juego y debemos ser muy cuidadosos con ellos.

- Claro yo me estoy encargando personalmente tío, quédate tranquilo en cuanto lleguen los papeles te los daré para elaborar el contrato y enviárselos firmado – dice el joven

- Has aprendido mucho Archie – dice con orgullo – confió plenamente en ti – en ese momento un golpe en la puerta los distrajo, la secretaria anunciaba la llegada de Neil

- Neil aquí – dice Archie con sorpresa

- Hazlo pasar – indica el rubio

El joven Legan entraba ante la mirada sorprendida de ambos caballeros – Hola tío, Archie – saluda amablemente

- Hola Neil, pero que sorpresa – dice el joven elegante

- Ya lo ven, decidí venir en busca de una oportunidad – dice mirando a Albert 

- Oportunidad – pregunta el rubio con curiosidad 

- Si – repone con seriedad – podrías dejarnos solos Archie – se dirige a su primo

- Claro – dice de inmediato poniéndose de pie – con permiso

- Toma asiento – le indica el rubio – que es lo que necesitas – pregunta

- Tío yo, pues…. – toma aire – quisiera pedirte la oportunidad de trabajar aquí en el banco – dice un poco nervioso

Albert se quedo mirándolo un momento – no estabas encargado del Hotel – inquirió

- Si – repuso  de inmediato – pero quiero demostrarle a mi padre que realmente quiero empezar desde abajo, no me ha dado mucho crédito en mis ideas con respecto al manejo del Hotel por lo que pensé en demostrarle que puedo trabajar en cualquier otro lugar sin depender de el –concluye

- Sin embargo has venido hasta aquí, que diferencia habría si trabajas aquí o allá – dice el rubio 

- Que en este caso quiero que me des un puesto de bajo nivel – dice sorprendiendo a Albert

- De bajo nivel – inquiere – quieres decir que no importa si estas bajo las ordenes de cualquier persona 

- Si tío, así es – dijo con firmeza el joven

Albert asiente, tal vez Neil había madurado y estaba dispuesto a empezar desde abajo – Bien entonces estarás bajo las ordenes directas de Archie – dijo convencido 

- Por supuesto tío, veras que no te defraudare y estarás muy orgulloso de mi – dijo con seguridad

- Bien entonces ve y ponte a las ordenes de Archie, dile que yo he dado la orden – indica

- Bien – dice complacido – luego sale de la oficina, afuera Sara esperaba para pasar con Albert quien al verla al abrir la puerta no duda en venir a su encuentro

- Que sorpresa tan agradable – dice el rubio saludando a su novia ante los ojos sorpresivos de Neil – ha mira Sara – dice mirando al joven – el es mi sobrino Neil Legan quien empezara a trabajar en el banco desde hoy 

- Mucho gusto – dice la joven sonriendo

- El gusto es mío Señorita – asiente complacido – bueno me retiro – dice retirándose del lugar, pensativo “ así que la novia de Albert, es bueno saber que tiene una debilidad “ piensa con malicia “ te dije que me las pagarías tío “ luego llego con Archie poniéndolo al tanto de la situación cosa que no le agrado mucho pero tenía que obedecer sin remedio. Le dio un par de tareas para probar su eficiencia y buena voluntad.

En Escocia en la Villa Rosell la Condesa se encontraba en cama, hacía varios días que sentía cansancio, muy pocas ganas de salir pero más que nada un dolor en su pecho inexplicable, el doctor la había revisado pero no encontró nada extraño, solo era emocional su padecimiento y no era para menos una madre siente cuando sus hijos están en peligro aun si no los tiene cerca, tal fue el caso de la Condesa cuando el tren sufrió ese accidente en Francia, ella podía sentir esa angustia de consolar a su hija y hacerle sentir protegida, ahí estaba triste y sin ánimos, Margaret se esmeraba por hacerle sentir mucho mejor y Daniel inquieto no podía esperar más las noticias de Francia, vivía en un hilo su corazón tras enterarse del accidente, pero las buenas noticias llegaron a través de un telegrama que le había mandado el Teniente Neville en respuesta de otro telegrama que el mismo le había enviado solicitando información “ nada de qué preocuparse la doctora sana” era todo lo que necesitaba saber, regreso a su casa mucho más tranquilo y fue a ver a su madre para darle un poco de consuelo – Como te sientes madre – dice con cariño tomando su mano 

- Un poco mejor – indica – tu padre no entiende mucho porque siento angustia en ocasiones, pero yo sé que es por ella – dice con tristeza

- Como desearía traerla aquí y que por fin termine esta búsqueda – repone

- Lo sé hijo, pero quiero decirte un secreto – dice mirándolo fijamente

- Dime – se acerca mas

- Sé que pronto la veré – dice con esperanza – lo siento es algo que no te puedo explicar hijo pero yo lo sé – asegura

- Si lo sé madre – dice sonriendo entre lagrimas

- Es verdad hijo, no estoy enloqueciendo – repite

- Si entiendo madre – dice más que convencido – pronto la veremos

La Condesa sonríe – no me explico porque Laila no ha escrito, ha pasado más de un mes desde la última carta 

- Madre en muchas ocasiones la correspondencia demora y más aun viniendo desde América – agrega

- Lo sé, esperare lo que sea necesario – dice un poco mas aliviada – hijo porque no acompañaste a tu padre con el Duque, casi nunca lo acompañas cuando lo visita – dice pensativa

- No supe que iba – se excusa – lo acompañe cuando volvieron y créeme madre que tratar con su hijo es lo más difícil que he hecho, no quisiera tener roses con el 

- Así que es verdad – dice moviendo la cabeza en reprobación – tu y el hijo de Richard han tenido enfrentamientos – inquiere

Daniel se sorprende un poco – que te conto mi padre – pregunta

- Se lo de esa chica, hijo si una mujer provoca enfrentamientos entre dos hombres no creo que sea tan buena mujer – dice con determinación

- No sé qué te haya contado, pero te aseguro que ella es la menos culpable, en todo caso es mi necedad y la altanería de ese “ Duque” – dice recalcando la última palabra

- Hijo, aunque lo digas así, hay mucho que agradecerles, Richard nos ha tendido la mano en múltiples ocasiones, ahora mismo está escondido a causa de nosotros y tu haciendo ese tipo de desaires a su familia – dice inquieta

- Te aseguro que trato de evitar a toda costa enfrentamientos con ese tipo, por lo mismo no quiero ir, además es él quien me provoca, lo ignoro y trato de no exaltarme, pero el día que me canse no podría prometer que me contendré – dice molesto – ese día me defenderé como los hombres

- Que terco eres – le riñe su madre – y todo por esa mujer, solo espero que ese fuego que sientes por ella se apague y se acaben los roces entre ustedes 

- Madre! – expresa con sorpresa – como puedes decir eso, no la conoces y cuando lo hagas entenderás tantas cosas, ese tipo solo quiere aprovecharse de ella y hacerla sufrir y yo no se lo permitiré – dice con coraje y caminando hacia la puerta – si me disculpas tengo cosas que hacer – sale a prisa topándose con Margaret quien solo mira extrañada 

- Que sucede – pregunta la joven

- Ni siquiera yo lo sé, Daniel defiende a esa chica que conoció en Francia y ha nacido una enemistad entre él y Terry que no me gusta nada – repone preocupada

Margaret la mira confundida, tenía la versión de Daniel sobre Candy pero también su comportamiento era de rebeldía – Seguramente hay una razón muy poderosa madre – trata de tranquilizarla – el me ha contado algunas cosas sobre ella que me parece tan exagerado que se refieran a ella como una mala mujer, tal vez sería mejor esperar, incluso no sabemos si un día la conocemos, quizás ya no la vuelva a ver y ustedes están tan molestos – dice sentándose a su lado

La Condesa se queda pensativa – podría ser, ojala y todo esto sea solo un capricho pasajero de Daniel – indica

- Qué te parece si mejor te preparo el baño y te arreglas para bajar a comer – dice más animada Margaret

- Tienes razón un baño siempre es una muy buena medicina – dice más tranquila

La joven se retira a preparar lo necesario para atender a su madre mientras la Condesa llena de preguntas y dudas no entiende la situación que están viviendo, su inquietud al no recibir respuesta de Laila la sumía en una terrible depresión y la actitud de Daniel la alteraban aun mas.


