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lunes, 23 de diciembre de 2019

MINI FIC DESEO DE NAVIDAD

A mis queridas lectoras, les dejo este escrito que hice hace tiempo para un foro, es con mucho cariño y espero que les guste tanto como a mi me gusto.


Un deseo de Navidad
Nuestro camino estaba escrito
Mucho antes de nacer
Nuestro amor será infinito
Mucho más allá de envejecer

Nueva York, Diciembre 1918
En la ciudad se respiraba un aire de paz, el fin de la guerra traía un ambiente de tranquilidad y con la llegada de la Navidad la gente tenía nuevos sueños y esperanzas, no así para Terry quien frecuentemente se encontraba malhumorado, encerrado en su departamento o en el teatro, por las tardes algunas veces iba a una cantina cerca del departamento, se sentaba en un rincón y ahí se bebía una botella de whisky, el cantinero ya lo conocía bien en numerosas ocasiones lo había llevado a su departamento, así era la vida de Terry oscura y triste salvo por las ocasiones en que visitaba a su madre Eleonor Becker su amiga y confidente; una tarde al comenzar el mes de Diciembre recibió una carta de Susana Marlow su entonces prometida, hurgo en el sobre y leyó las breves líneas que le escribía "Se que no soy la mujer que soñaste para ser tu esposa, reconozco lo equivocada que estuve siempre al querer compararme con una persona con quien siempre llevaría las de perder, la necedad de mi madre me orillo a aceptar el absurdo compromiso, es por eso que he decidido marcharme de la ciudad, te regreso tu palabra y tu honor, solo espero que no sea demasiado tarde para que busques tu felicidad " , el inglés dejo el papel en una mesita junto a su cama, sentía como si le hubiesen quitado un peso de encima pero aun así se sentía frustrado y triste, ya no quería buscar a aquella chica que le robo el corazón, estaba cansado de recibir de la vida solo las sobras, quería descansar sentir su libertad aunque supiera que no le daría la felicidad que el quería, nuevamente busco refugio en la cantina, las mujeres se acercaban buscando lo que fuera que él estuviera dispuesto a darles, compañía, dinero, no les importaba verse envueltas en rumores  o escándalos.
En Chicago Candy en cambio trataba de ser feliz, cuidando de los niños del Orfanato y trabajando con el Dr. Martin, algunas veces se le notaba ausente, mirando hacia la nada, otras veces un suspiro salía de su alma y en alguna ocasión una lagrima rodaba por su mejilla pero sabía que la vida seguía su rumbo no se detendría a consolarla, sus madres notaban su estado de ánimo, hacían lo posible por distraerla y precisamente la Navidad era una época en la que ocupaba buen tiempo de sus días, hacia juguetes junto con la Srita. Pony y la Hermana María, visitaba al Sr. Carthrigth para buscar el más grande y frondoso árbol de navidad, decoraba cada rincón, eso le hacía sentir llena de ilusiones, esa tarde al terminar de colocar el ultimo adorno al árbol encendieron las luces, los niños corrían alrededor y reían felices, se quedo un poco más tarde de lo acostumbrado, junto a ella Jimmy su fiel amigo, contemplaban el árbol junto a la ventana, de pronto el cielo se ilumino con el destello de un cometa que pasaba, el pequeño no oculto su emoción al verlo - Mira Candy vamos a pedir un deseo
                - Claro pidamos un deseo Jimmy - le dice sonriendo
                - Ya lo pedí, ¿tú también Candy? - pregunta con emoción
                La rubia cerro sus ojos - un deseo - murmuro para sí, sabía bien lo que ella mas quería y sin más lo pensó - Si ya pensé en mi deseo - le dice al pequeño - ahora a dormir o la Srita. Pony nos reñirá por la mañana.
Así se retiraron a dormir, Candy pensando en ese deseo y Jimmy con la ilusión que le daba el tiempo de Navidad, en Nueva York  Terry también miraba ese destello de luz - un cometa - dijo en tono irónico - y debo pedir un deseo, tonterías - pero también sabia lo que el mas deseaba sin quererlo lo pensó su subconsciente lo traicionaba constantemente, así también se dispuso a descansar, mortificado y sin creer esa noche sería diferente a cualquier otra que hubiese tenido en toda su vida, a media noche algo le incomodo, abrió los ojos y miro la silueta que estaba sentada justo frente a su cama, se tallo los ojos para poder mirar mejor, era una dama con un vestido blanco y una capa tan blanca como la nieve, le sonrió - así que son tonterías esos deseos - le dice en tono de burla
                - ¿Quién eres, que haces en mi habitación? - pregunta desconcertado
                - Soy tu conciencia - le dice - y he venido a demostrarte que si crees y tienes fe puedes lograr lo que quieras
                -¿De qué me estás hablando? - dice sin entender - si no sales de aquí le hablare a la policía para que te saque - dice molesto  
                - No me puedes sacar de aquí Terry - dice poniéndose de pie - vivo en tu mente          
                - Estas mintiendo, que acaso quieres un autógrafo o de plano te vas a meter en mi cama
La dama ríe con ironía - siempre tan arrogante, pero ya te lo dije, has vivido así todo este tiempo, que te hace pensar que ella fue feliz, que ella no sufre lo mismo que tu
                - Ella - susurra - ¿cómo puedes saber eso?
                - Porque es en quien piensas siempre, pero a diferencia de ella tú te has hundido en las sombras - dice mientras camina por la habitación
                - Mentira ella - pasa su mano por su melena - ella es parte del pasado
                - Terry solo debes creer - se sienta a su lado - debes confiar y pensar que también te mereces ser feliz
                - Como puedo creer si no tengo nada más en esta vida - dice con una gran tristeza
                - Eso tu mismo lo descubrirás, ahora debo marcharme regresare pronto - sonríe y como por arte de magia desaparece, en ese momento el ingles despierta abruptamente y se sienta en la cama - todo fue un sueño - susurra - fue tan real - mira a su alrededor y vuelve a acomodarse en su cama, cayendo en un profundo sueño.
Por la mañana un ruido lo despertó, eran voces de niños, repentinamente entra uno corriendo por la puerta y se sube a la cama - papa, papa - grita la pequeña - es tardísimo papa, tenemos que vestirnos o se nos hará muy tarde
El ingles abre mucho los ojos mirando a la pequeña que se dirigía a él  estaba prácticamente sobre el sentada a horcajadas sobre Terry - ¿me hablas a  mi? - pregunta asustado
                - Claro papa a quien más tú eres mi papa - dice la pequeña con su voz chillona, era una hermosa niña rubia, pecosa y con ojos azules de tan solo 4 años
                - ¿Pero qué hago aquí y quien es tu mama? - pregunta sentándose y haciendo a un lado a la pequeña
                - Si mama te escucha te meterás en problemas - le dice la pequeña - será mejor que te pongas en pie o dormirás en la bañera - dice la pequeña bajando de la cama
                En ese momento una dama rubia entraba a la habitación, lanzándole una mirada de reprobación le dice - Pero Terry es tardísimo no te has bañado, la ducha esta lista, se hará muy tarde aún faltan algunos regalos por comprar, tenemos que ir al depósito por el árbol
                El ingles se pone en pie, llevaba una pijama y su corazón estaba tan acelerado que no alcanzaba a comprender lo que estaba sucediendo – ¿Regalos? ¿Árbol? - pregunta
                - Querido creo que estás muy distraído esta mañana - le dice su dulce esposa - ayer prometiste a los niños que iríamos hoy por el árbol de navidad
                - Los niños - la mira fijamente admirando la belleza de la mujer que estaba frente a él - Candy te ves muy hermosa el día de hoy
                La dama sonríe y le regala un casto beso en la boca - tu también amor
                - Iré a ducharme - dice un poco más sereno - los niños, árbol, regalos y esposa - piensa para sí - ¿qué es lo que paso, acaso viví en un sueño? - entra en el baño y disfruta de la cálida agua que caía sobre su cuerpo, pensaba en todo lo sucedido desde que abrió los ojos, sonreía como hacía mucho no lo hacía, antes de terminar escucha la puerta del baño, Candy entra con unas toallas - Mi amor - se asoma tomando por sorpresa al ingles quien se cubre de inmediato - pero Candy ¿qué haces? - le dice al instante - Solo te traigo las toallas Terry - y lo mira sonriente mientras le tiende la mano para darle las prendas que llevaba - pareces un niño chiquito - le dice
En la cocina un delicioso desayuno lo esperaba, llevaba un traje color café con una camisa impecablemente blanca, en la mesa estaba sentado otro niño más pequeño tendría 2 años cabello oscuro y ojos azules como los de el que al verlo corre a su encuentro - papi - dice el pequeño y se lanza a sus brazos, Terry lo miraba embelesado, lo abrazaba y besaba, estaba tan emocionado y feliz - Papi ¿porqué tienes agua en los ojos? - pregunta la pequeña que miraba a su papa extrañada
                - Es solo que entro una basura en mi ojo - dice excusándose, la rubia también lo miraba con curiosidad, no podía entender lo que le sucedía a su esposo, el miraba toda la casa cada detalle, cada adorno y cuadro que había en las paredes, era una casa pequeña pero elegante, sentía una felicidad que no pensó sentir jamás  - huele delicioso - dice finalmente
                - ¿Te pasa algo querido? - pregunta la dama - te siento algo diferente
                -  Es solo que me siento hoy más feliz que nunca - dice mirándola con gran amor - Candy ¿no está ese vestido algo corto? - pregunta al percatarse de la ropa que estaba usando
                - Terry tu mismo lo compraste en Francia, dijiste que era el último grito de la moda allá - dice sonriendo
                - ¿Yo te lo compre? - pregunta -¿qué día es hoy? - pregunta con curiosidad
                - Es 22 de Diciembre querido - dice mientras vierte te en la taza del ingles
                - ¿Pero de qué año amor? - dice un poco temeroso - solo quiero escuchar cómo se oye el año que termina - dice esperando que le conteste
                - 1924 - dice la dama mirándolo a los ojos, Terry se sorprende ante la respuesta - pasa algo
                - No - dice y da un sorbo a su bebida - es solo que ha pasado tanto tiempo desde que nos casamos - le dice y la mira
                - Solamente 5 años - le dice poniendo su mano sobre la de el - será mejor terminar tenemos que hacer muchas cosas, lo recuerdas
                - Si terminemos - el ingles termina todo lo que estaba en su plato, la comida era simplemente deliciosa, una vez que levantaron la mesa se dispusieron a perderse en las calles de Nueva York que se vestían de blanco por la nieve que caía, visitaron varias tiendas y en cada una Candy parecía una niña, le mostraba todo a Terry y el disfrutaba de esos momentos, al igual que sus hijos que con cada juguete sonreían y se emocionaban, por la tarde visitaron un gran depósito de árboles de Navidad, con el pequeño sobre sus hombros caminaba por entre los arboles - papi mira ese es grandísimo - le dice la pequeña dirigiéndose a un bello árbol que estaba ahí como esperando por ellos, frondoso y tupido de ramas
                - Este es perfecto - dice el ingles
                - Buscare al encargado - dice la rubia y se aleja
                - Haber ven por favor - le dice a la pequeña mientras baja a su otro hijo de los hombros - Margaret  ¿en donde es que trabajo? - le pregunta su padre
                La pequeña frunce el ceño - acaso no te acuerdas papi - pregunta inocentemente
                - Es solo que quiero estar un poco más seguro de lo que hago - le dice sonriendo
                - El Sr. Hataway te despediría si supiera que me estas preguntando papi - le dice la pequeña
                - Está bien  no me digas entonces - y le da un beso, en ese momento llegaba Candy con la persona que les iba a vender el árbol
                - ¿Crees que lo podamos llevar sobre el techo del coche amor? - pregunta al ver que era más grande de lo pensado
                - Si lo ataremos bien y en casa buscare alguien que nos ayude - le dice mirándola con cariño
Una vez en casa colocan el árbol, desatan las correas para liberar sus ramas, era ya un poco tarde por lo que no había ya tiempo de decorarlo, sin embargo por si mismo se veía hermoso, colocado en la bella sala junto a la ventana - es muy bonito, mañana lo decoraremos - le dice su esposa - será mejor cenar para ir a la cama - por cierto Terry mañana a qué hora veras a Robert
                - emmm... - la mira desconcertado - olvide la hora ¿me lo creerías? - le dice encogiéndose de hombros
                - Mi amor - se acerca - ¿estás seguro que te sientes bien? - le pregunta rodeándolo por la cintura gesto que hizo vibrar al ingles
                - Me siento mejor que nunca Candy - la mira a los ojos y se apodera de sus labios, explorando su boca como tanto había deseado, para él era su primer beso, estaba lleno de deseo no podía evitarlo, desde que la miro despertó en el algo que había estado apagado desde hace mucho tiempo, acariciaba el largo de su espalda la quería mas cerca, quería mas de ella, pero la pequeña Margaret interrumpió ese momento desvaneciendo así cualquier rastro de pasión que había entre la joven pareja - mami tengo hambre - dice la pequeña
                - En un momento serviré la cena - dice mirando a su esposo
                - Te ayudare - le dice guiñándole un ojo
Así pues disfrutaron de una ligera cena,  Terry se dispuso a llevar a los pequeños a sus habitaciones mientras Candy en la alcoba terminaba de vestirse para dormir, se recostó y tomo un libro para leer, al entrar el ingles le sonrió ansiosamente, definitivamente todo lo que había vivido ese día era nuevo para él, pero la intimidad con su esposa era algo que simplemente quería experimentar plenamente - Que es lo que lees amor - pregunta recostándose a su lado y mirándola con deseo
                - Jack London - le dice sonriendo y sabiendo lo que el quería
                - Literatura infantil - le dice y quita de sus manos el libro dejándolo en el buro junto a la cama
                - Me gusta tener algo que contarle a los niños - le dice mientras se acomodan en la suave cama, el cubriendo su cuerpo por completo y ella acariciando su ancha espalda
                - Te amo - le dice y une sus labios a los de ella - te deseo - dice arrastrando las palabros por su cuello, pero la rubia lo detiene antes que continúe
                - Amor no podemos ayer te dije que tengo mi periodo - le dice acariciando su castaña cabellera
                El ingles frunce el seño en señal de frustración -¿Así que no podemos? - pregunta resignado -  debe ser obra de ella - susurra
                -¿Obra de quién? - pregunta con curiosidad     
                - De mi mala suerte - le sonríe
                - Durmamos, mañana hay que recoger a tus padres y tus hermanos en el muelle y preparar todo para la cena Navideña, tenemos que aprovechar el tiempo antes de tu cita con Robert - le sonríe con cariño
                - ¿Mis papas? - pregunta - de donde vienen
                - Ay Terry - expresa preocupada - llegan de Londres obviamente
                - ¿Viven juntos? - pregunta sorprendido
                - Por supuesto es lo mas lógico en un matrimonio
                -¿cómo? - vuelve a preguntar - pero es que están casados además
                - Terry ¿qué te pasa? - pregunta Candy sentándose en la cama - fuimos sus testigos y sé que aunque te costo trabajo entenderlo al fin limaste asperezas con tu padre, no puedo creer que hayas olvidado todo eso - dice mirándolo expectante
                - Perdón amor, pero es que he tenido días difíciles - se excusa - será mejor que me digas todo lo que haremos mañana no quiero olvidar nada
                - Esta bien cariño - le acaricia el rostro - debe ser la presión por lo de la obra, aun sigo sorprendida que hayas aceptado el papel del Fantasma de la Opera sobre todo sabiendo que no has tomado clases de canto en tu vida - dice sin más la rubia
El ingles abre mucho los ojos - ¡l fantasma de la opera! - exclama - definitivamente es una sorpresa - dice de un resoplo
                - Todo saldrá bien amor, deberías vocalizar, lo estabas haciendo muy bien, las notas graves no las alcanzabas pero la última vez que te escuche me deslumbraste - dice recostándose en su pecho
                -¿Deberás? - pregunta
                - Si me fascinó, ahora durmamos - y el la abraza y la acerca más a él, se sume nuevamente en un apacible sueño, hasta la mañana siguiente
