Un deseo de Navidad
Nuestro camino estaba escrito
Mucho antes de nacer
Nuestro amor será infinito
Mucho más allá de envejecer
Nueva York, Diciembre 1918
En la ciudad se respiraba un aire de paz, el fin de la
guerra traía un ambiente de tranquilidad y con la llegada de la Navidad la
gente tenía nuevos sueños y esperanzas, no así para Terry quien frecuentemente
se encontraba malhumorado, encerrado en su departamento o en el teatro, por las
tardes algunas veces iba a una cantina cerca del departamento, se sentaba en un
rincón y ahí se bebía una botella de whisky, el cantinero ya lo conocía bien en
numerosas ocasiones lo había llevado a su departamento, así era la vida de
Terry oscura y triste salvo por las ocasiones en que visitaba a su madre Eleonor
Becker su amiga y confidente; una tarde al comenzar el mes de Diciembre recibió
una carta de Susana Marlow su entonces prometida, hurgo en el sobre y leyó las
breves líneas que le escribía "Se
que no soy la mujer que soñaste para ser tu esposa, reconozco lo equivocada que
estuve siempre al querer compararme con una persona con quien siempre llevaría
las de perder, la necedad de mi madre me orillo a aceptar el absurdo compromiso,
es por eso que he decidido marcharme de la ciudad, te regreso tu palabra y tu
honor, solo espero que no sea demasiado tarde para que busques tu felicidad
" , el inglés dejo el papel en una mesita junto a su cama, sentía como
si le hubiesen quitado un peso de encima pero aun así se sentía frustrado y
triste, ya no quería buscar a aquella chica que le robo el corazón, estaba
cansado de recibir de la vida solo las sobras, quería descansar sentir su
libertad aunque supiera que no le daría la felicidad que el quería, nuevamente
busco refugio en la cantina, las mujeres se acercaban buscando lo que fuera que
él estuviera dispuesto a darles, compañía, dinero, no les importaba verse
envueltas en rumores o escándalos.
En Chicago Candy en cambio trataba de ser feliz, cuidando de
los niños del Orfanato y trabajando con el Dr. Martin, algunas veces se le notaba
ausente, mirando hacia la nada, otras veces un suspiro salía de su alma y en
alguna ocasión una lagrima rodaba por su mejilla pero sabía que la vida seguía
su rumbo no se detendría a consolarla, sus madres notaban su estado de ánimo, hacían
lo posible por distraerla y precisamente la Navidad era una época en la que
ocupaba buen tiempo de sus días, hacia juguetes junto con la Srita. Pony y la
Hermana María, visitaba al Sr. Carthrigth para buscar el más grande y frondoso árbol
de navidad, decoraba cada rincón, eso le hacía sentir llena de ilusiones, esa
tarde al terminar de colocar el ultimo adorno al árbol encendieron las luces,
los niños corrían alrededor y reían felices, se quedo un poco más tarde de lo
acostumbrado, junto a ella Jimmy su fiel amigo, contemplaban el árbol junto a
la ventana, de pronto el cielo se ilumino con el destello de un cometa que
pasaba, el pequeño no oculto su emoción al verlo - Mira Candy vamos a pedir un
deseo
- Claro
pidamos un deseo Jimmy - le dice sonriendo
- Ya lo
pedí, ¿tú también Candy? - pregunta con emoción
La
rubia cerro sus ojos - un deseo - murmuro para sí, sabía bien lo que ella mas quería
y sin más lo pensó - Si ya pensé en mi deseo - le dice al pequeño - ahora a
dormir o la Srita. Pony nos reñirá por la mañana.
Así se retiraron a dormir, Candy pensando en ese deseo y
Jimmy con la ilusión que le daba el tiempo de Navidad, en Nueva York Terry también miraba ese destello de luz - un
cometa - dijo en tono irónico - y debo pedir un deseo, tonterías - pero también
sabia lo que el mas deseaba sin quererlo lo pensó su subconsciente lo
traicionaba constantemente, así también se dispuso a descansar, mortificado y
sin creer esa noche sería diferente a cualquier otra que hubiese tenido en toda
su vida, a media noche algo le incomodo, abrió los ojos y miro la silueta que
estaba sentada justo frente a su cama, se tallo los ojos para poder mirar
mejor, era una dama con un vestido blanco y una capa tan blanca como la nieve,
le sonrió - así que son tonterías esos deseos - le dice en tono de burla
- ¿Quién
eres, que haces en mi habitación? - pregunta desconcertado
- Soy
tu conciencia - le dice - y he venido a demostrarte que si crees y tienes fe
puedes lograr lo que quieras
-¿De qué
me estás hablando? - dice sin entender - si no sales de aquí le hablare a la policía
para que te saque - dice molesto
- No me
puedes sacar de aquí Terry - dice poniéndose de pie - vivo en tu mente
- Estas
mintiendo, que acaso quieres un autógrafo o de plano te vas a meter en mi cama
La dama ríe con ironía - siempre tan arrogante, pero ya te
lo dije, has vivido así todo este tiempo, que te hace pensar que ella fue
feliz, que ella no sufre lo mismo que tu
- Ella
- susurra - ¿cómo puedes saber eso?