Algunos días pasaron, Candy recuperada terminaba de preparar su maleta para viajar a Escocia, Frank usaba un vendaje sobre el hombro y una férula en su brazo, también esperaba inquieto su salida del Hospital, la rubia salió del cuarto y fue con Frank quien ya estaba listo en espera del Doctor – Todo quedo listo – dice la joven al entrar

- Acaba de irse la enfermera, el Doctor no tarda en venir – indica – pudiste mandar el telegrama a mi tía – inquiere

- Si desde ayer en la tarde lo lleve a la oficina de correos – repone – ya debe saber que llegaremos mañana

- Gracias por todo – dice el joven – esta vez sí llegaremos – indica con tranquilidad

- Es lo menos que haría Frank – dice la joven 

En ese momento la puerta se abrió entrando el Doctor con algunos documentos que fue firmando el rubio – si siente algún dolor tomara estas pastillas – indica el galeno tendiéndole una caja de medicamento – ya sabe como cambiar el vendaje – dice mirando a la rubia

- Si Doctor no se preocupe – indica Candy

- Al menos quince días mas y estará en condición de viajar atendiendo su petición de volver a América – dice el Doctor

- Gracias Doctor – dice Frank

- No tiene por qué darlas Dr. Curtis para eso estamos no es así – dice mirando a ambos

- Si gracias por todo Doctor

- Bien pues de mi parte es todo un gusto conocerlos – dice el doctor dando un fuerte apretón de manos a ambos jóvenes

Salieron del Hospital y un coche los esperaba ya para llevarlos al puerto para viajar a Dover, nerviosa Candy porque sabía que en esta ocasión su destino ya estaba marcado, volver a ver a Terry era un tema que le inquietaba, pero se sentía tranquila de que Frank supiera toda la verdad sobre ellos y además haya tomado las cosas con tanta madurez; por su parte el rubio ideaba un plan para ver a Daniel y hablar con él sobre la rubia, no quería dejarla sola, sabia el peligro en el que se podría encontrar Candy si el Conde Giraldi se enteraba de quien era, pero también deseaba que ella tuviera todo lo que se merecía, todo lo que le había negado la vida desde su nacimiento, deseaba verla feliz. Abordaron y cada uno se dirigió a sus camarotes, no había nadie de quien despedirse y además no era un barco comercial, la sirena del barco sonó y comenzó a moverse, el corazón de Candy latía cada vez más rápido, pensando solo en su amado Terry, aun si perdió su joya siempre lo sentía cerca de ella.


En Detroit una joven caminaba entre las calles buscando una dirección, tras caminar por algunos minutos llego al lugar, era una Escuela Primaria, toco una campana y de inmediato le abrió una mujer mayor con su cabeza llena de canas – a sus ordenes señorita – dice con amabilidad

- Soy Patricia O’Brien vengo con la Directora Emma Kingsley – indica

- Ah sí – dice sonriendo – yo soy señorita, pase usted

Paty se sorprendió un poco al verla con una escoba y un delantal – espero no haber llegado en un momento inoportuno 

- Por supuesto que no hija – dice quitándose el delantal – disculpa las condiciones en que te recibo, pero nos quedamos sin servidumbre desde hace más de un mes, su esposo enfermo de influenza y ella estuvo al cuidado de su salud – indica

- Que lamentable, ojala se recupere – dice la joven

- Al parecer sí, pero no volverá hasta que este fuera de peligro – repone – pasa, toma asiento – le indica entrando a una pequeña oficina

- Leí tus documentos, me parece muy completa tu formación además de tu experiencia como educadora, debo serte muy sincera – la mira fijamente quitándose los anteojos – son muy pocos los niños que asisten a clase, desde que hay brotes de influenza la gente casi no sale, los pocos niños que vienen no se dejan el cubre boca, quieren correr, brincar no podemos estar siempre atrás de ellos, sin embargo seguimos con las puertas abiertas, tampoco te quiero mentir sobre la paga – dice encogiéndose de hombros – no es mucho el presupuesto que tenemos por lo que solo te puedo ofrecer lo que te había dicho en la carta 

- Está bien, no importa la paga, solo quiero la oportunidad y ya veremos cómo se presentan las cosas, por mi parte hare lo posible por ser la mejor maestra – dice la joven

- Entonces quedas contratada – dice tendiéndole la mano – la habitación que te comente solo le falta un poco de limpieza, como veras no he podido siquiera ocuparme de eso – dice apenada

- No se preocupe yo misma limpiare y me ocupare de eso, además le ofrezco mi ayuda para cualquier cosa que se le ofrezca – agrega la joven

- Ho gracias, cualquier ayuda es Bienvenida, pero primero ve instálate, mañana conocerás a los otros maestros y luego nos organizaremos con todo – indica la mujer

- Gracias – dice la joven y luego se conducen hasta la habitación donde seria de ahora en adelante su nuevo hogar, al entrar y quedarse sola, deja escapar un suspiro acaso estaba haciendo lo correcto, huir de su realidad le ayudaría a olvidar, ni siquiera era capaz de pensar en sus sentimientos lo único que deseaba era que el tiempo le ayudara a sobrellevar sus penas.


En Chicago un joven de cabello castaño se encontraba en una cantina acompañado de dos hombres de mal aspecto, su gorra, anteojos y barba no dejaban ver su rostro, su ropa fina y elegante la cubría con una capa rasgada, el aspecto de sus acompañantes no dejaba bueno que desea, descuidados de su vestimenta y persona escuchaban con atención al joven quien les daba instrucciones claras sobre el trabajo para el que los había contratado – Por lo regular sale a las cinco de la tarde – les dice – pero solo quiero que le den un susto

- Esa es mi especialidad – dice uno burlándose

- No quiero que la toquen entiendes – ordena – solamente un aparente robo

- Está bien se hará como usted diga – dice el otro que era alto delgado y con barba, le faltaban algunos dientes y su cabello entrecano 

- Pero debe ser el jueves ese día su novio no va por ella, regresa sola por las calles que ya les indique – dice el joven

- Muy bien entonces se hará como usted mande señor

- Bien – saca de su saco un sobre – esta es la mitad de lo acordado, cuando el trabajo este terminado les daré el resto

Uno de los hombres toma el sobre y lo entreabre moviendo la cabeza aprobatoriamente – entonces nos veremos al día siguiente de terminado el trabajo a la misma hora aquí – repone con satisfacción

El joven se pone de pie los mira a ambos y solo se retira aprisa para no ser visto por los demás clientes, sus paso daban zancadas largas quería salir rápido de ese lugar en el camino se arranca la barba y la deposita en un cesto de basura, en su coche se quita las gafas y la gorra, una media sonrisa revelaba su malicia – te dije que me las pagarías – murmura, luego pone en marcha su coche y se marcha del lugar…………


lunes, 5 de julio de 2021

 

CAPITULO 32

Trenes

La gripe Española seguía cobrando vidas, tras dos días de luchar contra el virus finalmente Wendy perdió la batalla, sus pulmones terminaron desangrándose, en vano fueron los esfuerzos por suministrarle los medicamentos ya que iba en una situación muy grave. Shanon había permanecido a su lado hasta el último momento, tenía un sentimiento de culpa pero también entendía que todos somos dueños de nuestras propias decisiones, la situación con Wendy le había dado una dura lección, dejaría atrás esa vida y comenzaría de nuevo, la cercanía con John durante esos dos días también la habían hecho recapacitar, no entendía muy bien pero empezaba a sentir algo por el galeno, el amor era un buen aliciente para empezar a cambiar su vida.