Por la mañana Terry ya sabía bien la rutina, se adelanto y se despertó mas temprano para preparar el desayuno, puso de pie a sus hijos  vistiéndolos apropiadamente para recibir a los abuelos, lucia gracioso en el delantal rosa que usaba pero se divertía preparándolo todo, sus hijos lo miraban encantados, bailaba y cantaba, Candy pronto se despertó al respirar el aroma que venía de la cocina, también se ducho y se preparo para bajar, al entrar a la cocina miro toda la escena divertida, se unió a su esposo y juntos cantaban y bailaban una conocida canción '' Jingle Bells Jingle Bells ,Jingle all the way! , What fun it is to ride, In a one-horse open sleigh " todo era alegria y felicidad ese dia, y con esa misma alegría salieron al puerto para recibir las tan ansiadas visitas, rápido distinguieron al Duque y familia, bajaban ansiosos por la pasarela hasta llegar con la joven pareja
            - Abuela Ely - dice la pequeña Margaret - Abuela Ely - corre a sus brazos Eleonor la alza por los aires
            - Ho mi pequeña Margaret, mira cómo has crecido - luego camina para saludar a su nuera y su hijo - Querida ¿cómo están? - pregunta con cariño
            - Señora que gusto recibirlos, nosotros bien ¿qué tal de viaje? - pregunta y después saluda al Duque     
            - Hola Linda creo que la maternidad te sienta mejor cada día Candy - dice el galante caballero
            - Hijo como te extrañe - le dice su madre abrazándolo
            - Yo también mama - luego se separa y la mira ansioso - así que están juntos ¿no?
            - Ay Terry no volvamos a discutir por lo mismo - dice su madre suplicante              
            - No está bien mama - le da un beso y un abrazo      
            - Richard - dice el ingles al ver a su hermano mayor - que bueno es verte y se abrazan     
            - Lo mismo digo hermano - luego abraza a su hermana Katherine y Jeremy quienes saludan cariñosamente a su hermano, el ingles simplemente no podía entender lo que sucedía pero le gustaba lo que sentía una infinita paz en su alma      
            - El duque saluda también a su hijo - ¿como estas Terry?, que gusto verte - lo abraza con cariño 
            - Muy bien papa, es mejor llegar a casa, ¿se hospedaran con nosotros? - pregunta           
            - No lo siento hijo reservamos en el Hotel Plaza, de cualquier forma no cabríamos en la casa somos demasiados - le dice mientras caminan al coche
            Desconcertado el ingles alcanza a su esposa - Entonces el cuarto de huéspedes ¿para quién lo preparaste amor?
            - También llega Albert pero mañana temprano no recuerdas - le dice observándolo con curiosidad
            - Ho si lo olvide, perdón - caminan un poco y no pudo contener su curiosidad - ¿Viene solo? - pregunta
            - Por Dios Terry no dejaría sola a Sara y al pequeño Anthony
            - Cierto que estoy pensando - dice en señal de fastidio
            Al llegar al coche tienen que pedir un taxi para llevar a la otra parte de la familia, Candy acompaña a Eleonor en el taxi con sus dos pequeños y Terry lleva a su padre y sus hermanos en su coche, mientras recorren las calles las damas platican amenamente - Señora - dice la rubia - Terry está actuando muy extraño pareciera que me lo cambiaron por otro, pero deben ser los nervios, está en puerta la el estreno de la obra por eso dice cosas sin sentido - le dice excusando el comportamiento de su marido
            - No te preocupes querida, así es Terry después de todo nunca entendería como pude perdonar al Duque después de todo.
            - Me da gusto ver que están bien, sus hijos también la quieren verdad       
            - Si son unos niños maravillosos, al igual que estos pequeños - dice y les hace cariños a sus nietos
Por fin llegan y los dejan instalados en el Hotel, tras ir a casa para comer Terry se dirige a su cita con Robert quien grátame lo saluda al entrar en  su oficina - ¿como  estas Robert? que gusto verte - saluda el ingles
            - Mí querido amigo y socio, que bueno que llegas, solo quiero estar seguro que sigues vocalizando y ensayando tus líneas, la obra se estrenara la segunda semana de Enero
            - ¿Socio? - pregunta
            - Ya sé que no quieres tocar el tema pero la compañía también es tuya no lo olvidare nunca, ahora pasemos a los detalles, comentaba con Candy que ella nos podría alcanzar en Miami aprovechando que la Familia Legan nos ha brindado todo su payo, así podrían pasar unos días conviviendo con ellos
            -¿Los Legan? - pregunta desconcertado - seguramente Candy no querrá ir - dice con seguridad 
            - Claro que si, se lleva bastante bien con Liza después de que arreglaron sus diferencias, además el hijo de Liza adora a Candy - agrega         
            - ¿Deberás? - pregunta         
            - Ha que mi querido amigo sí que estas extraño el día de hoy, pero no te quiero hacer perder más tiempo se que tienes visitas y es casi víspera de Navidad
            - Gracias Robert me dio mucho gusto verte, que pases felices fiestas - dice el ingles abrazando a su amigo
            Ya en su hogar y después de cenar estaban ambos esposos en su habitación, ella leyendo y el pensativo, de alguna manera sabia que todo terminaría que las cosas que estaba viviendo no eran tan reales pero ahí estaba ella tan real que al mirarla no pudo evitar abrazarla - ¿mi amor pero que te pasa? - pregunta al sentirse aprisionada por el inglés
            - Pasa que te amo demasiado y no quisiera que esto terminara        
            - ¿Porque tendría que terminar Terry? - pregunta temerosa
            - No lo sé, es solo que he sido tan feliz que me da miedo perderte
            - No pienses locuras cariño, vamos a dormir mañana llega Albert y Sara, además hay que preparar mucha comida - le dice dulcemente - y por la noche después de que todos se retiren podremos tener una noche para nosotros - le dice al oído - el ingles se estremece al escuchar esas palabras          
            -¿De verdad? - pregunta gratamente
            Ella asiente con la cabeza - tu mama se llevara a los niños ahora me lo dijo en el coche y por Albert ellos estarán en su habitación en la parte de abajo así que aprovecharemos nuestra noche
            El sonríe y la mira intensamente - entonces durmamos hoy porque mañana no pienso dormir
            Ella ríe - pero Terry que dices
            - Tu comenzaste pecosa - la abraza y la atrae hacia él con su espalda en su pecho - Candy ¿eres feliz? - le pregunta
            - Por supuesto que lo soy mucho como no tengas una idea 
            - Y.... cuando intimamos también te hago feliz          
            La rubia se estremece ante la pregunta - Claro que sí, porque preguntas eso
            - Porque quiero saberlo todo - la mira a los ojos - y quiero hacer todo lo que te haga feliz - luego se besan apasionadamente con los limites que ellos conocían para no ir mas allá de lo permitido - bien a dormir pecosa
La mañana siguiente nevaba, era un hermoso espectáculo del invierno, los niños miraban por la ventana, en eso un coche se estaciono frente a la hermosa casa bajando un caballero rubio, una dama y un pequeño - Tío Albert - grito Margaret y corrió a la puerta donde Candy se apresuraba a abrir
            - Bert - decía el pequeño Richi que empezaba a hablar        
            Con una gran sonrisa recibió a los huéspedes - Bienvenidos Albert que gusto verlos, Sara - abraza a la joven dama de cabello castaño y ojos azules - mi pequeño Anthony mira que grande estas - le dice al pequeño rubio de 3 años que miraba encantado el árbol que lucía en la sala
            - Candy te ves hermosa y esta pequeña cada día es más bella al igual que este tremendo Richi - dice alzando a los dos niños en brazos
            - Tío santa me traerá muchos regalos - dice la pequeña       
            - Deberás ¿te portaste bien este año? - pregunta la dama   
            - Si tía Sara, obedecí a mama y papa, siempre pongo mis juguetes en su baúl y además le enseño a hablar a Richi, bueno salvo el otro día que no comí los vegetales pero es que no me gustan los arboles verdes
            La dama sonríe - eso no importa pequeña entonces creo que papa Noel si traerá tus regalos
            - Vamos a la habitación para que se instalen - les dice la rubia - Terry no tarda en llegar salió a comprar algunas cosas 
Pasaron todo ese día cocinando, poco después de medio día llego el Duque y familia, la casa estaba llena y se respiraba un aire de tranquilidad y armonía, los caballeros charlaban en la sala, política, negocios y teatro eran los temas, Richard el hermano de Terry escuchaba con atención a los caballeros, veía con admiración a su hermano como abordaba cualquier tema sin temor a equivocarse, a la vez Terry también pensaba en lo afortunado que era de tener esa familia y amigos, era para él un día especial sin duda. Las damas en su caso hacían todo lo propio en la cocina , Katherine y Jeremy ayudaban, picaban patatas, zanahorias y cualquier cantidad de vegetales, Margaret, Anthony y Richie jugaban en la sala a un lado de los caballeros, pronto se llego la hora de la cena, una solemne oración que pronuncio el padre de Terry antes de cenar, todo eran brindis, charlas y sonrisas, luego pasaron a abrir los obsequios, los más pequeños se sorprendían con los juguetes que recibían, los mayores también intercambiaban regalos, el padre de Terry se acerco a su hijo y murmuro algo al oído - El regalo rojo el pequeño hijo es el encargo que me hiciste para tu esposa - dice y aunque se desconcertó el ingles entendió que algo tendría sentido en todo eso
            - Gracias papa - tomo el regalo y se lo dio a la rubia 
            - Ho Terry - lo abre ansiosa como era su costumbre, un bello estuche blanco se descubrió y lo abrió sorprendiéndose ante el contenido, Terry conocía bien ese brazalete
            - Permíteme - le dice y lo saca del estuche colocándoselo en su pequeña mano
            - Es tan bello, no debiste - dice algo apenada           
            - Fue de mi abuela y ha pertenecido a las damas de la familia, ahora tu lo portaras - dice dándole un beso en la mano
            La rubia toma una caja grande y se la da al ingles - es para ti - dice sonriendo
            - Es grande - expresa y también lo abre ansioso, dentro de la caja estaban los manuscritos de Shakespeare, Romeo y Julieta, Otelo, Sueño de una noche de verano, estaba sorprendido ante el regalo - como es que los obtuviste
            - No son los originales, pero aun así son muy valiosos, hace tiempo vino una exposición de obras de arte y la subastaron, desde que los vi supe que eran para ti - dice y el la abraza
            - Gracias es increíble - dice aun con asombro
Así todos recibieron sus regalos, poco a poco las visitas se retiraron, el Duque con su familia y  sus nietos, Albert y su familia también se retiraron a su habitación, era pasada de la media noche y la joven pareja ya se retiraba a su alcoba, el con la esperanza de la promesa que le hizo su mujer y ella con el único propósito de dormir y descansar, iban caminando hacia las escaleras pero el inglés quería hacer más especial la velada - que te parece si voy por una botella de Champagne mientras tú te adelantas y te pones cómoda - ella sonríe y asiente con la cabeza - Esta bien cariño
Terry se demoro un poco más de lo pensado limpiando fresas para realzar el sabor de la bebida, Candy se había puesto su camisón y se recostó en la cama, trataba de mantenerse despierta pero su cansancio la rebaso, cayó en un sueño profundo que cuando llego el ingles al verla sintió frustración - Candy amor no te duermas - le decía - Candy - tomaba su rostro ella trataba de abrir sus ojos pero no lograba despertar - Demonios no puede ser - exclama - esto también es obra de ella - se pasa la mano por su cabellera, luego regresa resignado a la cocina para devolver la botella y la fruta, cuando regresaba miro de nuevo a la dama de blanco sentada en la sala - ella le sonríe
            - Buenas noches Terry, ¿cómo has pasado estos días? - pregunta 
            - Si ya lo sabes para que preguntas - le regresa la pregunta
            - Quiero oírlo de ti - dice mientras se pone de pie    
            - Han sido los días más felices de mi vida - le dice y la mira con miedo - ha terminado no es así - le dice   
            Ella asiente con la cabeza - siento llegar en este momento pero es necesario volver          
            - No quiero no me quites todo esto - le dice con desesperación      
            - No puedo quitarte lo que aun no has tenido Terry - le dice mirándolo fijamente    
            - Que quieres decir    
            - Todo esto es lo que puedes llegar a tener, solo si aprendes a tener fe y a creer, es solo eso - le dice mirándolo con un poco de tristeza - es el resultado de perdonar y de liberar las cadenas que tanto te pesan        
            - ¿Pero como lograre eso?    
            - Solo tú lo sabes, ahora me tengo que ir pero te veré después - le dice y vuelve a desaparecer
El ingles sube con miedo la escalera entra en la habitación y mira a su esposa sumida en un apacible sueño, se recuesta a su lado, la acerca y la abraza con miedo cierra sus ojos, una cristalina lagrima rodo por su mejilla, no quería volver a su vida oscura pero sabía que ya había terminado todo así pues el sueño también lo venció sumiéndose en un profundo sueño. A la mañana siguiente abrió sus ojos y miro alrededor, por una rendija que daba a la calle alcanzo a mirar que nevaba, se incorporo y abrió la ventana, era un hermoso día de Diciembre, copos de nieve se veían por doquier, una poca de alegría sintió al mirar, pero luego se dio cuenta de lo solo que se encontraba - No puede ser, ahora que voy a hacer - se pregunta, luego mira a la mesita junto a la cama y observa un sobre lo mira con curiosidad, no recordaba que ahí estuviera, pero se acerca y lo toma al reverso tiene escrito  Cree lo abrió y encontró dentro un boleto con destino a Chicago, luego entendió todo la salida era a las 12:00 hrs, lo que le daba solo una hora para llegar a la estación al darse cuenta de la hora, se apresura toma una maleta y coloca un par de mudas de ropa, corre y sube al coche y maneja a toda velocidad adelantando a uno que otro coche que se demoraba, pero 5 calles antes de llegar a la estación había un choque que obstruía los dos sentidos de la circulación - No pude ser - murmura, pero orilla el carro y baja con maleta en mano, así corre lo mas que puede faltaban solo 5 minutos para la hora indicada y no podía darse el lujo de perder el tren, por fin llego a la estación en el momento en que el tren resoplaba poniéndose en marcha, corrió lo más rápido posible y alcanzo a subir al ultimo vagón sosteniéndose de la baranda, ya dentro camino buscando su asiento, para su buena suerte estaba vacío, se acomodo y durante el trayecto solo pensaba en lo que había pasado, ni siquiera tuvo tiempo de meditar lo que estaba haciendo, su instinto reacciono y su único propósito era abordar el tren, pero en Chicago que se supone que iba a hacer - Buscarla - pensó para sí - Amarla - sonríe, poco a poco la tarde agonizaba, se acomodo en su asiento y trato de dormir un poco.
Por la mañana la resoplo el tren de nuevo anunciando la llegada a la Cd. de Chicago, nervioso bajo  del tren, sabía muy bien a dónde dirigirse, también ahí la nieve había cubierto las calles de un manto blanco, camino por las calles y frente a un banco se estacionaba un caballero rubio que al verlo se sorprendió gratamente - ¿Terry? - pregunto - Pero ¿qué haces aquí? y en vísperas de Navidad
            - Albert - se abrazan - es verdad no me percate que hoy es 24,- lo mira como queriendo expresarlo todo con los ojos - es solo que no concibo mi vida sin ella - le dice
            - Eso me supuse, pero no vas a llegar caminando verdad - dice el rubio
            - Iba a tomar un coche - le dice
            - Ten - le tiende sus llaves - llévatelo aquí esta Archie el me llevara a casa, ve por ella - y le da una palmada en la espalda
            El ingles toma las llaves - Gracias, muchas gracias amigo - y se retira manejando rumbo a el hogar de Pony
            Antes de entrar al banco Albert tropieza torpemente con una  dama - Perdone - le dice y sus miradas se cruzan, ella se pone muy nerviosa
            - Es mi culpa - se excusa
            -No diga eso, permítame - levanta la bolsa que había caído al suelo - aquí tiene Srita. Sara Curtis - lee en el blanco uniforme que llevaba          
            - Gracias Sr.... - lo mira
            - Dígame Albert - y sonríe, es así como empezó la historia de Albert y Sara