-
Porque es en quien piensas siempre, pero a diferencia de ella tú te has hundido
en las sombras - dice mientras camina por la habitación
-
Mentira ella - pasa su mano por su melena - ella es parte del pasado
- Terry
solo debes creer - se sienta a su lado - debes confiar y pensar que también te
mereces ser feliz
- Como
puedo creer si no tengo nada más en esta vida - dice con una gran tristeza
- Eso
tu mismo lo descubrirás, ahora debo marcharme regresare pronto - sonríe y como
por arte de magia desaparece, en ese momento el ingles despierta abruptamente y
se sienta en la cama - todo fue un sueño - susurra - fue tan real - mira a su
alrededor y vuelve a acomodarse en su cama, cayendo en un profundo sueño.
Por la mañana un ruido lo despertó, eran voces de niños,
repentinamente entra uno corriendo por la puerta y se sube a la cama - papa,
papa - grita la pequeña - es tardísimo papa, tenemos que vestirnos o se nos hará
muy tarde
El ingles abre mucho los ojos mirando a la pequeña que se dirigía
a él estaba prácticamente sobre el
sentada a horcajadas sobre Terry - ¿me hablas a
mi? - pregunta asustado
- Claro
papa a quien más tú eres mi papa - dice la pequeña con su voz chillona, era una
hermosa niña rubia, pecosa y con ojos azules de tan solo 4 años
- ¿Pero
qué hago aquí y quien es tu mama? - pregunta sentándose y haciendo a un lado a
la pequeña
- Si
mama te escucha te meterás en problemas - le dice la pequeña - será mejor que
te pongas en pie o dormirás en la bañera - dice la pequeña bajando de la cama
En ese
momento una dama rubia entraba a la habitación, lanzándole una mirada de reprobación
le dice - Pero Terry es tardísimo no te has bañado, la ducha esta lista, se hará
muy tarde aún faltan algunos regalos por comprar, tenemos que ir al depósito
por el árbol
El
ingles se pone en pie, llevaba una pijama y su corazón estaba tan acelerado que
no alcanzaba a comprender lo que estaba sucediendo – ¿Regalos? ¿Árbol? -
pregunta
- Querido
creo que estás muy distraído esta mañana - le dice su dulce esposa - ayer
prometiste a los niños que iríamos hoy por el árbol de navidad
- Los
niños - la mira fijamente admirando la belleza de la mujer que estaba frente a él
- Candy te ves muy hermosa el día de hoy
La dama sonríe y le regala un
casto beso en la boca - tu también amor
- Iré a
ducharme - dice un poco más sereno - los niños, árbol, regalos y esposa -
piensa para sí - ¿qué es lo que paso, acaso viví en un sueño? - entra en el
baño y disfruta de la cálida agua que caía sobre su cuerpo, pensaba en todo lo
sucedido desde que abrió los ojos, sonreía como hacía mucho no lo hacía, antes
de terminar escucha la puerta del baño, Candy entra con unas toallas - Mi amor
- se asoma tomando por sorpresa al ingles quien se cubre de inmediato - pero
Candy ¿qué haces? - le dice al instante - Solo te traigo las toallas Terry - y
lo mira sonriente mientras le tiende la mano para darle las prendas que llevaba
- pareces un niño chiquito - le dice
En la cocina un delicioso desayuno lo esperaba, llevaba un
traje color café con una camisa impecablemente blanca, en la mesa estaba
sentado otro niño más pequeño tendría 2 años cabello oscuro y ojos azules como
los de el que al verlo corre a su encuentro - papi - dice el pequeño y se lanza
a sus brazos, Terry lo miraba embelesado, lo abrazaba y besaba, estaba tan
emocionado y feliz - Papi ¿porqué tienes agua en los ojos? - pregunta la
pequeña que miraba a su papa extrañada
- Es
solo que entro una basura en mi ojo - dice excusándose, la rubia también lo
miraba con curiosidad, no podía entender lo que le sucedía a su esposo, el
miraba toda la casa cada detalle, cada adorno y cuadro que había en las paredes,
era una casa pequeña pero elegante, sentía una felicidad que no pensó sentir jamás - huele delicioso - dice finalmente
- ¿Te
pasa algo querido? - pregunta la dama - te siento algo diferente
- Es solo que me siento hoy más feliz que nunca
- dice mirándola con gran amor - Candy ¿no está ese vestido algo corto? -
pregunta al percatarse de la ropa que estaba usando
- Terry
tu mismo lo compraste en Francia, dijiste que era el último grito de la moda allá
- dice sonriendo
- ¿Yo
te lo compre? - pregunta -¿qué día es hoy? - pregunta con curiosidad
- Es 22
de Diciembre querido - dice mientras vierte te en la taza del ingles
- ¿Pero
de qué año amor? - dice un poco temeroso - solo quiero escuchar cómo se oye el
año que termina - dice esperando que le conteste
- 1924
- dice la dama mirándolo a los ojos, Terry se sorprende ante la respuesta -
pasa algo
- No -
dice y da un sorbo a su bebida - es solo que ha pasado tanto tiempo desde que