Si el amor era un buen motivo para recomenzar también eso entendía Paty, quien después de cuatro días pudo disfrutar nuevamente de su vida cotidiana, ni siquiera espero la visita de John para retomar sus actividades, quería sentir el calor del sol en su piel y el cálido abrazo de los niños, lo primero que hizo fue salir y disfrutar la belleza de la colina, respirar el aire puro que llenaba sus pulmones. La abuela Martha agradecía a Dios por la salud de su nieta y pedía también por aquellos que no habían logrado salvar su vida. La joven maestra visito la tumba de la pequeña Alice por quien dijo una oración en silencio, después de eso volvió al Orfanato para ayudar a preparar los alimentos, justo antes de la llegada de John a quien esperaban para agradecerle con un pequeño gesto tantas atenciones recibidas.

Laila Connor también estaba recuperada por completo, en días posteriores iría a visitar a Paty para agradecer y también quería indagar mas sobre la doctora en tanto recibía respuesta del Conde Rosell, antes de asegurar cualquier cosa necesitaba reunir todas las pruebas necesarias, un presentimiento le hacía saber que estaba muy cerca de la verdad. Sin embargo el Conde Giraldi estaba decidido a encontrar antes a la hija de Rosell, por lo que hizo llamar a Tadeo uno de los hombres de mayor confianza para darle instrucciones especificas para evitar ese encuentro, aquel hombre era robusto y alto, su semblante bastante sereno siempre y bajo cualquier circunstancia, apenas llego y Giraldi aseguro la puerta

-          Te hice venir porque tengo una nueva misión para ti – dice en tono muy bajo – pero antes de decirte lo que quiero, necesito que me digas todos los detalles sobre aquel día cuando robaron a la hija de Rosell, quiero saber cada detalle de ese día – dijo acomodándose en la silla delante del escritorio

-          ¿Detalles? – pregunto – se lo conté todo cuando volvimos

-          Lo sé, pero quiero saber cómo iba vestida la bebe, la manta que llevaba o alguna prenda en especial – repone

El hombre comenzó a recordar ese día, como podía olvidarlo….

 

>>>>>>>>>>><<<<<<<<<<< 

 

Varios hombres estaban reunidos alrededor de una fogata, afuera de una vieja choza en medio del bosque en algún lugar de Australia, las chispeantes flamas aminoraban un poco el frio del mes de Septiembre, uno de ellos se puso de pie para prepararse a marchar apenas amaneciera – Luciano solo tu vendrás conmigo – indica con voz ronca y clara

-          Pienso que deberías llevar más hombres – repone uno de ellos

-          No necesito más gente – dice enfundando su pistola

-          Podrías necesitar apoyo – insiste

-          Claro – exclama burlón – un bebe de unos meses suena muy peligroso ¿tú qué piensas? – pregunta a Luciano

Se ríe también – si suena peligroso, sobre todo sabiendo que una mujer débil y cansada está cuidando de ella – agrega con ironía

-          Está bien no discutiré – dice resignado el hombre volviendo a su asiento

-          Nos iremos antes del amanecer, a esa hora la mujer sale a buscar alimento – indica – será de lo más fácil, una vez con la niña ya veremos que hacemos – concluye

Así pues como lo había planeado emprendieron su camino, no estaban muy lejos por lo que llegaron muy a tiempo, aquella mujer se encontraba adormilada, miro a su pequeña bebe y la abrazo contra su pecho, luego le dio la bendición y puso algo sobre su pecho, se levanto y se retiro en busca de un poco de alimento, sus ropas rasgadas y sucias eran una muestra de los días que había pasado en el abandono. Apenas se retiro y Luciano corrió al lugar donde estaba la bebe, Tadeo lo siguió vigilando sigilosamente que nadie estuviera cerca, tomaron a la bebe y se escabulleron entre el bosque, pero antes de llegar a la choza aquel hombre robusto le pide a su compañero que se detengan – pero que sucede – inquiere Luciano

-          No te parece que es una infamia lo que nos ha pedido el Conde – pregunta

El hombre mira a la bebe que tenía en sus brazos afirmando con la cabeza – pero si no hacemos lo que nos dice….. nos tiene en sus manos, podría hacerle daño a mi familia – asegura con miedo

-          Entonces es correcto que muera un bebe para preservar la vida de nuestras familias – repone con su acostumbrada tranquilidad

-          No entiendo, ¿qué me quieres decir’ – pregunta – creí que tú eras uno de los hombres más fieles del Conde, ¿qué pretendes que haga? – inquiere

-          Mira – dice apretando sus labios – sucede que…… yo conozco bien al Conde, se varios secretos y además se como dejarlo conforme tras algún percance que pudiera suceder en cada misión que nos manda – indica el hombre

-          ¿Qué quieres decir Tadeo?, se claro conmigo no me confundas – dice mirando hacia todas partes cuidando que no viniera nadie

-          Estas tan nervioso – dice el hombre – Aquí en esta maleta tengo suficiente dinero para que te vayas a cualquier parte del mundo, para que desaparezcas – dice mirándolo fijamente – también una carta de tu esposa – dice sorprendiendo a Luciano

-          ¿De mi esposa? – pregunta intrigado – pero que tienes que hacer con una carta de mi esposa

-          Ella te espera en el puerto aquí en Australia – dice con suficiencia – de todos los hombres en ti es en quien más confío – continua – no puedo permitir esta clase de actos así que te pido que tomes el dinero y a tu familia y te desaparezcas para siempre, es dinero suficiente para darte una vida decente, pero sobre todo libre

-          No entiendo Tadeo – dice confundido – como puedo estar seguro que no le dirás donde estoy, querrá matarme en cuanto se entere – dice con miedo

-          Nadie mata dos veces a la misma persona - indica – le diré que hubo una riña y que otros hombres buscaban a la niña, que los enfrentamos y que desgraciadamente te fuiste por un cañón hasta el fondo cuando te aventaron de la carreta en donde huían

El hombre se queda pensativo, comenzaba a convencerse – y, ¿por qué no huyes tú?, si me vas a dar dinero quiere decir que no tienes necesidad para quedarte al servicio del Conde – pregunta desconcertado

-          Yo aun tengo un asunto pendiente con el – repone – he esperado años y tendré que esperar otros tantos para poder concluir con lo que tengo pendiente – dice algo desanimado

-          Está bien – dice resignado – no voy a desperdiciar la oportunidad

-          Solo te pido que te lleves la carreta a todo galope – indica – todo debe ser creible entiendes, yo me encargo de la bebe – dice pensativo