Terry manejaba lo más rápido posible, antes de llegar una pick up se cruzo por el camino en sentido contrario del que manejaba el ingles, ahí iba Candy acompañada de Tom, pero ella iba repasando la lista del mercado que no se dio cuenta del coche que pasaba a lado, sin embargo su amigo se le hizo extraño ver a alguien diferente en el carro de los Andley - Que extraño es el carro de Albert pero él no lo maneja - le dice Tom
            - De veras era el coche - voltea hacia atrás - debe ser alguien que mando a ver si todo estaba bien para la cena Navideña
            - Si eso debe ser - así ellos siguieron su camino, no demorarían mucho pero tampoco estaría Candy al momento que Terry llegara.
Al acercarse el carro los niños corrieron a la ventana, conocían bien el coche y esperaban con ansias visitas, querían que se llenara de gente y que pronto cayera la noche para esperar a Papa Noel, pero al bajar el ingles se confundieron, la Srita Pony se acerco y miro al caballero que caminaba hacia la puerta, antes de llegar ella abre la puerta y al instante lo reconoce - joven Terruce - dice sorprendida - pero pase como es que ha estado usted
            - Buenas tardes Srita Pony, yo emm bien - contesta mirando hacia todas partes - yo vengo buscando a......
            - ¿A nuestra Candy? - pregunta - pero siéntese le ofrezco te
            - Si gracias - contesta nervioso - ella esta aquí
            - No, si hubiera llegado unos 10 minutos antes la hubiera encontrado, salió al pueblo a comprar unas cosas
            - De casualidad ¿no iba en una camioneta azul? - pregunta 
            - Si esa misma - le dice mientras vierte humeante liquido en una taza
            - ¿Y cómo esta ella?
            - Joven - dice apesarada - trata de ser feliz pero en su alma lleva una gran tristeza, joven le quisiera pedir algo - le dice sentándose a su lado
            -Lo que sea - le contesta sin pensar  
            - No la haga sufrir más, ella se merece ser feliz - dice angustiada ignorando los motivos de la visita del ingles  
            - Jamás ha sido mi intención hacerla sufrir, pero ahora es diferente, he venido por ella, quiero hacerla mi esposa, hare lo que sea para merecerla
            - Eso es verdad, no está mintiendo - dice la anciana emocionada, en ese momento iba entrando la hermana María que al verlo también se sorprendió
            - Perdón no sabía que había visitas - dice al entrar - usted es Terry no es así - pregunta
            - Hermana María - la interrumpe la anciana - el joven esta aquí por Candy, viene a buscarla para.... bueno para arreglar sus asuntos - dice finalmente
            - Así es Hermana - dice el - no deben preocuparse yo la amo más que a nadie - dice emocionado
            - No tenemos nada que decirle, solo que tendrá que esperar un poco para verla
            - Esta bien, quisiera ir a la colina, caminar un poco - dice nervioso   
            - Adelante, cualquier cosa aquí estaremos - le dice la anciana
Así pues sale a caminar, aspirando el helado aire que llenaba sus pulmones, camino hasta el padre árbol admirando su grandeza, trepo un poco y se sentó sobre una rama, pasaron algunos minutos, estaba ansioso, quería que el tiempo volara, finalmente bajo y camino un poco por la colina se paro y admiro la belleza del lugar, entendía porque Candy amaba tanto esa colina. El ingles no se percato del sonido del motor del coche que llegaba, la rubia bajo, Tom fue a descargar las cajas que había en la parte de atrás de la pick up, los niños ansiosos esperaban a la rubia, - Candy Candy, el vino el vino - gritaban
            - Pero niños ¿de qué hablan?
            - El mismo que vino hace tiempo un joven de cabello oscuro y ojos azules - dice una pequeña     
La rubia se quedo muda su corazón acelerado se escuchaba en su cabeza, ella corrió y entro a la casa, miro la taza de té que estaba sobre la mesa y la toco, estaba fría, se sentó y sus lagrimas salían involuntariamente de sus ojos - No, no no - decía - Porque siempre llego tarde - seguía llorando, la hermana María entro y la encontró envuelta en llanto
            -Candy ¿qué es lo que pasa? - le dice y la abraza - ¿por qué lloras así?
            - El estuvo aquí, y nuevamente se fue, llegue tarde hermana - dice desconsolada
            - No Candy te equivocas - le dice - el fue a la colina
            La rubia se pone de pie - ¿El está allá? - dice mirando por la ventana
            - Anda ve el te está esperando - le dice la hermana y la rubia sale corriendo
Camino lo más rápido que podía, al llegar las notas de una conocida melodía inundaron sus sentidos,