nos casamos - le dice y la mira
-
Solamente 5 años - le dice poniendo su mano sobre la de el - será mejor
terminar tenemos que hacer muchas cosas, lo recuerdas
- Si
terminemos - el ingles termina todo lo que estaba en su plato, la comida era
simplemente deliciosa, una vez que levantaron la mesa se dispusieron a perderse
en las calles de Nueva York que se vestían de blanco por la nieve que caía,
visitaron varias tiendas y en cada una Candy parecía una niña, le mostraba todo
a Terry y el disfrutaba de esos momentos, al igual que sus hijos que con cada
juguete sonreían y se emocionaban, por la tarde visitaron un gran depósito de árboles
de Navidad, con el pequeño sobre sus hombros caminaba por entre los arboles -
papi mira ese es grandísimo - le dice la pequeña dirigiéndose a un bello árbol
que estaba ahí como esperando por ellos, frondoso y tupido de ramas
- Este
es perfecto - dice el ingles
-
Buscare al encargado - dice la rubia y se aleja
- Haber
ven por favor - le dice a la pequeña mientras baja a su otro hijo de los
hombros - Margaret ¿en donde es que
trabajo? - le pregunta su padre
La
pequeña frunce el ceño - acaso no te acuerdas papi - pregunta inocentemente
- Es
solo que quiero estar un poco más seguro de lo que hago - le dice sonriendo
- El
Sr. Hataway te despediría si supiera que me estas preguntando papi - le dice la
pequeña
- Está
bien no me digas entonces - y le da un
beso, en ese momento llegaba Candy con la persona que les iba a vender el árbol
- ¿Crees
que lo podamos llevar sobre el techo del coche amor? - pregunta al ver que era más
grande de lo pensado
- Si lo
ataremos bien y en casa buscare alguien que nos ayude - le dice mirándola con
cariño
Una vez en casa colocan el árbol, desatan las correas para
liberar sus ramas, era ya un poco tarde por lo que no había ya tiempo de
decorarlo, sin embargo por si mismo se veía hermoso, colocado en la bella sala
junto a la ventana - es muy bonito, mañana lo decoraremos - le dice su esposa -
será mejor cenar para ir a la cama - por cierto Terry mañana a qué hora veras a
Robert
-
emmm... - la mira desconcertado - olvide la hora ¿me lo creerías? - le dice encogiéndose
de hombros
- Mi
amor - se acerca - ¿estás seguro que te sientes bien? - le pregunta rodeándolo
por la cintura gesto que hizo vibrar al ingles
- Me
siento mejor que nunca Candy - la mira a los ojos y se apodera de sus labios,
explorando su boca como tanto había deseado, para él era su primer beso, estaba
lleno de deseo no podía evitarlo, desde que la miro despertó en el algo que había
estado apagado desde hace mucho tiempo, acariciaba el largo de su espalda la quería
mas cerca, quería mas de ella, pero la pequeña Margaret interrumpió ese momento
desvaneciendo así cualquier rastro de pasión que había entre la joven pareja -
mami tengo hambre - dice la pequeña
- En un
momento serviré la cena - dice mirando a su esposo
- Te
ayudare - le dice guiñándole un ojo
Así pues disfrutaron de una ligera cena, Terry se dispuso a llevar a los pequeños a sus
habitaciones mientras Candy en la alcoba terminaba de vestirse para dormir, se recostó
y tomo un libro para leer, al entrar el ingles le sonrió ansiosamente,
definitivamente todo lo que había vivido ese día era nuevo para él, pero la
intimidad con su esposa era algo que simplemente quería experimentar plenamente
- Que es lo que lees amor - pregunta recostándose a su lado y mirándola con
deseo
- Jack
London - le dice sonriendo y sabiendo lo que el quería
-
Literatura infantil - le dice y quita de sus manos el libro dejándolo en el
buro junto a la cama
- Me
gusta tener algo que contarle a los niños - le dice mientras se acomodan en la
suave cama, el cubriendo su cuerpo por completo y ella acariciando su ancha
espalda
- Te
amo - le dice y une sus labios a los de ella - te deseo - dice arrastrando las
palabros por su cuello, pero la rubia lo detiene antes que continúe
- Amor
no podemos ayer te dije que tengo mi periodo - le dice acariciando su castaña
cabellera
El
ingles frunce el seño en señal de frustración -¿Así que no podemos? - pregunta
resignado - debe ser obra de ella -
susurra
-¿Obra
de quién? - pregunta con curiosidad
- De mi
mala suerte - le sonríe
-
Durmamos, mañana hay que recoger a tus padres y tus hermanos en el muelle y
preparar todo para la cena Navideña, tenemos que aprovechar el tiempo antes de
tu cita con Robert - le sonríe con cariño
- ¿Mis
papas? - pregunta - de donde vienen
- Ay
Terry - expresa preocupada - llegan de Londres obviamente
- ¿Viven
juntos? - pregunta sorprendido
- Por
supuesto es lo mas lógico en un matrimonio
-¿cómo?