-          Bien pues entonces suerte Tadeo y gracias por esta oportunidad

-          Anda vete ya – dice con voz fuerte y tomando entre sus brazos a la pequeña bebe, acomodo la muñeca entre sus ropas y luego caminó por entre el bosque hasta donde estaba una humilde casa,  ya había estudiado la situación y tomo sus precauciones, llamo a la puerta y una mujer de color abrió, no se sorprendió al verlo

-          Señor – dijo mirando la bebe – pensé que ya no venia

-          Necesito que te vayas de inmediato – ordena

-          Pero no se a donde ir, soy una simple vendedora

-          Arréglatelas, te daré un poco de dinero pero júrame que te iras de aquí

-          Está bien señor, tomare algunas cosas y me iré, esta pequeña no tiene porque morir la cuidare con mi vida

Después de eso aquel hombre salió y busco un pequeño barranco que tenía también visto, todo tenía que ser creíble por lo que se dejo caer golpeándose en varias ocasiones, su ropa quedo desgarrada, como pudo se incorporo y volvió a la choza junto con sus otros amigos quienes al verlo de inmediato lo atendieron

-          ¡Pero qué demonios¡ – expreso uno alarmado

-          ¿Qué sucedió? – pregunto otro

-          Nos emboscaron – Tadeo comienza a relatar todo tal cual lo planeo, aquellos hombres ingenuos creían todo lo que les decía – y es así como Luciano murió – concluye

-          Debemos ir por el cuerpo – dice uno sorprendido

-          Y qué tal si vuelven con mas hombres – replica el herido – podrían acabar con nosotros eran cuatro los que nos atacaron y no dudo que regresen

-          Pero entonces ¿qué le diremos al Conde? – pregunta uno nervioso

-          Yo me encargo – repone Tandeo – fue un accidente y ellos tienen a la niña, no sabemos si iban a salvarla o solo la querían para venderla

-          Es verdad – dice uno convencido – tal vez observaron a la mujer y decidieron robarla para venderla eso es  muy común en estos rumbos

-          Entonces es mejor empacar y largarnos de aquí – dice determinante, todos obedecieron y antes de medio día se encontraban abordando un barco rumbo a Inglaterra…

 

>>>>>>>>>>>>><<<<<<<<<<<<< 

 

El Conde lo saco de sus pensamientos – y bien ¿qué es lo que recordaste? – pregunta impaciente

-          Lo mismo que le conté hace casi veinte años, aquellos hombres nos tomaron por sorpresa, se llevaron a la niña tal vez para venderla – repone con seguridad

-          Pero la criatura traía algo puesto en sus ropas, algún juguete …. – pregunta desesperado

-          No señor, que yo recuerde solo la manta – repone secamente

-          Está bien, ya no te atormentare mas con preguntas – dice resignado – ahora quiero pedirte otra cosa

-          Diga usted ¿qué es lo que necesita de mi?

-          Mi nieta Fanny estará algún tiempo con nosotros y quiero que la lleves a los lugares donde ella desee, por la situación ella pudiera ser agredida así que te encargaras de su seguridad – dice el anciano

-          Bien como usted diga – dice finalmente

-          Es todo ya puedes retirarte – antes de salir aquel hombre se quedo algo pensativo

-          Amo – dice con seriedad

-          ¿Qué sucede? – pregunta con curiosidad

-          Anoche estuvo muy inquieta, se escuchaban sus gritos por todo el castillo – señalo Tadeo

-          Si lo sé – dice apretando la boca – debí dejarla morir hace años – murmura

-          Si la Srita. Estephany permanecerá una temporada aquí será mejor trasladarla a otro lugar

-          Si tienes razón – dice pensativo – hay un nivel más abajo las paredes son muy anchas y no creo que traspase el ruido, llévala ahí y ordena a uno de los hombres que lleve el alimento y agua.

-          Bien así lo hare – dice el hombre y sale de la habitación

El Conde Giraldi se quedó un momento más pensando en sus asuntos “ Rebeca pobre de ti, cuanta fue tu ambición que terminaste viviendo en la celda de mi castillo y pensar que Fanny esta tan cerca de ti y no puedes siquiera saberlo”, “ es el precio que pagaste por matar a Emilia la esposa de Lissandro, yo solo me apiade de ti “ dice burlón “ hubieses muerto aunque no hay mucha diferencia estas muerta en vida” dice maliciosamente.

Fuera del Castillo Tadeo esperaba pacientemente a la joven que de ahora en delante estaría bajo su protección, apenas llego y subieron al coche que los condujo hasta el centro de la ciudad de Londres para que la joven y caprichosa dama hiciera las compras necesarias, durante el trayecto no dudo en interrogar al hombre que trataba de ignorarla ya que no le agradaba mucho la idea de estar a su servicio.

-          Usted lleva mucho tiempo trabajando para mi abuelo ¿no es así? – inquiere con curiosidad

-          Si, desde antes que usted y el joven Jean Paul nacieran – repone

-          Entonces debe saberle muchos secretos a mi abuelo – dice mirándolo fijamente

-          ¿Secretos? – pregunta con indiferencia

-          Sabemos que mi abuelo guarda muchísimos secretos, eso es algo innegable – continuaba la joven

-          Si es tan obvio no entiendo porque lo pregunta

-          Sabe que anoche escuche gritos muy fuertes, gritos que erizaban la piel casi no pude dormir – dijo recordando

Tadeo se sorprendió un poco pero sabia controlar la situación – el castillo es muy grande y hace mucho que se mando construir sobre lo que era un convento no dudo que se escuchen los ecos que durante el día se acumulan en sus paredes, además yo no escuche nada

-          Pues yo sí, parecía como si pidiera ayuda – dijo sintiendo un escalofrío por su cuerpo

-          Estaré atento esta noche, para que nada interrumpa su sueño – dice con serenidad

-          Tadeo – dice la joven mirándolo fijamente – sabemos que no simpatizamos pero ya que mi abuelo insistió tanto en tener protección y siendo usted uno de sus hombres más confiables soportare su compañía – dice la joven dando por concluida la conversación

El hombre solo asintió con la cabeza, sabía que era una labor difícil ya que estaba acostumbrado a salir solo a cualquier sitio.

Una vez que llegaron a la ciudad se condujeron hacia las tiendas más exclusivas donde Fanny pudo olvidarse del mundo y dedicarse solo a ella. En otro punto de la ciudad un caballero bien disfrazado caminaba por las calles acompañado de su fiel amigo Mark quien al paso de los años se había convertido en un adolescente aunque con su mismo sentido del humor, Terry no soportaba el encierro y sabia bien como pasar desapercibido para las personas, una simple gorra y una barba artificial lo hacían ver mucho muy diferente.