Su corazón se aceleraba mas conforme se acercaba, por fin vio la silueta del ingles que se fundía con el sol, que asomaba por entre las nubes, se paralizo al verlo temía que fuera un sueño y se desvaneciera, al término de la melodía el ingles percibió un aroma a jazmines que lo distrajo, al girarse se encontró con esa mirada llena de anhelo y de ilusión  y sin contenerse mas camino hacia la rubia fundiéndose en un abrazo que le estremeció cada fibra de su piel - Candy mi pecosa - le dice al oído
            - Terry eres tu - dice mirándolo con emoción
            - He venido porque me estaba muriendo en vida y no podía soportar un minuto más sin ti - dice mirándola a los ojos        
            - Ho Terry - lo abraza y recarga su cabeza en su pecho escuchando el acelerado corazón de Terry
            - Candy quiero que nos casemos, tendremos dos hijos una niña que se llamara Margaret y un niño que llamaremos Richard - le dice emocionado
            - Pero Terry que cosas dices - luego se abrazan nuevamente.
El la separa y sin más une sus labios a los de ella explorando sus pequeños labios, enredando sus lenguas invadiendo toda su boca, se dan una tregua para respirar - Cuanto te amo, cuanto soñé con este día
            - Yo también - luego se abrazan y permanecen algunos minutos abrazados, el silencio del lugar era su único acompañante, luego a lo lejos el motor de otro coche les distrajo - ¿Quien será? - pregunta ella
            Al ver las siluetas que bajaban del coche, el ingles alcanza a distinguirlas - son....!mis padres! - exclama con curiosidad, luego a un lado del padre árbol estaba ella la dama de blanco - ¿Como llegaste aquí? - pregunta 
            - Terry como crees que te va a contestar - le sonríe ella      
            - ¿Si la ves? - le pregunta      
            - Claro es una hermosa paloma blanca - dice mirando el ave que se posaba en la rama del árbol
            - Ho cierto
            - Ella no me ve Terry - le dice la dama - me alegra que hayas alcanzado el tren, eres persistente aun con todo  lo que se te cruzo en el camino - le dice con un aire de serenidad     
            - Candy como no te adelantas un poco, quiero quedarme un poco aquí - le dice el ingles
            - Esta bien le dice ella, no demores - le da un casto beso y se retira
            Luego se dirige a la dama y caminan un poco - así que lo del choque ¿fue obra tuya? - pregunta 
            - No jamás haría daño a nadie, fue el destino así tenía que pasar
            - Pero impediste que tuviéramos intimidad eso si fue obra tuya no - vuelve a preguntar
            Ella sonríe - Sabia lo que ibas a hacer, no quise que tuvieras ventaja sobre ella, además no podían suceder cambios físicos en ninguno de los dos, entiendes - le dice mirándolo a los ojos   
            - Si entiendo, supongo que vendrás a despedirte
            - Si tengo otra cosa que hacer - le dice mirando a los padres de Terry
            - Ellos ¿que acaso aun no te ganas tus alas? - le pregunta frunciendo el ceño
            - Terry nunca entenderás todo esto, pero tengo que vigilar a muchos más, debo estar en todo es como un video que tengo que revisar con cuidado
            - ¿Un video? - pregunta extrañado
            - jajajaj - ríe divertida - no olvídalo aun no debes saber de eso, videos, internet, teléfono, celulares jajaja, Terry disfruta tu vida - le dice mirando la expresión del ingles - ahora tengo que ir con el Duque para que esto pueda funcionar
            El ingles asiente y mira como se aleja la dama, ese día pasaron una de las más felices de su vida, así es como empezó la historia de Terry y Candy, pero el año de 1924 lo vivió casi exactamente como su premonición, salvo claro que adicional al regalo que Candy le dio a Terry le daba la gran noticia de que volverían a ser padres, motivo por el que fue más que feliz en esa navidad.