- vuelve a preguntar - pero es que están casados además
- Terry
¿qué te pasa? - pregunta Candy sentándose en la cama - fuimos sus testigos y sé
que aunque te costo trabajo entenderlo al fin limaste asperezas con tu padre,
no puedo creer que hayas olvidado todo eso - dice mirándolo expectante
- Perdón
amor, pero es que he tenido días difíciles - se excusa - será mejor que me
digas todo lo que haremos mañana no quiero olvidar nada
- Esta
bien cariño - le acaricia el rostro - debe ser la presión por lo de la obra,
aun sigo sorprendida que hayas aceptado el papel del Fantasma de la Opera sobre
todo sabiendo que no has tomado clases de canto en tu vida - dice sin más la
rubia
El ingles abre mucho los ojos - ¡l fantasma de la opera! -
exclama - definitivamente es una sorpresa - dice de un resoplo
- Todo saldrá
bien amor, deberías vocalizar, lo estabas haciendo muy bien, las notas graves
no las alcanzabas pero la última vez que te escuche me deslumbraste - dice recostándose
en su pecho
-¿Deberás?
- pregunta
- Si me
fascinó, ahora durmamos - y el la abraza y la acerca más a él, se sume
nuevamente en un apacible sueño, hasta la mañana siguiente
Por la mañana Terry ya sabía bien la rutina, se adelanto y
se despertó mas temprano para preparar el desayuno, puso de pie a sus hijos vistiéndolos apropiadamente para recibir a los
abuelos, lucia gracioso en el delantal rosa que usaba pero se divertía preparándolo
todo, sus hijos lo miraban encantados, bailaba y cantaba, Candy pronto se despertó
al respirar el aroma que venía de la cocina, también se ducho y se preparo para
bajar, al entrar a la cocina miro toda la escena divertida, se unió a su esposo
y juntos cantaban y bailaban una conocida canción '' Jingle Bells Jingle
Bells ,Jingle all the way! , What fun it is to ride, In a one-horse open sleigh
" todo era alegria y felicidad ese dia, y con esa misma alegría salieron
al puerto para recibir las tan ansiadas visitas, rápido distinguieron al Duque y
familia, bajaban ansiosos por la pasarela hasta llegar con la joven pareja
- Abuela
Ely - dice la pequeña Margaret - Abuela Ely - corre a sus brazos Eleonor la
alza por los aires
- Ho mi
pequeña Margaret, mira cómo has crecido - luego camina para saludar a su nuera
y su hijo - Querida ¿cómo están? - pregunta con cariño
- Señora
que gusto recibirlos, nosotros bien ¿qué tal de viaje? - pregunta y después
saluda al Duque
- Hola
Linda creo que la maternidad te sienta mejor cada día Candy - dice el galante
caballero
- Hijo
como te extrañe - le dice su madre abrazándolo
- Yo también
mama - luego se separa y la mira ansioso - así que están juntos ¿no?
- Ay
Terry no volvamos a discutir por lo mismo - dice su madre suplicante
- No está
bien mama - le da un beso y un abrazo
-
Richard - dice el ingles al ver a su hermano mayor - que bueno es verte y se
abrazan
- Lo
mismo digo hermano - luego abraza a su hermana Katherine y Jeremy quienes
saludan cariñosamente a su hermano, el ingles simplemente no podía entender lo
que sucedía pero le gustaba lo que sentía una infinita paz en su alma
- El
duque saluda también a su hijo - ¿como estas Terry?, que gusto verte - lo
abraza con cariño
- Muy
bien papa, es mejor llegar a casa, ¿se hospedaran con nosotros? - pregunta
- No lo
siento hijo reservamos en el Hotel Plaza, de cualquier forma no cabríamos en la
casa somos demasiados - le dice mientras caminan al coche
Desconcertado
el ingles alcanza a su esposa - Entonces el cuarto de huéspedes ¿para quién lo
preparaste amor?
- También
llega Albert pero mañana temprano no recuerdas - le dice observándolo con
curiosidad
- Ho si
lo olvide, perdón - caminan un poco y no pudo contener su curiosidad - ¿Viene
solo? - pregunta
- Por
Dios Terry no dejaría sola a Sara y al pequeño Anthony
- Cierto
que estoy pensando - dice en señal de fastidio
Al llegar
al coche tienen que pedir un taxi para llevar a la otra parte de la familia,
Candy acompaña a Eleonor en el taxi con sus dos pequeños y Terry lleva a su
padre y sus hermanos en su coche, mientras recorren las calles las damas
platican amenamente - Señora - dice la rubia - Terry está actuando muy extraño
pareciera que me lo cambiaron por otro, pero deben ser los nervios, está en
puerta la el estreno de la obra por eso dice cosas sin sentido - le dice
excusando el comportamiento de su marido
- No te
preocupes querida, así es Terry después de todo nunca entendería como pude
perdonar al Duque después de todo.
- Me da
gusto ver que están bien, sus hijos también la quieren verdad
- Si son
unos niños maravillosos, al igual que estos pequeños - dice y les hace cariños
a sus nietos
Por fin llegan y los dejan instalados en el Hotel, tras
ir a casa para comer Terry se dirige a su cita con Robert quien grátame lo
saluda al entrar en su oficina - ¿como estas Robert? que gusto verte - saluda el
ingles
- Mí
querido amigo y socio, que bueno que llegas, solo quiero estar seguro que
sigues vocalizando y ensayando tus líneas, la obra se estrenara la segunda
semana de Enero
- ¿Socio?
- pregunta
- Ya sé
que no quieres tocar el tema pero la compañía también es tuya no lo olvidare
nunca, ahora pasemos a los detalles, comentaba con Candy que ella nos podría
alcanzar en Miami aprovechando que la Familia Legan nos ha brindado todo su
payo, así podrían pasar unos días conviviendo con ellos
-¿Los
Legan? - pregunta desconcertado - seguramente Candy no querrá ir - dice con
seguridad
- Claro
que si, se lleva bastante bien con Liza después de que arreglaron sus
diferencias, además el hijo de Liza adora a Candy - agrega
- ¿Deberás?