-          Iremos a la librería necesito algunos títulos, ya he leído bastantes de la biblioteca de mi padre – dice el joven entrando en el pequeño establecimiento

-          Si Terry, además recuerda que debemos llegar por las telas de Katherine – agrega Mark

-          Tienes razón entonces debemos darnos prisa quiero aprovechar la tarde para cabalgar un poco

Al terminar sus asuntos en la librería se condujeron al almacén donde recogerían las telas que ya estaban pedidas, fuera de la tienda un hombre robusto caminaba de un lado a otro desesperado, el inglés lo miro con curiosidad al pasar junto a él, ambos jóvenes entraron y se dirigieron con el encargado quien de inmediato salió en busca del paquete.  Frente a los estantes una joven dama miraba fascinada las sedas y los shiffones – Desearía llevarlos todos – dice emocionada a la empleada que la atendía pacientemente

-          Creo que será mejor salir de aquí – murmura en voz muy baja el joven

-          ¿Qué sucede? – pregunta el inglés con curiosidad

-          Aquella joven que esta por allá es la nieta de Giraldi, debe venir acompañada por alguno de sus matones no creo que se haya atrevido a salir sola – explica

Terry se sorprende pensativo, tal vez las oportunidades venían solas sin buscarlas – ¿estás seguro que es ella? – pregunta

-          Claro que si, le conozco bien es una chica muy conocida en Escocia y Londres – dice convencido

-          Entonces lo más correcto será ponerme a sus pies – dice el joven conduciéndose hasta donde se encontraba la joven, para esto el joven de ojos azules se deshizo de la barba que ocultaba su rostro – Disculpe señorita – dice captando la atención de la dama

-          ¿Es a mí? – pregunta sorprendida y casi sin aliento al ver la hermosura de aquel hombre

-          Si es a usted, perdone mi atrevimiento pero no puedo evitar presentarme y ponerme a sus ordenes – dice el joven haciendo una reverencia que dejo casi paralizada a aquella dama

-          Ho, pues es un placer conocerlo Señor?... –

-          Terruce llámeme Terruce Graham – dice el joven depositando un beso en la mano de la joven

-          Mi nombre es Estephany pero me puede llamar Fanny – dice la joven nerviosa aun

-          No le molesto mas, me retiro solo espero verle de nuevo – dice el joven sabiendo que había logrado su propósito, Mark desde el mostrador casi no creía lo que había hecho su rebelde amigo, tomo el paquete y salieron del lugar, la joven dama aun lo siguió con la mirada a través de la ventana.

-          Me quieres decir ¿qué fue todo eso? – pregunta en tono serio

-          Fue un plan de último momento – dice el inglés – no pude dejar escapar la oportunidad creo que esto será mucho más sencillo de lo que pensé – agrega

-          No te entiendo, aun después que te dije que ella era la nieta de Giraldi tú haces tal cosa, cuanto se entere tu padre se pondrá muy molesto – decía el joven pero el inglés sonreía complacido

-          Mark tranquilo es que no entiendes – dice llegando al coche donde ambos abordan

-          Es evidente que no entiendo, no se a que viene una chica tan engreída como Fanny – dice algo mortificado

-          Si lo que quiero es que Giraldi pague por lo que le hizo a mi padre la única forma es estando cerca de él, sabiendo sus movimientos y sin que el sepa quién soy yo, por eso me presente como Terruce Graham, ¿entiendes ahora?

-          No lo sé – dice el joven negando con la cabeza – te puedes meter en verdaderos problemas si se llega a enterar que eres hijo del Duque

-          Pero no se va a enterar –dice lanzando una mirada fulminante al pobre joven que se sumía en su asiento.

-          Debes ser muy cuidadoso entonces con cualquier cosa que hagas, esa chica es de cuidado es lo único que te puedo decir – refunfuña

-          Yo también soy de cuidado o se te olvida también eso – dice satisfecho de su acto

-          Si lo sé también – el joven se quedo un momento pensando – entonces ya te olvidaste de Candy, yo pensé que… – pregunta pensativo

El inglés se queda casi paralizado – no deberías pensar – lo interrumpe – debo concentrarme en lo que hare – dijo sintiendo una gran tristeza porque sabía bien que si quería llevar a cabo sus planes tenía que olvidarse de su amada pecosa.

Continuo manejando hasta llegar a la Cabaña donde se escondían, por la tarde salió a cabalgar para aclarar sus pensamientos y planear su próximo movimiento. Mientras Fanny llegaba al castillo una constante sonrisa inquietaba a Tadeo pero entendía que siento una chica tan frívola todo era normal en ella, apenas llegaron y el hombre salió casi disparado a los túneles, camino al interior en el segundo nivel llegando hasta donde se encontraba un hombre ya mayor – Tadeo hace tiempo no te veía por aquí – dice con gusto al verlo

-          He tenido muchos asuntos que atender – indica – El Conde me ha encargado hacer varias cosas – ¿Cómo está? – pregunta con curiosidad acercándose a una celda

-          Estos últimos días ha empeorado – repone – anoche debiste escucharla ¿no?

-          Si por eso vine, la llevare al nivel de abajo, antes de salir di órdenes para que le prepararan una celda que fuera más acogedora que esta – dice mirando a la indefensa criatura que estaba en posición de feto sobre un montón de trapos sucios – ¿cada cuando la bañan? – pregunta

-          Lo más seguido que podemos, ella misma no se deja y nadie quiere venir a ayudar – indica el hombre

-          Ábrela por favor – dice indicando a la cerradura

El hombre abre mucho los ojos sorprendido – Pero ¿estás seguro, no se pondrá agresiva?

-          No, conmigo no se pondrá agresiva – dice tranquilizándolo

-          Está bien – dice mientras abre la puerta, apenas entro Tadeo y aquella mujer se abalanzo sobre el

-          Tranquila, tranquila – decía mientras  acariciaba sus cabellos – Madame le llevare a otra habitación entiende, más limpia y donde tendrá algunas cosas que le gustaran – dice mirando a aquella mujer que solo balbuceaba – vamos acompáñeme, ambos salieron y caminaron un nivel más abajo, sus piernas estaban lastimadas y caminaba con dificultad, pero sabía que ese hombre le había salvado la vida y no la dejaría sola, abajo las paredes eran tan anchas que  sería imposible que alguien le escuchara, al llegar la habitación tenía una cama con sabanas blancas, un taburete y una mesita con algunos objetos – mira hay hojas de papel y un tintero puedes dibujar lo que quieras, pero antes te darán un buen baño y te cortaran los cabellos – indica – la  mujer negaba con la cabeza resistiéndose a sus ordenes – Rebeca no le puedo ayudar más, si quiere recuperarse entonces debe cooperar, me es difícil atenderla a usted ya que debo estar a las ordenes del Conde – aquella mujer entendía dentro de su cabeza, aquel accidente la había dejado sin habla, solo emitía sonidos que manifestaban su estado de ánimo, pero algo no podía olvidar que el causante de su desgracia era el Conde Giraldi y ahora solo le quedaba conformarse con la ayuda que su protector le pudiera dar, una vez limpia y con el cabello corto, le llevaron alimentos y la dejaron una vez más en esa celda que sería su nuevo hogar.

-          Madame tratare de venir con más frecuencia – indica Tadeo despidiéndose de su protegida, se dirigió con el hombre que cuidaba esa parte del castillo – Sr. Pil quiero pedirle que esté atento a cualquier cosa que necesite o que note usted que se requiera, después de todo no tiene a nadie que cuide de ella – indica el hombre

El hombre asiente con la cabeza – usted y yo sabemos que si tiene a alguien, pero bajo estas circunstancias – dice mirando a la mujer – hare todo lo que pueda para que no se altere – Tadeo se despide y regresa a sus múltiples ocupaciones.

En su habitación Estephany terminaba de guardar todo lo que había comprado y sonreía constantemente recordando al caballero que conoció en el almacén, realmente quedo absorta con su presencia, soñaba despierta y ansiaba volverle a ver.