La Navidad es un tiempo de ilusiones
De disfrutar con  familia, amigos y demás
De perdonar a nuestros ofensores
Y recordar a quienes ya  no están


http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=xbHI6nMsVHE

miércoles, 11 de diciembre de 2019

CAPITULO 28

Revelaciones y secretos

La oscura noche solo mostraba sus sombras, parada en el lumbral de la puerta su respiración parecía detenerse al darse cuenta quién era la persona que estaba frente a ella, no articulaba palabra solo sus ojos expresaban la angustia que por ese momento sintió al ver como ese caballero se tomaba el brazo con su mano derecha para detener la sangre, fue él quien rompió el silencio al ver la expresión en sus ojos – Se siente mejor de lo que se ve – murmura el caballero
Candy se llevo la mano a la boca – Dios mío pero …. – la dama no sabía ni que decir y el caballero trataba de distraerla
-          A esto le llamas una puerta – dijo mirando aquella vieja y destrozada puerta que estaba a lado
-          Que es lo que dices Terry – por fin logro decir – ¿cómo es que llegaste hasta aquí? – pregunto angustiada y ayudándolo a caminar hasta la buhadrilla
-          Todos estábamos preocupados, tan solo de imaginar que estabas aquí y sola aunque …  creo que estas muy bien protegida – dijo mostrando su herida
-          No debiste venir, sé muy bien el reglamento y, si encontré un refugio y no solo eso – decía la dama, ayudando a bajar las escaleras hasta la habitación contigua a donde estaban refugiados
-          ¿Qué clase de lugar es este? – pregunto el ingles
-          No lo sé pero es un muy buen escondite – la rubia tomo la manija para entrar en la habitación pero antes advirtió al inglés – Terry antes de entrar debes prometerme que no te sorprenderás de lo que veas dentro – dijo la dama sabiendo que un soldado Alemán sería un buen motivo para detonar el mal carácter del ingles
-          ¿Que podría asombrarme Candy? – pregunto al momento que la rubia abría la puerta, miro varias personas tendidas en camastros hechos con madera o restos de muebles, vio un soldado bajar de un extremo de la pared apuntando con su arma y hablando una serie de insultos a lo que el inglés no dudo en encararlo
-          Aber wer zum Teufel ist das, ist das, was hier macht (¿Quien demonios es este?,¿Que hace aqui?)
-          Du bist ein Bastard, Sie gehen mit ihnen zu tun sind( Eres un malnacido,¿que vas hacer con ellos?)
Candy rapidamente se interpuso entre ellos tratando de tranquilizarlos – Por favor Terry el  solo esta ayudando – decia la dama
-          ¡¿Ayudando?! – expresa molesto – de verdad eso crees Candy
-          Terry él ha estado cuidando a estas personas, debemos darle un voto de confianza
-          ¿Warum bist du hier und nicht Ihre Armee? (¿Porque estas aqui y no con tu ejercito?) – pregunto el ingles olvidandose de la herida que llevaba en el brazo
El soldado bajo la mirada – 'm Deserteur, konnte ich nicht durchgehen mit all dieser Zerstörung und Tötung ( Soy desertor, no pude seguir con toda esta destruccion y matanza) – dijo con miedo y bajando su arma
-          ¿Ich soll Sie mit diesen Menschen tun würde? (¿Que se supone que harias con estas personas?) – Seguia preguntando el ingles ya dentro de la habitacion y mas calmado
-          Ich beherbergen nur mich, dann einige Leute zu Hilfe geholt, dann über diese Gruppe kam ich ... Ich konnte nicht nur Hoffnung zu tun ..( Yo solo me refugie, luego traje algunas personas para ayudarlas, luego me encontre con este grupo y... no se que podria hacer solo esperar..) – repuso el soldado
-          Morgen wird es für den Arzt und für die Verletzten zurückkehren und kein Glück mit, dass Sie ausführen können Ihre (Mañana volveran por la doctora y por los heridos y no se con que suerte puedas correr tu) – concede el ingles ante la mirada de algunos enfermos que se habian despertado
-          Terry sera mejor atender tu herida, ya debes saber suficiente del soldado – dijo la dama al ver el nerviosismo del Aleman
-          Aun no Candy, necesito saber que pasara con el – responde mirando al joven frente a el
-          Ich kann nicht zurück zu meiner Armee zu gehen und ich ihn erschießen ... (no puedo volver con mi ejercito me fusilaran y... ) – dice con miedo
-           Sie können entweder mit dem Französisch Gefangenen gehen und laufen Sie Sie werden so glücklich sein ( tampoco puedes ir con los franceses seras prisionero y correras con la misma suerte) – agrega Terry
-          Es nicht zu tun, ich habe keine Optionen (No se que hacer, no tengo opciones) – dice resignado
-          Ich werde sehen, was ich für Sie tun kann, ich kenne einige Leute, außer dem, was Sie für diese Menschen getan haben, können Sie eine Chance geben (Veré que puedo hacer por ti, conozco algunas personas, ademas lo que has hecho por estas personas puede darte una oportunidad) – dice tranquilizandolo a lo que el soldado solo asiente con la cabeza, mientras Candy miraba como hablaban entre ellos
-          ¿Todo esta bien? – pregunta la rubia
-          Si todo esta bien – dice mas tranquilo
-          Ahora necesito que tomes asiento, esta herida podria infectarse – dice la dama en tono autoritario
-          Si – contesta en un resoplo, el ingles se quito la capa y empezo a desabotonar la camisa, Candy se turbo al mirar el pecho desnudo del ingles
-          Buscare alguna benda – dice urgando en el maletin, la rubia comenzo a curar al ingles, acerco una botella de Whisky que estaba sobre un mueble para poner sobre la herida
-          Pero que haces Candy este es de Laphroaig no debe ser desperdiciado de esta manera – dice el inglés quitándole la botella
-          Pero Terry no tengo alcohol y necesito desinfectar, disculpa mi ignorancia al desperdiciar tan preciado buque
Luego mirando la etiqueta expreso con asombro – es del año 1856, al menos que sirva para algo – luego se la regresa a la rubia
-          Porque viniste, no debiste Terry – seguia preguntando mientras lo bendaba
-          Somos amigos ¿no? – dice con seriedad – tenia que venir a ayudarte tal como me ayudaste tu
-          Si somos amigos – dice un poco desilusionada, mientras lo bendaba en su mente mil preguntas se formulaban,“ amigos“ se decia la rubia,“ tal vez susana se recupero por completo y se casaron, prero no esta usando una sortija, tal vez se la quito para viajar, por Dios Candy como puedes pensar esas cosas“ – listo – dijo al terminar – sera mejor descansar un poco antes de que amanezca
-          No creo poder dormir no confio – dijo mirando al soldado
-          Hay que descansar de cualquier manera – dijo la dama – por aqui prepare algo para poder dormir un poco – dice indicando un viejo sofa cubierto con algunas mantas
-          Entonces descansa tu yo vigilare
-          De ninguna manera tu debes descansar estas herido – repone la rubia
-          No te dejare sola con ese hombre – dice mirando al soldado
-          Por Dios Terry crees que si nos quisiera matar no lo hubiera hecho desde hace mucho, no tendria caso haberlos curado y arriesgar su vida por ellos – replica
-          Entonces si me recuesto vendras conmigo – ordena el ingles
Candy se sorprende al escucharlo – ¿Contigo? – pregunta sorprendida
-          De otra manera no veo como – responde con naturalidad
-          Pero.... – la rubia no sabia ni que decir
-          Ven – le ofrece su mano sentandose sobre el sofa – no voy a aprovecharme de ti – dice sinicamente
-          Pero Terry dices unas cosas – responde la dama tomando asiento junto al ingles
Terry se recosto sobre su hombro sano y a su lado Candy rodendola por la cintura con su brazo haciendola bibrar – nos cubriremos con mi capa – dice casi en su oido
-          ¿No te duele la herida? – pregunta
-          Ahora no – responde – trata de dormir yo vigilare – Candy  solo asiente con la cabeza tratando de dormir un poco.
Por la mañana Terry desperto muy temprano, se encontraba contemplando el rostro rosado y lleno de pecas de la rubia “como decirte lo de Susana“ pensaba,“no podría y menos ahora con lo de mi padre cuantas cosas tenemos que pasar para ser felices Candy“ , la rubia se movió entre sus brazos y abrió sus ojos dándose cuenta que había amanecido – Buenos dias pecosa – sonríe al verla adormilada
-          Buenos días – responde timidamente – iré a ver a los enfermos – dice sentándose
-          Si sera mejor ponernos de pie – luego mira hacia la esquina de la habitación donde estaba el soldado quien se encontraba dormido tumbado sobre algunos muebles – parece que lo venció el sueño – murmura
-          Si pobre lo despertare para que descanse un poco debe dolerle el cuerpo en esa posición – indica la rubia
-          Iré a buscar algo para comer – dice el ingles
-          Mira cruza por esa puerta, te encontraras con un salon lo debes pasar y luego encontraras otra habitacion hay una puerta en el fondo parece que era una cocina, hay algunas cosas que pueden servir – le indica
-          Bien, vuelvo en un momento – y se retira