- pregunta
- Ha que
mi querido amigo sí que estas extraño el día de hoy, pero no te quiero hacer
perder más tiempo se que tienes visitas y es casi víspera de Navidad
-
Gracias Robert me dio mucho gusto verte, que pases felices fiestas - dice el
ingles abrazando a su amigo
Ya en su
hogar y después de cenar estaban ambos esposos en su habitación, ella leyendo y
el pensativo, de alguna manera sabia que todo terminaría que las cosas que
estaba viviendo no eran tan reales pero ahí estaba ella tan real que al mirarla
no pudo evitar abrazarla - ¿mi amor pero que te pasa? - pregunta al sentirse
aprisionada por el inglés
- Pasa
que te amo demasiado y no quisiera que esto terminara
- ¿Porque
tendría que terminar Terry? - pregunta temerosa
- No lo sé,
es solo que he sido tan feliz que me da miedo perderte
- No
pienses locuras cariño, vamos a dormir mañana llega Albert y Sara, además hay
que preparar mucha comida - le dice dulcemente - y por la noche después de que
todos se retiren podremos tener una noche para nosotros - le dice al oído - el
ingles se estremece al escuchar esas palabras
-¿De
verdad? - pregunta gratamente
Ella
asiente con la cabeza - tu mama se llevara a los niños ahora me lo dijo en el
coche y por Albert ellos estarán en su habitación en la parte de abajo así que
aprovecharemos nuestra noche
El sonríe
y la mira intensamente - entonces durmamos hoy porque mañana no pienso dormir
Ella ríe
- pero Terry que dices
- Tu
comenzaste pecosa - la abraza y la atrae hacia él con su espalda en su pecho -
Candy ¿eres feliz? - le pregunta
- Por
supuesto que lo soy mucho como no tengas una idea
- Y....
cuando intimamos también te hago feliz
La rubia
se estremece ante la pregunta - Claro que sí, porque preguntas eso
- Porque
quiero saberlo todo - la mira a los ojos - y quiero hacer todo lo que te haga
feliz - luego se besan apasionadamente con los limites que ellos conocían para
no ir mas allá de lo permitido - bien a dormir pecosa
La mañana siguiente nevaba, era un hermoso espectáculo
del invierno, los niños miraban por la ventana, en eso un coche se estaciono
frente a la hermosa casa bajando un caballero rubio, una dama y un pequeño - Tío
Albert - grito Margaret y corrió a la puerta donde Candy se apresuraba a abrir
- Bert -
decía el pequeño Richi que empezaba a hablar
Con una
gran sonrisa recibió a los huéspedes - Bienvenidos Albert que gusto verlos,
Sara - abraza a la joven dama de cabello castaño y ojos azules - mi pequeño
Anthony mira que grande estas - le dice al pequeño rubio de 3 años que miraba
encantado el árbol que lucía en la sala
- Candy
te ves hermosa y esta pequeña cada día es más bella al igual que este tremendo
Richi - dice alzando a los dos niños en brazos
- Tío
santa me traerá muchos regalos - dice la pequeña
- Deberás
¿te portaste bien este año? - pregunta la dama
- Si tía
Sara, obedecí a mama y papa, siempre pongo mis juguetes en su baúl y además le
enseño a hablar a Richi, bueno salvo el otro día que no comí los vegetales pero
es que no me gustan los arboles verdes
La dama sonríe
- eso no importa pequeña entonces creo que papa Noel si traerá tus regalos
- Vamos
a la habitación para que se instalen - les dice la rubia - Terry no tarda en
llegar salió a comprar algunas cosas
Pasaron todo ese día cocinando, poco después de medio día
llego el Duque y familia, la casa estaba llena y se respiraba un aire de
tranquilidad y armonía, los caballeros charlaban en la sala, política, negocios
y teatro eran los temas, Richard el hermano de Terry escuchaba con atención a
los caballeros, veía con admiración a su hermano como abordaba cualquier tema
sin temor a equivocarse, a la vez Terry también pensaba en lo afortunado que
era de tener esa familia y amigos, era para él un día especial sin duda. Las
damas en su caso hacían todo lo propio en la cocina , Katherine y Jeremy
ayudaban, picaban patatas, zanahorias y cualquier cantidad de vegetales,
Margaret, Anthony y Richie jugaban en la sala a un lado de los caballeros,
pronto se llego la hora de la cena, una solemne oración que pronuncio el padre
de Terry antes de cenar, todo eran brindis, charlas y sonrisas, luego pasaron a
abrir los obsequios, los más pequeños se sorprendían con los juguetes que recibían,
los mayores también intercambiaban regalos, el padre de Terry se acerco a su
hijo y murmuro algo al oído - El regalo rojo el pequeño hijo es el encargo que
me hiciste para tu esposa - dice y aunque se desconcertó el ingles entendió que
algo tendría sentido en todo eso
-
Gracias papa - tomo el regalo y se lo dio a la rubia
- Ho
Terry - lo abre ansiosa como era su costumbre, un bello estuche blanco se descubrió
y lo abrió sorprendiéndose ante el contenido, Terry conocía bien ese brazalete
- Permíteme
- le dice y lo saca del estuche colocándoselo en su pequeña mano
- Es tan
bello, no debiste - dice algo apenada
- Fue de
mi abuela y ha pertenecido a las damas de la familia, ahora tu lo portaras -