 

Varios días pasaron y en Chicago Shanon trabajaba como voluntaria en el Hospital, después de lo sucedido con Wendy tomo la decisión de ayudar aun si no recibía paga por parte del Hospital, Sara se encargaba de darle lo necesario para sobrevivir en lo que la situación mejoraba en los Estados Unidos. John miraba con aprobación el trabajo de la dama, pero ella lo único que deseaba era acercarse más al galeno, sin embargo el corazón del joven doctor ya había sido conquistado por alguien más; y precisamente la dueña de sus pensamientos había preparado una sesta con galletas y una botella de vino para agradecer las atenciones recibidas durante su enfermedad, caminaba apresuradamente por las calles cubriendo su boca para evitar contagio, entro al hospital y pregunto en recepción por el galeno dándole las indicaciones de forma inmediata ya que era bien conocida en el Hospital. Ese día Shanon se encontraba en el consultorio con John ayudaba a cambiar un vendaje y hacer una curación, la joven aprendía rápido lo que complacía al joven doctor, al terminar la joven limpio todo impecablemente – has hecho un muy buen trabajo Shanon – dice el joven mirándola con aprecio

-          Es poco con todo lo que he recibido por parte de ustedes, nunca olvidare la atención que le dieron a Wendy – dice con tristeza – además de darme la oportunidad de ayudar y devolver un poco de lo recibido – dice acercándose un poco a John que se encontraba recargado en el escritorio

-          Tal vez debas considerar estudiar para enfermera, estoy seguro que serias una excelente enfermera – dice moviéndose un poco en su lugar

-          ¿Tú crees? – dice con sorpresa y acercándose aun mas al joven

-          Bueno es solo mi punto de vista – dice un poco nervioso – se nota cuando alguien tiene vocación, además – dice pensativo – así no tendrías que volver a hacer lo que ya sabes … - dice un poco más nervioso

La joven asiente sonrojada – era la única forma de sacar un poco de dinero – luego lo mira a los ojos – lo único bueno de todo fue que te conocí – se acerca más a él logrando rozar sus ropas, a lo que John se puso de pie dando un paso hacia un lado – ¿acaso te pongo nerviosa? – dice la joven acercándose más y aspirando su aroma

-          Shanon sabemos que esto no podría ser jamás – dice el joven tratando de evitar a la joven que había puesto sus manos sobre su pecho

-          Siempre te quise John, pero sabía que no era bueno sentir nada por los clientes – dice recorriendo con sus dedos la solapa de la bata del joven

-          Siento mucho haberte causado daño, pero en ese tiempo ni yo mismo sabía lo que hacía – dice con su voz temblorosa y sintiendo un calor que recorría su cuerpo

-          No me causaste daño alguno – repone de inmediato – por ti supe lo que es sentirse amada – sigue recorriendo su bata hasta llegar al cuello – hace tanto tiempo que no te tenia así de cerca – dice mirándolo a los ojos y rosando sus labios con la yema de sus dedos – hace tanto que no pruebo tus labios – finalmente se atrevió a besarle intensamente, el joven respondió a la caricia sin siquiera haberlo planeado tal vez estaba sensible, tal vez también sentía la misma necesidad, dentro de sus pensamientos imaginaba que era su amada maestra quien estaba entre sus brazos y su beso se transformo y se hizo más intenso, la abrazaba y recorría su espalda con sus manos; afuera Paty caminaba por el pasillo hasta el consultorio de John, tenía ganas de verlo y más que nada deseaba confesar sus sentimientos, sin embargo lo que encontraría detrás de esa puerta le rompería el corazón, tomo la manija la giro y dio un paso adentro, se encontró con aquella escena escalofriante, John realmente estaba sumergido en los labios de aquella mujer, envolvía su cuerpo con sus brazos, la canasta cayó al piso alertando a los amantes que parecían comerse uno al otro, el galeno la miro asustado y mudo no articulaba palabra alguna, la joven miraba la reacción entre ambos – Señorita no le enseñaron a tocar la puerta antes de entrar – dijo separándose del caballero

-          Perdón, me equivoque de consultorio – dijo de inmediato saliendo del lugar

John corrió tras ella – Paty espera – pudo decir

-          John pero, ¿qué sucede? – pregunto la dama tratando de detenerlo

-          Debo hablar con ella – grito saliendo del consultorio

En el trayecto Paty paso junto a Sara sin siquiera verla, la joven Doctora se alarmo al verla corriendo y llorando, atrás John venia quien no pudo darle alcance – John pero que sucedió – pregunta al llegar junto a la joven

-          Sara – dijo lamentándose – ella nos encontró a Shanon y a mi…. besándonos – dijo con vergüenza

La joven se sorprendió abriendo mucho sus ojos – que lamentable – murmuro – creí que Shanon era parte de tu pasado – agrega

-          Y lo es – dijo recobrando la tranquilidad – mi presente y desearía que mi futuro sea Paty, debo ir al Orfanato y hablar con ella, iré a ver mi último paciente y me retirare – explica

Sara asiente con la cabeza, no dijo nada sabía que John había cambiado pero también tenía sus dudas respecto a su fidelidad, le conoció varias mujeres y nunca tuvo nada serio con alguna sin embargo desde que conoció a la joven maestra noto un cambio en el y tenía la esperanza de verlo feliz por fin.

Al llegar al consultorio el galeno miro a Shanon quien aun esperaba – lo que paso fue un error jamás debió suceder, te pido que por favor no vuelvas a intentar nada, desde hoy te pasare con otro Doctor para que te asigne las actividades – dijo secamente

-          Pero John – expresa con sorpresa – yo pensé….

El la interrumpe – pensaste mal, lo único que deseo es estar con ella – dijo mirándola a los ojos

La joven se sintió humillada – pero tú respondiste a mi beso – trato de explicar

-          Cometí un error y créeme que no volverá a suceder – dice el joven molesto – ahora déjame solo que necesito terminar aquí – indico

La joven bajo la mirada con un nudo en la garganta, salió del consultorio de inmediato y busco un lugar para estar a solas y poder digerir el rechazo del hombre que creía amar. También Paty busco la manera de desahogar su tristeza, tomo un coche hacia el Orfanato y antes de llegar bajo para caminar un poco antes de ver a su abuela y a las religiosas, fue a la colina y entendió porque Candy amaba tanto ese lugar, ese lugar era cómplice de alegrías y tristezas, bajo el abrigo del padre árbol se sentía más protegida y más tranquila, lloro un poco y pensó en lo que debería hacer ahora, necesitaba alejarse para poder olvidar, entendió que el amor no se forzaba y equivocadamente creyó que John amaba a la joven con quien lo encontró, tomo la decisión de volver a Boston ya era tiempo de regresar a casa, le dolía dejar a la
Hermana Maria y a la Srita. Pony pero confiaba en que Albert estaría al pendiente de ellas y de los niños, regreso y al entrar estaban las ancianas como de costumbre platicando de todo y de nada, se paro frente a la puerta y las miro sentadas en la mesa con una taza de te mientras los niños jugaban afuera, al verla saludaron cariñosamente pensando que había tenido un agradable encuentro con el galeno

-          ¿Cómo te fue en el Hospital, hay alguna novedad? – pregunto la abuela Martha con su acostumbrado animo

-          Bien … - tomo aire – todo es una locura allá – agrego tratando de evitar hablar del joven Doctor – De regreso medite y pensé sobre lo mucho que extraño Boston – termino de decir

La Srita. Pony se sorprendió pero también entendió que algo sucedía – Has pasado mucho tiempo aquí Paty, imagino que allá dejaste amistades y mas familia – dijo aun sorprendida

-          Si de hecho quiero volver – dijo para sorpresa de las mujeres

-          Pero Paty yo no quiero regresar – replico la abuela – aquí me siento más útil y más viva, allá solo estaba buscando algún trabajo o algo que me distrajera, aquí hay mucho que hacer, yo no quiero regresar – dijo con determinación

-          Está bien abuela, si no te quieres regresar por mí no hay problema

La Srita. Pony respiro con tranquilidad – entonces se quedan con nosotros un tiempo más – agrego

-          Solo mi abuela – contesto la joven maestra – yo volveré a Boston

-          Pero hija como te vas a ir sola hasta Boston – expreso su abuela – es peligroso además allá la casa está sola, ¿qué harás allá?