Mientras en el Hospital a primera hora Frank se dirigía a revisar al Duque, estaba preocupado por sus amigos y ademas por la salud del Duque nadie había pasado la noche con el solo la enfermera en turno quien al llegar dio su informe sobre la salud de Sr. Grandchester – Buenos días, como paso la noche – pregunta a la joven
-          Buenos días Doctor – responde emocionada – se sorprenderá, cuando venia a revisarlo estaba despierto miraba hacia el techo, tal vez recordaba lo revise y tome sus signos, luego me interrogo preguntando donde estaba y cuanto llevaba así, le di unos calmantes y se tranquilizo, le di la información que pidió aunque se puso un poco nervioso no se altero, permaneció tranquilo y volvio a dormir – explico la enfermera
-          Porque no me aviso en cuanto se desepertó – repuso el rubio
-          Me ordenaron no molestarlo ya que había estado en urgencias hasta altas horas de la noche – dijo la dama timidamente
-          Esta bien – dijo el joven – cambiaremos de medicamentos – indica
-          Si esta bien
Mientras lo revisaba el Duque abrió los ojos nuevamente y lo miro con curiosidad – ¿Quién es usted? – pregunto
-          Soy el Doctor Frank Curtis, hijo de Frederik Curtis – indica el joven
-          ¡Frank! – sonrié levemente – hijo como es que estas aquí – pregunta
-          Vine como voluntario Señor, pero usted dígame como se siente, le duele algo – pregunta
-          El pecho me duele, me siento algo mareado y muy débil – responde
-          Es por los medicamentos y el dolor en su pecho es por la operación, tuvimos que extraer una bala que se arrojo muy cerca del corazón – explica - volvió a nacer Señor Grandchester – dice con admiración
-          Entiendo, entonces aprovechare esta nueva oportunidad de la vida – dice pensativo – ¿le han avisado a alguien de mi familia? – pregunta con seriedad
-          Señor – dice Frank algo agobiado – Terry esta aquí, solo que.... en este momento esta fuera arreglando un asunto – repone el joven
-          De verdad esta aquí – expresa con alivio – entonces no lo soñé – dice emocionado
-          No Señor, ha estado aquí desde hace varios días, no se ha separado de su lado – agrega el joven
El Duque sonríe con gusto – bien entonces esperare a que regrese
-          Descanse Señor, lo veré mas tarde – se despide el joven
-          Nos vemos Frank
El Duque se quedo solitario y emocionado al saber que Terry estaba a su lado, “volví a nacer y no desperdiciare esta nueva oportunidad“ pensó.
Frank caminaba apresurado hacia la recepción, un camión estaba listo para ir en busca de Candy y Terry, por otro lado Daniel llegaba también al Hospital junto a su padre que iba a ver al Duque para despedirse esa mañana saldrían rumbo a Escocia, al llegar el Conde saluda al rubio con su acostumbrada elegancia
-          Buenos días Frank, he venido a ver al Duque – dice el caballero
-          Hola Frank – saluda el joven soldado
-          Buenos días, el esta despierto Conde puede ir solo le pido que no se agite mucho – dice el rubio
-          Vamos Daniel – dice mirando a su hijo
-          Adelántate papá, quiero hablar con Frank antes – dice el joven
-          Esta bien – repone el caballero y se dirige hacia la habitación del Duque
-          Podríamos ir a un lugar con menos gente – dice el joven
-          Claro – dice extrañado – iremos a un consultorio
Daniel había decidido hablar con Frank sobre Candy, era la persona que a su parecer tenia mas sensatez y ademas era discreto, sabiendo la historia de su familia su secreto estaria a salvo, al entrar en el consultorio comenzó con sus argumentos – Te preguntaras que es lo que tengo que hablar contigo – dice el joven
-          A decir verdad si, me parece muy extraño que quieras habar conmigo – repone el Doctor
-          Es sobre Candy – dice nervioso, Frank arquea la ceja moviendo la cabeza – no encontré otra persona a quien contarle sobre lo que esta sucediendo con ella
Frank frunce el ceño sorprendido, no estaba muy dispuesto a escuchar una declaratoria de amor con respecto a Candy – mira Daniel lo que sientas por ella no es asunto mio
-          No, no se trata de eso – se apresura a decir – por Dios no me interesa como mujer – responde preocupado
-          ¿Entonces....? – pregunta acrecentando su curiosidad
-          Tu sabes la historia de nuestra familia ¿no?
-          Si mis padres la han contado – responde
-          Bien sabes que mis papas perdieron una hija, mi hermana mayor – explica el joven
-          Si lo se – responde intrigado
-          Cuando conocí a Candy hubo algo que me atrajo a ella de una manera inexplicable, en cuanto la vi reconocí su rostro, su pureza y su inocencia, supe que ella me llevaría a descubrir algo, platicamos y me di cuenta que eramos muy parecidos, tantas similitudes, cuando me dijo de donde era entendí lo que estaba pasando – dice el joven emocionado
-          ¿Que quieres decir Daniel? – pregunto el rubio
-          Ella es mi hermana lo se, lo siento – asegura el joven
-          Pero como puedes decir eso, no se supone que Laila esta en América buscando a tu hermana – repone
-          Si, ella dijo que iría a Chicago, que tenia pistas para buscarla en ese lugar, Candy es de Chicago fue abandonada a los 6 meses y ella es la viva imagen de mi abuela – agrega el joven
-          Y porque me estas diciendo todo esto a mi, porque no se lo dices a tu padre para que el se encargue – pregunta
-          Eso iba hacer antes de enterarme sobre la situación con mi padre, ahora las cosas son tan difíciles para la familia que no podría decírselo sin poner en riesgo a mi propia hermana, ella no debe saberlo aun, nadie puede saberlo pero.... no sabia a quien acudir para contarlo, de pronto recordé que tu sientes algo especial por ella y supe que tu podrías ayudarme – explica Daniel
Frank se ruborizo al verse descubierto en sus sentimientos – Pero de que manera podría yo ayudarte
-          Se que pronto regresaran a América – dice el joven
-          Algo hay de eso, pero sigo sin entender
-          Quiero que Candy se quede en Escocia, cuidando de tu tía Esther
Frank lo mira sorprendido – por lo visto le diste muchas vueltas al asunto – indica el rubio – pero no se si ella acepte quedarse
-          Eres Doctor debes de saber alguna manera para convencerla
-          Puedo saber porque esta en riesgo la familia – pregunta con curiosidad
-          Es sobre un Conde Giraldi, no se si hayas escuchado sobre el – concede el joven
-          Si todo un personaje he escuchado tanto de el – dice pensativo
-          Bien pues resulta que ese hombre tubo algo con mi abuela, quiso robar el patrimonio de mi padre, mi abuela lo rechazo y su odio crecio, ciertamente no se hasta donde pueda llegar, pero el ataque al Duque era para mi padre, entenderas ahora lo dificil de la situacion
-          Pero si Candy va a Escocia, si la llega a ver Giraldi ... crees que no la reconoceria
-          Lo he pensado, pero yo cuidare de ella, no debes preocuparte la alejare de esas personas y encontrare el momento para decirselo a mi padre – explica el joven
-          No lo se tengo que mandar cartas a mi tia, platicar con ella y ademas no se cuando debamos volver, podrian pasar meses – repone el Doctor
-          No pasaran meses – asegura el joven – un mes a lo mucho
-          ¿Como lo sabes? – pregunta
-          Lo se – responde sin mas
-          Esta bien Daniel te ayudare en lo que me pides, pero de tu cuenta queda que ella este a salvo – dice mirandolo fijamente
-          Claro que si no te preocupes tienes mi palabra, con mi vida la protejere
-          Bien sera mejor que vuelvas con tu padre – indica el rubio
-          Por ultimo quiero que le des esta carta a ella – le tiende un sobre
-          Claro que si cuenta con eso – dice dando una palmada en  la espalda
En la habitacion del Duque el Conde Rosell se despedia, en ese momento llego Daniel con su semblante mas tranquilo – por un momento crei que no vendrias
-          Me quede arreglando asuntos con Frank – dice el joven – ¿como se encuentra Señor?
-          Como si me hubieran molido – responde
-          Se esta investigando Señor, daremos con los culpables – dice tranquilizandolo
-          Sabemos quien fue, deben tener mucho cuidado cuando vuelvan – indica el Duque
-          Lo se amigo mio, no sabes cuanto lo siento – dice apesarado el Conde
-          En cuanto lleguemos a Escocia me comunicare con ustedes – dice el Duque
-          Esta bien, nos tenemos que retirar el tren sale en una hora, apenas y llegamos a la estacion
-          Buen viaje, estaremos en contacto – responde el Duque
Ambos abandonan el Hospital, Daniel por fin siente una poca de tranquilidad al haber confiado en Frank, pero aun tendria que pasar un mes para volver a ver a Candy, seria una eternidad pero no tenia opciones.