dice dándole un beso en la mano
La rubia
toma una caja grande y se la da al ingles - es para ti - dice sonriendo
- Es
grande - expresa y también lo abre ansioso, dentro de la caja estaban los
manuscritos de Shakespeare, Romeo y Julieta, Otelo, Sueño de una noche de
verano, estaba sorprendido ante el regalo - como es que los obtuviste
- No son
los originales, pero aun así son muy valiosos, hace tiempo vino una exposición
de obras de arte y la subastaron, desde que los vi supe que eran para ti - dice
y el la abraza
-
Gracias es increíble - dice aun con asombro
Así todos recibieron sus regalos, poco a poco las visitas
se retiraron, el Duque con su familia y
sus nietos, Albert y su familia también se retiraron a su habitación,
era pasada de la media noche y la joven pareja ya se retiraba a su alcoba, el
con la esperanza de la promesa que le hizo su mujer y ella con el único propósito
de dormir y descansar, iban caminando hacia las escaleras pero el inglés quería
hacer más especial la velada - que te parece si voy por una botella de Champagne
mientras tú te adelantas y te pones cómoda - ella sonríe y asiente con la
cabeza - Esta bien cariño
Terry se demoro un poco más de lo pensado limpiando
fresas para realzar el sabor de la bebida, Candy se había puesto su camisón y
se recostó en la cama, trataba de mantenerse despierta pero su cansancio la rebaso,
cayó en un sueño profundo que cuando llego el ingles al verla sintió frustración
- Candy amor no te duermas - le decía - Candy - tomaba su rostro ella trataba
de abrir sus ojos pero no lograba despertar - Demonios no puede ser - exclama -
esto también es obra de ella - se pasa la mano por su cabellera, luego regresa
resignado a la cocina para devolver la botella y la fruta, cuando regresaba
miro de nuevo a la dama de blanco sentada en la sala - ella le sonríe
- Buenas
noches Terry, ¿cómo has pasado estos días? - pregunta
- Si ya
lo sabes para que preguntas - le regresa la pregunta
- Quiero
oírlo de ti - dice mientras se pone de pie
- Han
sido los días más felices de mi vida - le dice y la mira con miedo - ha
terminado no es así - le dice
Ella
asiente con la cabeza - siento llegar en este momento pero es necesario volver
- No
quiero no me quites todo esto - le dice con desesperación
- No
puedo quitarte lo que aun no has tenido Terry - le dice mirándolo fijamente
- Que
quieres decir
- Todo
esto es lo que puedes llegar a tener, solo si aprendes a tener fe y a creer, es
solo eso - le dice mirándolo con un poco de tristeza - es el resultado de
perdonar y de liberar las cadenas que tanto te pesan
- ¿Pero
como lograre eso?
- Solo tú
lo sabes, ahora me tengo que ir pero te veré después - le dice y vuelve a
desaparecer
El ingles sube con miedo la escalera entra en la habitación
y mira a su esposa sumida en un apacible sueño, se recuesta a su lado, la
acerca y la abraza con miedo cierra sus ojos, una cristalina lagrima rodo por
su mejilla, no quería volver a su vida oscura pero sabía que ya había terminado
todo así pues el sueño también lo venció sumiéndose en un profundo sueño. A la
mañana siguiente abrió sus ojos y miro alrededor, por una rendija que daba a la
calle alcanzo a mirar que nevaba, se incorporo y abrió la ventana, era un
hermoso día de Diciembre, copos de nieve se veían por doquier, una poca de alegría
sintió al mirar, pero luego se dio cuenta de lo solo que se encontraba - No
puede ser, ahora que voy a hacer - se pregunta, luego mira a la mesita junto a
la cama y observa un sobre lo mira con curiosidad, no recordaba que ahí
estuviera, pero se acerca y lo toma al reverso tiene escrito Cree lo abrió
y encontró dentro un boleto con destino a Chicago, luego entendió todo la
salida era a las 12:00 hrs, lo que le daba solo una hora para llegar a la estación
al darse cuenta de la hora, se apresura toma una maleta y coloca un par de
mudas de ropa, corre y sube al coche y maneja a toda velocidad adelantando a uno
que otro coche que se demoraba, pero 5 calles antes de llegar a la estación había
un choque que obstruía los dos sentidos de la circulación - No pude ser -
murmura, pero orilla el carro y baja con maleta en mano, así corre lo mas que
puede faltaban solo 5 minutos para la hora indicada y no podía darse el lujo de
perder el tren, por fin llego a la estación en el momento en que el tren
resoplaba poniéndose en marcha, corrió lo más rápido posible y alcanzo a subir
al ultimo vagón sosteniéndose de la baranda, ya dentro camino buscando su
asiento, para su buena suerte estaba vacío, se acomodo y durante el trayecto
solo pensaba en lo que había pasado, ni siquiera tuvo tiempo de meditar lo que
estaba haciendo, su instinto reacciono y su único propósito era abordar el
tren, pero en Chicago que se supone que iba a hacer - Buscarla - pensó para sí
- Amarla - sonríe, poco a poco la tarde agonizaba, se acomodo en su asiento y
trato de dormir un poco.