-          Abuela he viajado sola varias veces no será la primera vez y además quiero regresar y lo hare esta misma tarde – dijo sorprendiéndolas aun mas

-          Pero es que ¿cómo pudiste tomar una decisión tan pronto? – pregunto la abuela – algo sucedió entonces con John – aseguro

-          No tiene nada que ver John, además es solo un amigo no tiene por qué afectar en mis decisiones – trato de explicar – solo quiero volver así que hare mi maleta y me iré esta tarde

-          Paty – dijo la Srita Pony algo triste – porque no descansas un poco hoy y esperas a mañana para que no sea tan apresurado todo

-          Lo pensé muy bien, alcanzo el tren de las seis y llego antes de medio día de mañana – dijo más tranquila – solamente escribiré una carta para Albert agradeciendo sus atenciones y pidiendo disculpas por la manera tan abrupta de marcharme

-          No puedes irte y dejarme hija – trato de persuadirla la anciana – vine a hacerte compañía y ahora resulta que te vas y otra vez solas se supone que prometí a tus padres cuidar de ti

-          Ya estoy bastante mayor me has cuidado muy bien, no te preocupes por mi, sé que aquí estarás bien acompañada dijo mirando a la religiosa, solo pido que me entiendan – dijo mirándolas a ambas, en ese momento la Hermana María entraba con algunas cestas con vegetales

-          ¿Por qué tienen esas caras? – pregunto al verlas tan serias

-          Paty ha decidido volver a Boston – dijo la Srita. Pony

-          Pero Paty es una verdadera lástima que tengas que regresar, pero confío en que sea lo que sea te va ir muy bien – dijo entendiendo a la joven

-          Si tiene razón la Hermana María – recapacito la Srita. Pony – Candy se marcho y casi es un Doctora, ahora Paty deberá ir en busca de su destino – dijo con melancolía

-          Está bien hija – dijo la abuela – no sé que haya pasado pero confío en tu buen juicio, respetare tu decisión y te veré en Boston pronto – dijo encogiendose de hombros

-          Me alegra tanto saber que me entienden, no queda mucho tiempo – advirtió – me daré prisa para terminar la maleta – dijo finalmente, se retiro a su habitación y comenzó a empacar sus pertenencias con la convicción de que era la mejor decisión que había tomado.

En otra parte de Chicago John hacia lo posible por terminar sus compromisos para ir en busca de la joven maestra, pero un paciente herido de gravedad necesitaba con urgencia una cirugía, sin pensarlo dos veces se preparo para entrar al quirófano y operar al hombre, tardo casi dos horas antes que terminara, finalmente todo salió bien y por fin veía la hora de salir del hospital, apenas y faltaban diez minutos para las seis de la tarde se preparo y abordo su coche rumbo al Orfanato.  La joven maestra esperaba el momento de abordar su tren, la abuela Martha la acompaño y la animo en todo momento sabía bien que algo había pasado pero no quería agobiar a su nieta con preguntas incomodas, pensó que un tiempo lejos también le haría mucho bien , pronto el silbato de la locomotora anunciaba su salida, se despidió cariñosamente de su abuela prometiendo volverse a ver, iba nerviosa, triste pero con la esperanza de olvidarse de aquel hombre, jamás imagino que podría llegar a amar a alguien con tal fuerza, entonces creyó que todo lo que había escuchado mientras ella deliraba había sido solo parte de un sueño, un hermoso sueño.

El joven galeno llego al Orfanato, la Hermana María preparaba la merienda mientras la Srita. Pony estaba al exterior cuidando de los niños – John pero ¿qué le trae por aquí? – pregunto al verlo

-          Buenas tardes Srita. Pony, quisiera hablar con Paty si me lo permite – dijo algo nervioso

-          Pero es que ella no le dijo que se marchaba – inquirió con curiosidad

-          ¿Cómo? – pregunto sintiendo una punzada en el pecho – se marcho – dijo sin entender

-          Si esta misma tarde su tren salió para Boston – respondió la anciana

-          No puede ser – se lamento – a qué hora salió su tren

-          Debe estar saliendo – agrego, pero el joven apenas la escucho y corrió hacia el coche – hijo maneja con cuidado

El joven manejo lo más rápido que pudo, al llegar a la estación busco entre la gente, la abuela Martha ya regresaba cuando lo miro corriendo hacia la zona de abordar, pero el joven solo corría gritando el nombre de Paty, entonces entendió que algo mas grave había pasado para que su nieta tomara esa decisión, fue a buscarlo para explicarle que ella se había marchado ya, cuando lo encontró solo miraba a lo largo de las vías del tren con una gran tristeza – John – dijo – el tren salió hace cinco minutos

-          Cinco minutos – repitió con tristeza – fui un imbécil – se lamento

-          Hijo ella solo se marcho a Boston y sea lo que sea que sucedió con ustedes piensa en que todo tiene solución en esta vida menos la muerte – trato de confortarlo

-          Iré a buscarla a Boston entonces – respiro con alivio – jamás pensé que me enamoraría – agrego

-          Es Cupido que dispara cuando menos lo imaginas – dijo con gusto la anciana – ahora si me harías el favor de llevarme de regreso al Orfanato

-          Claro que si vamos – dijo ofreciendo su brazo – mañana mismo iré a Boston no quiero perder más tiempo, le debo una explicación a Paty y si usted me lo permite quisiera su dirección por favor.

-          Por supuesto hijo me da tanto gusto saber que solo fue un mal entendido, pero Paty es así toma decisiones sin pensar

Ambos regresan al Orfanato y una vez con la dirección John vuelve al Hospital para pedir un permiso especial por un par de días, por la tarde se preparo para salir en el primer tren hacia Boston. Al caer la noche la joven maestra trataba de conciliar el sueño, sabía bien lo que iba a hacer por lo que decidió que al llegar a Boston solo recogería algunas cosas y un poco de dinero para viajar a Detroit a buscar su destino y abrirse camino como maestra, poco a poco el sueño la fue venciendo hasta la mañana siguiente.

En la estación de tren el joven doctor esperaba ansioso abordar, iba lleno de esperanzas y de planes, tenía todo planeado, formalizar su noviazgo con Paty y luego de seis meses pedir su mano para casarse con ella, pero ignoraba la sorpresa que se iba a encontrar al llegar a Boston.

 

En Francia Candy también preparaba maletas, el tiempo había pasado tan rápido que llego el día en que se marcharía a Escocia, tenía la esperanza de ver a Terry y eso le hacía sonreír, Frank también preparaba maletas pensaba constantemente en la promesa que le hizo a Daniel, tenía la certeza que el joven haría lo imposible por cuidar de su hermana y realmente quería que Candy tuviera la vida que se merecía y el titulo que por derecho le correspondía, la mañana siguiente tomarían un tren hacia Calais para embarcarse a Dover, algunos médicos y enfermeras también viajarían para regresar a sus hogares.