Cerca de Somme un camion llegaba con un grupo de militares y doctores, rapidamente se desplazaron hacia el lugar donde se supone Candy habia desaparecido de la vista de Daniel, desde su refugio se escucho la marcha del camion, la rubia pidio ser ella quien saliera a recibir a los soldados pues temia que pudieran abrir fuego contra el soldado Aleman, salio hacia la calle y camino temerosa, al doblar la esquina miro a los soldados que buscaban de entre los escombros – Hey por aqui – grito la dama
-          Doctora White – contesta con alivio uno de los doctores
-          Necesito que vengan, hay un grupo de heridos que necesitan atencion – dice la dama
-          De inmediato – contesta – vamos sigan a la doctora
-          Necesito hablar con el Sargento a cargo – indica la dama
-          Esta por alla – dice uno de los soldados
-          Bien aqui vamos – piensa para si – Sargento – dice
-          Digame Doctora – repone el joven
La rubia comienza a explicar la situacion sobre el soldado que estaba en la buadrilla, el soldado en un principio se mostro renuente ante la posibilidad de llevarlo con ellos, pero al escuchar los argumentos de la rubia por fin concedio ayudarlo, lo que habia hecho era un acto heroico que merecia ser reconocido, adentro Terry estaba con el, le habia pedido que se quitara la chaqueta y bajara su arma asegurandole que estaria a salvo, al entrar el grupo de doctores pronto comenzaron a atender y trasladar a los heridos, uno a uno fueron llevandolos a los camiones, por ultimo salio el soldado, Terry y Candy quien estubo todo el tiempo vigilando que fueran atendidos los heridos. Todos abordaron el camion y se pusieron en marcha de vuelta al hospital, el ingles no se imaginaria lo que encontraria a su regreso, ignorado lo que pudiera haber sucedido su objetivo habia sido logrado, volvia con Candy sana y salva.

En Chicago Laila aun estaba inconsciente, alucinaba y decía cosas sin sentido, pero evolucionaba favorablemente, los medicamentos estaban surtiendo buenos efectos en la paciente.  En el Hogar de Pony tras dos días de haber tenido contacto con aquella joven Paty comenzó a sentirse cansada, sin embargo pensó que era por el trabajo que estaba realizando, pero una de las niñas del Orfanato empezó  con fiebre y escalofríos, la Hermana María venia corriendo a donde se encontraba Paty, estaba en el granero dando alimento a los animales.

-          Patyyyy!! – gritaba  fuertemente – Paty  hija
-          Pero que sucede – dice  saliendo al encuentro de la religiosa – ¿Qué  pasa? – pregunta
-          Es Alice esta hirviendo en fiebre
-          Ho por Dios – expresa  asustada y sale corriendo dentro de la casa
-          Tenemos que avisarle a John – dice  al ver a la niña – por favor no se expongan yo me quedare con ella – les  dice a las mujeres que estaban poniendo mantas sobre la frente de la niña.
-          Bien iré a buscar a Tom para que vaya por el – dice  la Hermana María y sale de la casa
-          Señorita Pony, necesito que revise a los demás – dice  con voz firme – si  tiene tos, estornudan, si respiran con dificultad es necesario separarlos de los demás, me entiende.
-          Si Paty, iré enseguida – la  mujer reúne a los niños y los revisa uno a uno, dos de ellos presentaban síntomas como los que le había dicho Paty, los separo del grupo e improvisaron un cuarto dividido por sabanas para protegerlos.
Había pasado más de medio día cuando por fin llega John acompañado de la Hermana María, mira a Paty con el cubre bocas como él le había indicado, luego ella le abre paso para que revise a la pequeña, el gesto del joven doctor indicaba que algo andaba mal – que  pasa – pregunta  Paty
La mira angustiado – cuanto  lleva así
-          Esta mañana no quería ponerse en pie – explico  la joven – la  vestí  pero no tenía fiebre, tal vez tenga una o dos horas así
-          Es extraño, ah avanzado muy rápido la enfermedad – dice  preocupado
-          Que quieres decir – pregunta  
-          Le administrare los medicamentos – hurga  en su maletín y saca dos frascos, le coloca 3 pastillas bajo la lengua de uno y dos del otro frasco – cada  6 horas hay que dárselas- le indica
-          Si – apenas   responde
-          Revisare a los demás – se  encamina y examina a cada niño que tenían, pero los síntomas eran leves, también administro la misma dosis a los pequeños
-          ¿Qué hay que hacer? – pregunta
-          Es necesario ventilar bien la habitación, desinfectar todo a conciencia y vigilar a los demás lo mismo que ustedes ya que han tenido contacto con los niños – dice  con voz seria
-          Está bien – asiente – haremos  todo lo que nos has dicho
-          Continua poniendo las mantas y tiene que comer caldos con verduras, eviten darles carne roja, es mejor que lleven una dieta rica en frutas y verduras y muchos líquidos.
-          Si así lo haremos – dice  aun preocupada
-          Bien tengo que regresar, vendré todos los días a revisarlos
-          Gracias – dice  en un gesto de alivio – no  sé qué haríamos sin ti
El joven sonríe – Lo  harían bien te aseguro – luego  sale del Orfanato y se dirige al Hospital para continuar con sus labores