Por la mañana la resoplo el tren de nuevo anunciando la
llegada a la Cd. de Chicago, nervioso bajo
del tren, sabía muy bien a dónde dirigirse, también ahí la nieve había
cubierto las calles de un manto blanco, camino por las calles y frente a un
banco se estacionaba un caballero rubio que al verlo se sorprendió gratamente -
¿Terry? - pregunto - Pero ¿qué haces aquí? y en vísperas de Navidad
- Albert
- se abrazan - es verdad no me percate que hoy es 24,- lo mira como queriendo
expresarlo todo con los ojos - es solo que no concibo mi vida sin ella - le
dice
- Eso me
supuse, pero no vas a llegar caminando verdad - dice el rubio
- Iba a
tomar un coche - le dice
- Ten -
le tiende sus llaves - llévatelo aquí esta Archie el me llevara a casa, ve por
ella - y le da una palmada en la espalda
El
ingles toma las llaves - Gracias, muchas gracias amigo - y se retira manejando
rumbo a el hogar de Pony
Antes de
entrar al banco Albert tropieza torpemente con una dama - Perdone - le dice y sus miradas se
cruzan, ella se pone muy nerviosa
- Es mi
culpa - se excusa
-No diga
eso, permítame - levanta la bolsa que había caído al suelo - aquí tiene Srita.
Sara Curtis - lee en el blanco uniforme que llevaba
-
Gracias Sr.... - lo mira
- Dígame
Albert - y sonríe, es así como empezó la historia de Albert y Sara
Terry manejaba lo más rápido posible, antes de llegar una
pick up se cruzo por el camino en sentido contrario del que manejaba el ingles,
ahí iba Candy acompañada de Tom, pero ella iba repasando la lista del mercado
que no se dio cuenta del coche que pasaba a lado, sin embargo su amigo se le
hizo extraño ver a alguien diferente en el carro de los Andley - Que extraño es
el carro de Albert pero él no lo maneja - le dice Tom
- De
veras era el coche - voltea hacia atrás - debe ser alguien que mando a ver si
todo estaba bien para la cena Navideña
- Si eso
debe ser - así ellos siguieron su camino, no demorarían mucho pero tampoco estaría
Candy al momento que Terry llegara.
Al acercarse el carro los niños corrieron a la ventana, conocían
bien el coche y esperaban con ansias visitas, querían que se llenara de gente y
que pronto cayera la noche para esperar a Papa Noel, pero al bajar el ingles se
confundieron, la Srita Pony se acerco y miro al caballero que caminaba hacia la
puerta, antes de llegar ella abre la puerta y al instante lo reconoce - joven
Terruce - dice sorprendida - pero pase como es que ha estado usted
- Buenas
tardes Srita Pony, yo emm bien - contesta mirando hacia todas partes - yo vengo
buscando a......
- ¿A
nuestra Candy? - pregunta - pero siéntese le ofrezco te
- Si
gracias - contesta nervioso - ella esta aquí
- No, si
hubiera llegado unos 10 minutos antes la hubiera encontrado, salió al pueblo a comprar
unas cosas
- De
casualidad ¿no iba en una camioneta azul? - pregunta
- Si esa
misma - le dice mientras vierte humeante liquido en una taza
- ¿Y cómo
esta ella?
- Joven
- dice apesarada - trata de ser feliz pero en su alma lleva una gran tristeza,
joven le quisiera pedir algo - le dice sentándose a su lado
-Lo que
sea - le contesta sin pensar
- No la
haga sufrir más, ella se merece ser feliz - dice angustiada ignorando los
motivos de la visita del ingles
- Jamás
ha sido mi intención hacerla sufrir, pero ahora es diferente, he venido por
ella, quiero hacerla mi esposa, hare lo que sea para merecerla
- Eso es
verdad, no está mintiendo - dice la anciana emocionada, en ese momento iba
entrando la hermana María que al verlo también se sorprendió
- Perdón
no sabía que había visitas - dice al entrar - usted es Terry no es así -
pregunta
-
Hermana María - la interrumpe la anciana - el joven esta aquí por Candy, viene
a buscarla para.... bueno para arreglar sus asuntos - dice finalmente
- Así es
Hermana - dice el - no deben preocuparse yo la amo más que a nadie - dice
emocionado
- No
tenemos nada que decirle, solo que tendrá que esperar un poco para verla
- Esta
bien, quisiera ir a la colina, caminar un poco - dice nervioso
-
Adelante, cualquier cosa aquí estaremos - le dice la anciana
Así pues sale a caminar, aspirando el helado aire que
llenaba sus pulmones, camino hasta el padre árbol admirando su grandeza, trepo
un poco y se sentó sobre una rama, pasaron algunos minutos, estaba ansioso, quería
que el tiempo volara, finalmente bajo y camino un poco por la colina se paro y
admiro la belleza del lugar, entendía porque Candy amaba tanto esa colina. El
ingles no se percato del sonido del motor del coche que llegaba, la rubia bajo,
Tom fue a descargar las cajas que había en la parte de atrás de la pick up, los
niños ansiosos esperaban a la rubia, - Candy Candy, el vino el vino - gritaban
- Pero
niños ¿de qué hablan?