A las cinco de la mañana la rubia ya estaba preparada y había ido a despedirse de su amiga Flammy que junto con Michael Girard le desearon un buen viaje, Flammy decidió quedarse en Francia a ejercer la medicina como lo había venido haciendo desde hacía varios años, era reconocida y respetada pero sobre todo ahora había encontrado en el Dr. Girard un compañero de vida, las jóvenes se despidieron y con lagrimas en los ojos la rubia abordo el coche que los llevaría a la estación.

Callada durante el trayecto solo pensaba en una sola cosa “ pronto te veré de nuevo” y tocaba su dije con el corazón que le había regalado Terry – vamos Candy – Frank la distrae de sus pensamientos – llegamos a la estación – indica

-          Si vamos – susurra

Al subir al vagón se acomoda en su asiento y a su lado Frank – ¿nerviosa? – pregunta el rubio

-          No lo sé, han pasado tantas cosas que un poco de tranquilidad me hará mucho bien

-          Mi tía Esther es una gran persona estoy seguro que te recibirá con mucho gusto – asegura el joven

-          Muchas gracias, hare todo por ser la mejor enfermera – agrega la joven

Durante el trayecto de ese día la rubia se mostro distraída pero también tenía un extraño presentimiento, trato de dormir un poco, pero las horas eran lentas.

En Escocia Esther terminaba de arreglar la habitación de huéspedes – quedo linda tiene una hermosa vista – le dice a su empleada

-          Si solo espero que esa joven realmente la merezca, eres demasiado confiada Esther así que debes tener cuidado con las personas que entran en la casa

-          Mi sobrino me la está recomendando para cuidar de ella, seguramente que no me traería a nadie indeseable a mi casa – dijo con seguridad – dijo que era linda y una muy buena persona

-          Eso lo veremos, yo misma te lo diré en cuanto la vea – dijo la mujer

-          Si claro – murmuro – bien es todo vamos a tomar el te Lia – le invita

-          Vamos – agrega

En otra parte de Escocia entre el bosque un joven trepado en una rama estaba pensativo, deseaba tanto dar su siguiente paso, habían pasado ya varios días desde el encuentro con Fanny y quería hacerse presente por lo que decidió que mandar una nota a la joven citándola en el lago, ese sería el escenario perfecto para su siguiente paso, dio un brinco y entro a su habitación escribió unas líneas y busco a Mark para que le llevara la nota.

-          Sigues con esa necedad – dijo al recibir la orden

-          Y tú debes obedecerme sin preguntar nada – le dijo con seriedad

-          Bien – replico haciendo una mueca

-          Y asegúrate que ella la reciba – le grito

Mark solo movía la cabeza en señal de afirmación, el inglés volvió a la Villa su padre mejoraba favorablemente y la noticia de que las tropas alemanas habían sido derrotadas en Somme era una señal que la Guerra pronto terminaría, sus hermanos lo miraban con curiosidad pero con cariño, Richard salía de vez en cuando para visitar a Margaret, Jeremy y Katherine recibían clases por las mañanas y por las tardes aprovechaba para conocerlos un poco más.

Al día siguiente por la mañana el inglés se levanto con muchos ánimos para su cita, se vistió de manera casual y tomo su caballo, galopo hasta el lago y espero pacientemente, mientras Fanny también había elegido un hermoso vestido, pidió que nadie la acompañara y de la misma manera tomo un caballo para llegar al lugar indicado, el inglés escucho el caballo y el crujir de la hierba acercarse, ahí estaba fresca, hermosa y con una inevitable sonrisa – Señor Terruce – dijo aun sonriendo

El joven se acerco complacido y beso su mano enguantada – a sus pies Estephany – dijo mirándola a los ojos

-          Fue muy atrevido que me citara en este lugar – dijo caminando por el lugar

-          Más atrevido es que haya venido – le dijo sonriendo

-          La curiosidad mato al gato – agrego

Así pues comenzó una amena platica, en donde cada palabra del caballero y cada movimiento era seguido por la dama, se sentía entre nubes cada vez que escuchaba esa seductora risa, el inglés sabía lo que hacía y lo único que quería era que la joven cayera rendida a sus pies y lo estaba logrando, así pasaban los minutos que se convirtieron en horas, parado frente al lago con sus manos en los bolsillos el silencio se apodero de ambos, pero una extraña sensación sacudió al joven, una angustia lo invadía dentro de su bolsillo su mano retorcía el pañuelo que la rubia le había dado, que sucedía no se lo podía explicar – perdón pero que sucede te has puesto pálido

-          Disculpa pero debo irme ahora mismo, yo te busco – dijo alejándose de aquel lugar, monto su caballo y galopo a toda prisa sin rumbo fijo, la angustia era cada vez más fuerte, que extraño sentimiento le invadía no lo sabía solamente quería ver a Candy en alguna parte, cerro sus ojos y trato de imaginarla.

En Francia unas horas antes de llegar a Calais una mina estallo bajo los rieles del tren en donde viajaban los doctores, varios vagones se salieron de las vías todo era confusión, Candy no supo que sucedió estaba dormida cuando el desastre paso, lo mas angustiante era que cerca de ella no estaba Frank, durante el viaje en varias ocasiones había ido a ver a algunos colegas en otros vagones por lo que desconocía el estado de salud de su amigo, su vagón había salido disparado algunos metros las personas que estaban cerca estaban conscientes pero heridas, algunos ya estaban ayudando a salir de los vagones, sentía un fuerte dolor en la frente y estaba algo mareada, se sentó nuevamente tratando de recuperarse y en ese momento alguien llegaba a brindar ayuda – por favor todos los que puedan caminar vaya saliendo – indico, varias personas se pusieron de pie y entre ellas la rubia su malestar era más fuerte casi no tenía fuerzas pero quería salir de ahí, al ir caminando se desvaneció aquel joven cargo a la rubia hasta afuera donde había varias personas dando auxilio.

Por la mañana en Escocia Terry sentía un dolor en su pecho, fue hasta el puerto para tratar de investigar algo que hubiese sucedido sobre la Guerra en Francia, varias personas hablaban del tema pero nada que le diera tranquilidad, por fin paso cerca de algunos hombres que platicaban sobre un tren – al parecer había aun minas sobre las vías, dicen que hay varios muertos – dijo uno – por lo que escuche venían varios doctores de Francia – dijo otro, al escuchar esto el inglés sintió una mayor angustia y se acerco a los hombres – ¿qué están diciendo? – pregunto

-          Sobre el accidente en Calais – dijo uno

-          Pero ¿qué sucedió? – pregunto ansioso

-          Una mina exploto en las vías del tren cuando este pasaba, venían doctores y hay muchos muertos – agrego, pero antes que terminara el inglés salió a toda prisa, llego a la Villa y tomo un cambio de ropa para tomar un barco a Calais, ni siquiera le aviso a su padre, su único propósito era ver a Candy quien estaba sumida en un profundo sueño.

En otra parte del tren un joven rubio estaba tirado, su hombro atravesado por una varilla le impedía moverse, antes de terminar de ayudar a sacar a todos los heridos hubo un asentamiento de vagones acompañado de un fuerte estallido que provoco que una varilla hiriera al joven, por fin escucho que alguien venia a brindarle ayuda y poco a poco también perdió el conocimiento.