En el hospital Sara continuaba con sus labores, después de la situación tan incómoda con Albert había recobrado su tranquilidad, sin embargo tenía un asunto que tratar con el respecto de Candy y Terry, a su vez Albert también tenía que hablar con ella sobre su abuelo, esa misma tarde se reunirían para tomar el té en su casa, llego puntual a la hora de salida de la dama, afuera daba vueltas caminando de un lado a otro, no quiso entrar al hospital de alguna manera trataba de evitar que ella se sintiera incomoda a su lado, al verla caminar entre los jardines del hospital no pudo evitar admirarla, era una hermosa dama realmente se había enamorado de ella
-          Te ves muy bella – dice besando su mano
-          Gracias – dice con timidez
-          La abuela nos espera para tomar el té, pero quiero hablar contigo en privado sobre un asunto – dice con seriedad
-          Bien yo también tengo un asunto que hablar contigo, no es muy serio pero me da vueltas en la cabeza.
-          Bien – responde el rubio
Maneja hasta la mansión y ambos entran a la sala de estar donde la tía abuela ya los esperaba
-          Sara hija que gusto verte – saluda la anciana
-          Señora, como esta – pregunta la dama
-          De maravilla, me siento con mucha vitalidad sabes – dice con gusto
-          Eso es magnífico – dice la dama tomando asiento
-          Recibimos carta de Candy, eso me puso muy contenta, saber que está bien, pero sobre todo que pronto regresaran me da muchas esperanzas, cuando vuelvan quiero organizar una gran fiesta – dice emocionada
-          Qué bueno me da tanto gusto, Frank también me escribió y me conto que pronto volverán, el lugar donde están es seguro no debemos preocuparnos
El rubio observaba a las damas como platicaban, se veía tan natural Sara pero que era eso que la hacía sentir tan insegura, esa sombra que entristecía sus ojos, las damas continuaban con su plática y Albert perdido en sus pensamientos que de pronto la tía abuela lo volvió a la realidad – no es así Albert – decía la anciana
-          Perdón no supe de que hablaban – se excusa
-          La fiesta de presentación de Candy, cuando Anthony bailo con ella, no se veía hermosa con ese vestido verde
-          Ho si recuerdo – sonríe
-          Bueno me retiro a descansar, ustedes tendrán mucho que platicar – dice la anciana poniéndose de pie
-          Me dio gusto saludarla señora – dice la dama
-          Deberás venir con más frecuencia hija – sonríe y se retira acompañada de Dorothy quien estaba siempre al pendiente de la anciana
-          Vamos al estudio – dice Albert ofreciéndole la mano
-          Claro – dice algo nerviosa
Una vez adentro Albert comenzó a hablar – El asunto que quiero tratar es sobre tu abuelo el Duque O’Connel – indica el rubio con seriedad
-          ¿Qué tiene que ver mi abuelo contigo? – pregunta con curiosidad
-          No conmigo – repone – con la abuela
-          ¿Acaso ellos se conocen de antes? – pregunta
-          Sí, hay un pasado entre ellos, un pasado no muy bueno – dice caminando hacia una puerta de donde saco una botella y un vaso – ¿gustas? – pregunta indicando la bebida
-          No gracias – responde – ¿qué clase de pasado? – pregunta
-          Hace muchos años cuando Elroy era joven viajo a Londres, entonces conoció a un hombre que la cotejo, pero ella lo rechazo, ella acababa de terminar con una relación y quería olvidar, sin embargo este hombre no se dio por vencido, investigo donde se estaba quedando y… consiguió verla
-          Ese hombre era.. mi abuelo – pregunta
-          Si, después de eso ella se siguió negando a verlo, un día le tendió una trampa y la secuestro ayudado por sus empleados – explica el rubio
-          Mentira, mi abuelo no haría tal cosa – dice molesta – es mentira – niega con la cabeza
-          Sara, te lo cuento tal como ella me lo dijo a mí, ella tiene miedo por Candy, ese hombre le hizo mucho daño a mi abuela y teme que si él se entera que Candy es una Andley quiera tomar represalias contra ella, por eso me pidió que te lo contara
-          No Albert, mi abuelo no haría tal cosa, admito que no es el mejor abuelo pero no haría tal cosa – responde alterada
-          Que ganaría mi abuela contándome algo que no es cierto – argumenta el rubio
-          No lo sé, como es que ella lo conoció, como era el hombre que conoció, tal vez haya un mal entendido – dice la dama tratando de entender
-          Ella lo recuerda vestido de negro y con un gran anillo, con una piedra negra – dice el rubio – es algo que jamás ha olvidado
-          De negro y con un anillo que lleva una piedra negra – recuerda la dama
-          Si, lo reconoces – pregunta
-          No debe ser otra persona más que Giraldi
-          ¿Giraldi? – pregunta – no entiendo que quieres decir Sara
-          La descripción que me das corresponde nada más y nada menos que al Conde Giraldi
-          No puede ser, ella está segura que era el Duque O’Connel – dice confundido
-          Tal vez eso es lo que él quiso que ella supiera – indica la dama más tranquila – que sucedió entre ellos
Albert no se atrevió a contarle la tan amarga experiencia – pues la tuvo cautiva por un largo tiempo, hasta que la libero y la envió de regreso a América
-          Si solo ese hombre haría tal cosa, tal vez eso quiso que supiera, inculpar a mi abuelo para cubrir sus bajezas – expresa molesta
-          Entonces tu abuelo…..
-          No Albert – lo interrumpe la dama – mi abuelo no fue te lo aseguro, el es una buena persona pese a lo que muchas personas piensen de él, lo conozco bien el no fue
-          Porque ese Conde haría tal cosa – pregunta Albert
-          Es así, siempre ha sido así
-          Me tranquiliza saber que no fue tu abuelo, me has quitado un peso de encima – dice con alivio
-          Ahora yo quiero hablar contigo sobre otro asunto – dice la dama
-          Claro te escucho – dice Albert pensando que por fin Sara le diría el motivo de sus miedos
-          Es respecto a Terry y Candy – dice con seriedad – quiero que me cuentes lo que hubo entre ellos – dice la dama
Albert abre mucho los ojos al escucharla – mmm ¿cómo lo supiste? – pregunta
-          Archie me lo conto cuando estabas de viaje – repone la dama
-          Ya veo – da un sorbo a la bebida – es una larga y triste historia
-          Lo sé pero, ¿porque nunca me contaste? – dice molesta
-          Porque no soy yo quien deba contarte, es Candy quien decidió no decir nada
-          ¿Pero porque?, ¿qué hay de malo en todo esto? – pregunta sin entender
-          Que una persona se interponía entre ellos y por eso decidieron olvidarse, que esa persona logro separarlos por más que ellos se amaran – explica el rubio
-          Pero es que no entiendo, lo peor de todo es que Frank se enamoro de Candy, Terry es amigo de Frank te das cuenta de todo este enredo
-          Si lo sé, pero ella decidió que así fuera, además nunca le ha dado esperanzas a Frank
-          No quiero ni imaginar el día que se entere que Terry y Candy, alguien va a salir muy lastimado – dice la dama apesarada
-          Siento mucho que hayan pasado así las cosas, pero desgraciadamente nosotros no podemos decidir nuestro destino – dice el rubio
-          Albert hay otra cosa que debo decirte – dice la dama
-          ¿Qué sucede? – pregunta
-          Susana murió hace un mes – dice rosando sus dedos
-          Por Dios – expresa sorprendido – como sucedió tal cosa
-          Fue un paro, pero eso no es lo peor – indica la dama
-          ¿Qué es?
-          Parece que Terry siente culpa, no sé qué pasa con el; yo vine a Chicago y no supe mas del asunto – dice la dama
-          Pobre Terry – murmura – Solo  Dios puede ayudarlos a salir adelante – dice el rubio
-          Si – susurra – es algo tarde dice mirando por la ventana – debo irme
-          Claro, te llevare – responde – Sara ¿estamos bien? – pregunta con miedo
Ella se pone de pie y se para frente a él – claro que si estamos bien – dice tomando sus manos
-          Puedo besarte – pregunta con nerviosismo
-          Si – concede ella dejándose llevar por el mágico momento, sintiéndose entre nubes nuevamente, pero Albert sabía que tenía que ir con cuidado por lo que su beso aun si fue intenso también fue casto y suave.
-          Vamos Srita. Curtis – dice ofreciendo su brazo
Ambos salen de la mansión con destino al departamento de Sara, una vez más la pareja se despide, Albert se siente agobiado ante la situación de su amigo, como manejaría esa situación, sabiendo bien que esa información no debe llegar mas allá de el.

En Francia tras haber llegado al Hospital Candy decidió ir a su dormitorio para descansar un poco antes de su turno, Terry se dirigió con su padre, aparentemente dormía por lo que trato de no hacer ruido, se acerco a mirarlo y luego se volvió para tomar asiento pero en ese momento la voz de su padre inundo sus sentidos – Terruce que gusto verte – murmuro
De inmediato se giro para verlo emocionado de escucharlo –¡papá! – expresa mirándolo a los ojos – cuando despertaste, debo avisar a la enfermera – dice  apresurándose a la puerta
-          No Terry, ellos ya lo saben, desperté esta mañana, estuvo aquí el Conde Rosell con su hijo, se despidieron deben ir en camino hacia Escocia – indica  el Duque
-          Y ¿cómo te sientes? – pregunta
-          Tres niveles arriba de fatal – responde sonriendo, luego mira el brazo herido – pero,  ¿qué te sucedió? – pregunta
-          No te preocupes fue solo un rosón – dice tranquilizándolo
-          Seguro Terruce
-          Claro que si, sabes me da gusto que hayas despertado – dice un poco más serio
-          ¿Dónde estuviste? – pregunta
-          Fui con…- Terry  se detuvo no era conveniente que el Duque supiera de Candy no estando Frank ahí – a buscar unas personas, por eso me hirieron
-          Ahora rescatas gente – inquiere su padre
-          Si pues se perdieron en Somme, pero ya estoy de vuelta – repone
-          Mañana hablare con Neville si sabes quién nos ataco – pregunta
-          Si un tal Giraldi
-          Si, debemos ser cuidadosos con ese asunto – indica
-          Si claro, si no te molesta quisiera ir a comer algo – dice el joven
-          Claro adelante – dice el Duque
Terry salió de la habitación, necesitaba hablar con Candy pero sabía que estaba cansada por lo que decidió esperar hasta que ella despertara y ponerla al tanto de la salud de su padre.
Algunas horas pasaron, el ingles había vuelto a la habitación de su padre, dormía profundamente cuando se abrió la puerta, era Candy quien iba a revisar al Duque
-          Terry, descánsate – pregunta la dama
-          Un poco y tu
-          Si – dice tomando la bitácora
-          Candy mi padre ya despertó – dice el ingles
La rubia lo mira con alivio – si aquí está escrito – dice emocionada
-          No debe verte, te reconocería y entonces Frank… - dice de inmediato
-          Es verdad – dice resignada – ni hablar, me retiro entonces, nos vemos después – dice mirándolo con emoción
-          Si nos vemos Candy – dice mirándola con devoción
La rubia continuo con su ronda, mucho más tranquila con todo lo sucedido, el soldado Alemán fue puesto a disposición del ejercito Francés, su acto le dio la oportunidad de ser perdonado sin embargo tenían que seguir todos los protocolos establecidos, los heridos fueron atendidos y se encontraban en recuperación y la herida del ingles había sido un rosón que pronto sanaría. Sentada en su escritorio comenzó a llenar algunas bitácoras mientras tarareaba una conocida canción (La canción del Arcoíris del Mago de Oz), a lo lejos Terry escucho la canción, saco su armónica y salió del cuarto del Duque, busco un lugar solitario y comenzó a tocar esa misma melodía, pronto las notas llegaron hasta los oídos de la rubia, su corazón se acelero al escucharlo – Terry mi Terry – susurro llevándose las manos al pecho.
En un tren un joven rubio miraba hacia la oscuridad de la noche, a su lado su padre dormía en el asiento de enfrente, el joven comenzó a tararear esa misma melodía, al escuchar su padre abrió los ojos y lo miro con cariño – Tu madre está orgullosa de ti – murmura distrayéndolo
El joven sonríe – ¿Y tu papá? – inquiere
-          Como no tengas una idea hijo – luego recuerda algo – desististe de presentarme a la chica – agrega
-          Ho,  pues tenias razón no era el momento – dice el joven
-          Me da gusto que entiendas hijo
-          Si – dice el joven y se acomoda para disponerse a dormir un poco
En Escocia en la oscuridad de su estudio un hombre daba vueltas al anillo que llevaba en su anular, miraba la piedra negra que tenia, luego se lo quito y lo alzo hasta sus ojos – ¿Donde estas Rosell? – se preguntaba.