- El
mismo que vino hace tiempo un joven de cabello oscuro y ojos azules - dice una
pequeña
La rubia se quedo muda su corazón acelerado se escuchaba
en su cabeza, ella corrió y entro a la casa, miro la taza de té que estaba
sobre la mesa y la toco, estaba fría, se sentó y sus lagrimas salían
involuntariamente de sus ojos - No, no no - decía - Porque siempre llego tarde
- seguía llorando, la hermana María entro y la encontró envuelta en llanto
-Candy ¿qué es lo que pasa? - le dice
y la abraza - ¿por qué lloras así?
- El
estuvo aquí, y nuevamente se fue, llegue tarde hermana - dice desconsolada
- No
Candy te equivocas - le dice - el fue a la colina
La rubia
se pone de pie - ¿El está allá? - dice mirando por la ventana
- Anda
ve el te está esperando - le dice la hermana y la rubia sale corriendo
Camino lo más rápido que podía, al llegar las notas de
una conocida melodía inundaron sus sentidos,
Su corazón se aceleraba mas conforme se acercaba, por fin
vio la silueta del ingles que se fundía con el sol, que asomaba por entre las
nubes, se paralizo al verlo temía que fuera un sueño y se desvaneciera, al término
de la melodía el ingles percibió un aroma a jazmines que lo distrajo, al girarse
se encontró con esa mirada llena de anhelo y de ilusión y sin contenerse mas camino hacia la rubia fundiéndose
en un abrazo que le estremeció cada fibra de su piel - Candy mi pecosa - le
dice al oído
- Terry
eres tu - dice mirándolo con emoción
- He
venido porque me estaba muriendo en vida y no podía soportar un minuto más sin
ti - dice mirándola a los ojos
- Ho
Terry - lo abraza y recarga su cabeza en su pecho escuchando el acelerado corazón
de Terry
- Candy
quiero que nos casemos, tendremos dos hijos una niña que se llamara Margaret y
un niño que llamaremos Richard - le dice emocionado
- Pero
Terry que cosas dices - luego se abrazan nuevamente.
El la separa y sin más une sus labios a los de ella
explorando sus pequeños labios, enredando sus lenguas invadiendo toda su boca,
se dan una tregua para respirar - Cuanto te amo, cuanto soñé con este día
- Yo también
- luego se abrazan y permanecen algunos minutos abrazados, el silencio del
lugar era su único acompañante, luego a lo lejos el motor de otro coche les
distrajo - ¿Quien será? - pregunta ella
Al ver
las siluetas que bajaban del coche, el ingles alcanza a distinguirlas - son....!mis
padres! - exclama con curiosidad, luego a un lado del padre árbol estaba ella
la dama de blanco - ¿Como llegaste aquí? - pregunta
- Terry
como crees que te va a contestar - le sonríe ella
- ¿Si la
ves? - le pregunta
- Claro
es una hermosa paloma blanca - dice mirando el ave que se posaba en la rama del
árbol
- Ho
cierto
- Ella
no me ve Terry - le dice la dama - me alegra que hayas alcanzado el tren, eres
persistente aun con todo lo que se te
cruzo en el camino - le dice con un aire de serenidad
- Candy como
no te adelantas un poco, quiero quedarme un poco aquí - le dice el ingles
- Esta
bien le dice ella, no demores - le da un casto beso y se retira
Luego se
dirige a la dama y caminan un poco - así que lo del choque ¿fue obra tuya? -
pregunta
- No jamás
haría daño a nadie, fue el destino así tenía que pasar
- Pero
impediste que tuviéramos intimidad eso si fue obra tuya no - vuelve a preguntar
Ella sonríe
- Sabia lo que ibas a hacer, no quise que tuvieras ventaja sobre ella, además
no podían suceder cambios físicos en ninguno de los dos, entiendes - le dice mirándolo
a los ojos
- Si
entiendo, supongo que vendrás a despedirte
- Si
tengo otra cosa que hacer - le dice mirando a los padres de Terry
- Ellos ¿que
acaso aun no te ganas tus alas? - le pregunta frunciendo el ceño
- Terry
nunca entenderás todo esto, pero tengo que vigilar a muchos más, debo estar en
todo es como un video que tengo que revisar con cuidado
- ¿Un
video? - pregunta extrañado
-
jajajaj - ríe divertida - no olvídalo aun no debes saber de eso, videos,
internet, teléfono, celulares jajaja, Terry disfruta tu vida - le dice mirando
la expresión del ingles - ahora tengo que ir con el Duque para que esto pueda
funcionar
El
ingles asiente y mira como se aleja la dama, ese día pasaron una de las más
felices de su vida, así es como empezó la historia de Terry y Candy, pero el
año de 1924 lo vivió casi exactamente como su premonición, salvo claro que
adicional al regalo que Candy le dio a Terry le daba la gran noticia de que volverían
a ser padres, motivo por el que fue más que feliz en esa navidad.
La Navidad es un tiempo de ilusiones
De disfrutar con
familia, amigos y demás
De perdonar a nuestros ofensores
Y recordar a quienes ya
no están
http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=xbHI6nMsVHE